1- Las Aguilas de Roma

Igual me meto en un jardín, pero en mi opinión entre el género del Peplum y la narrativa histórica hay aproximadamente la misma diferencia que entre la ciencia ficción y la space ópera.

Cuando hablamos de Peplum dejamos de lado muchas de las  consideraciones más realistas sobre los acontecimientos históricos y la realidad social y lo que se pretende es contar una historia, divertirnos y emocionarnos, utilizando el escenario del mundo antiguo, sus acontecimientos mas relevantes y sus personajes más conocidos, como un decorado de fondo más o menos elaborado. Sin ninguna otra pretensión que ésa y con la misma función que tendría el mismo escenario pero con naves espaciales o con caballos, sombreros y pistolas.

Y nadie hace esto mejor que Marini. No encontraremos en su trabajo grandes disquisiciones filosóficas, pero si Enrico Marini te hace una de romanos serán los más duros, si te hace una de espadachines, los más épicos, si te hace una de vampiros, los más seductores. Bueno, todos serán seductores, porque es Marini.

Las Águilas de Roma cuenta la historia de dos amigos: Arminio y Marco. Cayo Julio Arminio es un personaje real, nacido en torno al 16 a.C. Un niño de origen noble, hijo de un jefe Querusco, una facción germana derrotada, que es enviado a Roma como tributo/prenda al imperio como muestra de obediencia. La suzeranía era una forma habitual de control romano, que educaba como romanos a los futuros líderes de las zonas bajo el imperio, de manera que al crecer y ocupar lugares de liderazgo entre sus tribus, fuesen leales a Roma por puro convencimiento. Aquí, y entrando ya en la ficción, Arminio será educado en la casa de de uno de los generales retirados de Augusto, famoso por su brutalidad y sus dotes militares y será educado mano a mano con Marco, el propio hijo del general, de la misma edad.

Pasarán de rivales a amigos y finalmente hermanos de sangre a lo largo de los cinco álbumes con los que hasta ahora nos ha  obsequiado Marini, publicados en España por Norma Editorial entre 2008 y 2017.

Habrá más, hace poco veíamos en su instagram como está en proceso el número 6 y se espera que salga en Francia a lo largo del año, de modo que ya falta menos. Paciencia!.

2- Murena

Murena es, de entre las sagas de cómic dedicadas a narrarnos historias de la Antigua Roma, la que más encaja dentro de la categoría de cómic histórico. No es simplemente un peplum, o “una de romanos”. Sin duda incluye personajes ficticios, por supuesto, pero su atención al detalle y su precisión a la hora de situar y plasmar situaciones y personajes reales le hace destacar muy por encima de sus semejantes. ¡Incluso está disponible en latín!

En sentido estricto es un “coming of age”, un rito de paso de la adolescencia a la madurez. Solo que el de un personaje de alto impacto. En éste caso nuestra saga comienza en mayo del año 54 d.C. cuando el joven Nerón, hijo de Agripina, se convierte en emperador tras la muerte del emperador Claudio. Tenía entonces sólo 17 años y su reinado duraría catorce años. Nerón es, al comienzo de nuestra historia, un adolescente. Jean Dufaux construye su saga sobre este breve período en el que se convertirá en un adulto y en el proceso marcará para siempre el devenir del Imperio Romano. Murena, a su vez, es un personaje ficticio, un joven de la misma edad que Nerón, pero que permite reflejar su lucha interna. No un doble, sino un espejo que nos deja ver sus luces y sus sombras.

Pero el auténtico protagonista de la saga no son sus personajes reales o inventados. Es La Ciudad de Las Siete Colinas: Roma, la ciudad-mundo. Con sus habitantes, sus costumbres, la idea que tiene de sí misma y que, dos mil años después, todavía nos fascina. Haremos un viaje a Roma, pero lejos de la visión aséptica de un libro de historia; nos rebozaremos en su barro, sus calles laberínticas, sus arquitectura y urbanismo, los lugares magníficos y suntuosos y los más turbios y sórdidos. Una auténtica gozada de viaje.

Hace ya 26 años de la publicación de El Púrpura y el Oro, el primero de los álbumes de la saga, que ha llegado al número 11 con Lemuria y esperamos que no sea el último. Los artistas tras ésta obra magnífica son Jean Dufaux en el guion y a los lápices Philippe Delaby, cuya labor continuó Theo Caneschi tras el fallecimiento de Delaby en 2014. En España lo publica Planeta Cómic, que sacó el último número en 2022.

3- Thermae Romae

Thermae Romae no es un peplum al uso, pero la historia que nos cuenta es tan original y surrealista que no puedo por menos que mencionarla aquí.

La base del argumento es la idea de que los romanos de la Antigua Roma adoraban las casas de baños termales, exactamente igual que ocurre en Japón, donde los Onsen, o baños termales tradicionales son parte fundamental de su cultura.

Sobre esa premisa la mangaka japonesa Mari Yamazaki nos teje una ficción en la que imagina un universo en el que uno de los baños termales de la antigua Roma queda conectado por algún tipo de distorsión espacio temporal con unos baños termales del japón actual, de manera que un usuario de uno, podría, sumergiéndose en ellos, cruzar de lado a lado el planeta y, con dosmil años de diferencia, emerger en el otro lado. Eso mismo le ocurre a Lucius, un arquitecto romano que volverá de su viaje con muchas ideas.

Un psicotrópico mejunje