1- Ofelia ¡A Comer!

Éste es uno de mis cómics preferidos para la etapa pre-lectora. Actualmente se hace muchísimo comic infantil, y muy bueno. Pero hasta hace poco, era bastante difícil encontrar cómics para los mas pequeños de la casa. Siempre ha sido fácil encontrar mucho material de cómic infantil de 10 años en adelante, pero poco para aquellos que aún están aprendiendo. Un momento realmente importante en el que se gesta el gusto por el papel impreso y lo que contiene.

Porque efectivamente, aunque aún no sepan leer, con 3 o 4 años ya son perfectamente capaces de entender las onomatopeyas, los bocadillos de pensamiento y muchos de los elementos más sencillos de la narrativa gráfica. Y la parte de secuencia es fácil si hay un adulto indicando con el dedo mientas ellos van siguiendo las viñetas.

Ofelia es una pequeña cavernícola, a la que no le gusta mucho la comida que le sirve el grandullón de su papá. Con ella los peques se lo pasarán pipa y aunque el cómic en si es mudo, aprenderán a través de pictogramas los bocadillos de pensamiento básicos, onomatopeyas y diferentes expresiones faciales que denotan alegría, diversión o disgusto. (No mucho sobre antropología, sin embargo, ya que una vez más los dinosaurios campan a sus anchas entre los humanos… pero  se le perdona porque ¡los dinosaurios molan! ¿Quién no querría tener un pequeño dino de mascota???).

El autor de éste cómic que encantará a los mas pequeños de la casa (para niños de 3-5 años) es el argentino Maximiliano Luchini, y fue publicado en 2021 por el sello Mamut de Bang Ediciones. 

Me gustó tanto que ya en su día le dediqué una entrada que podéis leer completa aquí : Ofelia, ¡a comer! de Maxi Luchini 

2- Cosmo En el Espacio

Una de las novedades de cómic infantil más sorprendentes de este año ha sido sin duda este título: Cosmo en el Espacio, del fabuloso autor todoterreno Javi de Castro. 

Cosmo es una historia sobre un joven explorador espacial, que emprende una aventura llena de sustos, nuevos amigos y lugares fascinantes, que se desarrolla de forma simétrica y de ida y vuelta. Esto se refleja gráficamente en que cada viñeta te cuenta dos historias a la vez, una boca arriba y otra boca abajo, de manera que cuando llegas al final del cómic, le das la vuelta y sigues leyendo de nuevo hasta el principio.

Al igual que aquellos grabados con ilusiones ópticas del siglo XIX, acertijos visuales que podían enseñarte dos imágenes diferentes según los vieras del derecho o del revés o te fijaras más en la mancha o en el blanco. Como el conejo-pato que tanto intrigó a Ludwig Wittgenstein y otros filósofos y artistas fascinados por el concepto de percepción.

El valor fundamental de ésta obra es la impresionante labor creativa y gráfica que acomete. Te vuela la cabeza con su propuesta. Y eso a pesar de que por la forma en que mi cerebro está cableado me resulta muy difícil no percibir ambas imágenes a la vez, o lograr evitar leer los textos que están boca-abajo y debo hacer un esfuerzo extra para voluntariamente dejar a un lado la info que no debo tener en cuenta. Tengo infinitas ganas de sentarme a leerlo con mis sobrinos, a ver cual es su percepción, o de recibir feedback de alguien mas “normativo”, a ver cual ha sido su experiencia al respecto.

En cualquier caso: Una maravilla de trabajo. Un tremendo esfuerzo artístico que ha logrado algo nada fácil: crear algo diferente, novedoso e imaginativo, que reta las habilidades lectoras y de percepción de los peques (a partir de 9-10 años, diría yo). Una propuesta magnífica editada por Astiberri para su línea infantil, que ha sido publicada el pasado mes de marzo y nominada entre otros cinco magníficos títulos para el premio a mejor cómic infantil del Salón Internacional de Cómic de Barcelona del mes que viene.

3- Cecilia Van Helsing

Hay autores con un don para un género, o para un formato específico, y luego hay autores capaces de sorprenderte haciendo bien cosas tan diferentes que, a la vez que les admiras fuertecito, te dan hasta un poquitico de rabia (pero poco, por que lo compensan siendo encima muy majos).

Juanjo Cuerda y Julio Serrano son dos autores que todos conocemos por su trabajo en la revista satírica de actualidad político-social “El Jueves”. Lo que muchos no saben es que además de hacer reír a miles de adultos cada mes (y provocar úlceras a otros tantos), tienen un lado naive, curioso, amable y juguetón que han volcado en una saga de cuentos infantiles divertidísima y deliciosa de leer.

Cecilia Van Helsing es una pequeña, nieta del famoso archienemigo de Drácula, que por culpa de su famoso apellido familiar acaba metida en los más chanantes escenarios, luchando contra un montón de monstruos junto a su fiel perrete Moquillo, y conociendo por el camino nuevos amigos y simpáticos personajes a cada cual más divertido y extraño. Además de pura aventura, la obra está llena de un humor que conecta inmediatamente con los más pequeños, a los que habla siempre como uno más, en su propio idioma. Cada historia acaba con un aprendizaje importante y en una suerte de cliffhanger de próximas aventuras que te hace desear que salga ya el siguiente.

La pequeña Cecilia fue creada por Julio Serrano a partir de bocetos, planos e ideas locas de su propia infancia, y con ellas lanzó su primera historia El ladrón de Meriendas en 2012. Idea posteriormente desarrollada en colaboración ya con Juanjo Cuerda en las dos historias siguientes La dieta del Vampiro y la más reciente: El señor que Tenía una Oreja en la Frente.

Publicadas por Bang Ediciones para su sello Mamut (A partir de 8-9 años aprox), este último título de la saga ha sido merecidamente otro de los cinco nominados este año para los premios a mejor cómic infantil del Salón Internacional de cómic de Barcelona del mes que viene.

4- Avni

Cuando cayó en mis manos el primer tomo de AVNI. Animal Verdaderamente No Identificado lo leí con curiosidad, pero sinceramente no sabía qué esperar. Nada en la portada me hacía imaginar la fantástica locura que me esperaba en su interior.

Avni es uno de los cómics infantiles más simpáticos que me he encontrado en los últimos años. No se explicar muy bien por qué. Tal vez por que los peques que quedan representados en sus animalitos son realmente y se comportan y hablan como se comporta y habla un niño normal. Tal vez por que el recurrir a animalitos hace que instintivamente te parezcan más fáciles de asimilar sus rasgos de carácter básicos y conectes mejor. O por las cualidades tan humanas que enseña. No lo sé.

Desde las antiguas criaturas de Esopo hasta los personajes de cuentos del Romanticismo o los protagonistas de Winnie the Pooh, los animalitos antropomórficos han ido tomando poco a poco al asalto el relato infantil. Que tiene pues de diferente AVNI? pues precisamente eso, que no es un animalito, es un alienígena, es diferente y es encantador y tiene un punto de locura surrealista que pone patas abajo todo a su alrededor y nos hace cuestionarnos nuestro propio comportamiento a la vez que nos divierte y nos reta con sus extravagancias.

AVNI es una serie (a partir de 6-8 años) de Romain Pujol y Vincent Caut publicada en nuestro país por Astiberri ediciones. Actualmente acaba de salir a la venta el número 6 de la colección: Una Vida Rosa Chicle.

5- Los Muertimer

Los Muertimer es el cómic que mi yo adulta hubiera deseado tener para darle a leer a mi yo chiquita. La pequeña niña gótica, extraña y apasionada de los misterios que fui, hubiera fli-pa-do fuertecito con ésta pareja de hermanos que vivían ¡En un cementerio!

Bueno, la adulta rarita que soy también lo ha gozado, la verdad.

Los Muertimer más que un cómic infantil yo diría que es casi un thriller infantil: una aventura trepidante y emocionante, desarrollada en tres álbumes, llena de giros, suspense y un pelín de drama, que no toma a los niños por tontos ni es condescendiente en ningún momento, más bien lo contrario. Protagonizada por los hermanos mellizos Céline y Colin que investigan una misteriosa desaparición, marcas secretas, adultos peligrosos y un robo en el entorno terrorífico del cementerio en el que viven. Me recuerda un poco a las sensaciones de algunos de los misterios de Los Cinco mezclados con un poco del miedito de Scooby Doo.

El arte gráfico de Léa  Mazé es fabuloso, consigue atraparte desde el principio y el color está utilizado narrativamente de una forma perfecta para darle más misterio al escenario que nos plantea.

Una obra para esos chavales (a partir de 9-12 años) que están en el proceso de dejar atrás la infancia y están en el débil hilo de equilibrio entre jóvenes y niños. Que ya atisban un mundo de mayores que no entienden del todo pero que les afecta y quieren comprender y que les comprenda.

Publicada por Astiberri Ediciones en tres fantásticos álbumes, fue premio de la crítica a mejor BD infantil en 2018.

6- La Isla de Oko

La Isla de Oko nos cuenta la historia de dos hermanos improbables, Oko y Leo, un gatito introvertido, responsable y amante de la música y su hermano pequeño: un enorme tigre dos veces más grande que él, alocado, bromista y extrovertido, ambos azules, aunque de diferente color, por que son sólo medio hermanos. Viven en la isla de Oko, donde las ranas no hacen croak sino oko, oko.

La relación de los dos peques con sus amigos y sus familias es sencillamente entrañable y las dinámicas familiares muy interesantes para establecer un dialogo al respecto con los más pequeños. Un precioso cómic para lectores principiantes (de 5 a 8 años) con textos muy sencillos y fáciles de entender.

Rut Pedreño es una maravillosa ilustradora vallisoletana y cuando dibuja en conjunto con Katia Klein, guionista, ilustradora y actriz, forman un tándem ganador.

El arte de Rut es de éstos que te tocan la fibra, con un deje casi poético en su uso del color y los volúmenes, te sumerge en su universo particular y te arrastra emocionalmente con ella. Los niños (al menos mis sobrinos) la adoran. Y yo también.

La prueba de su buen hacer conjunto, es que a pesar de su juventud, las obras que han hecho juntas han recibido:  la primera, “Nicoleta y el misterio del colmillo”, el premio al Mejor Cómic Infantil y Juvenil del Salón del Cómic de Barcelona 2022, y la siguiente, su nuevo titulo conjunto: “La Isla de Oko“, editado por Kodomo, el sello de ECC ediciones para su línea infantil, una nominación en la misma categoría para los premios de éste año 2024.

7- A toda Pastilla

A toda pastilla es una road movie entrañable, emocionante (en el sentido de trepidante, y también en el de tocar las emociones) y muy peculiar que combina cómic infantil, humor, medicina gráfica y adorables animales antropomórficos.

Los protagonistas: Un conejito indefenso y achuchable y un lobo feroz y gruñón. Y nada de lo que ocurre después sigue los esquemas tradicionales, o de la idea que la elección de éstos personajes nos pudieran haber creado. La historia que nos plantea, además de trepidante y divertida, está llena de amor, amistad, ayuda mutua, aprendizaje y la oportunidad de reflexionar sobre la enfermedad, el humor, el bien y el mal, o, por qué no, la muerte. Se te saltan las lágrimas leyéndolo, y muchas veces no sabes si es de emoción o por la risa.

Nuestro conejito está enfermo, el lobo feroz por su parte huye de un cazador que quiere acabar con él. Cuando se encuentran, el gotero del conejito detiene por casualidad la bala que iba a acabar con la vida del lobo y éste queda en deuda con él. En esta alianza improbable de ayuda mutua aprenderemos lo que es la resiliencia, la familia elegida, las redes de apoyo, y que los estereotipos no nos definen, que los conejitos pueden ser valientes cuando se trata de defender a un ser querido y los lobos gruñones pueden aprender a recibir y demostrar cariño.

Aunque la palabra “cáncer” nunca aparece en la historia, sabemos que la autora Josephine Mark estaba pasando ella misma por un proceso de quimioterapia en el momento de crear ésta historia, lo que hace, si cabe, que su lectura sea aún mas emocional e interesante a la vez.

Publicado por Astiberri Ediciones en 2023, es una pequeña joya que no nos cansamos de leer y recomendar. (Para niños a partir de 10 hasta 99)

En su día lo reseñó nuestro compañero Alejandro. Y si queréis saber más, podéis leer su entrada: A toda pastilla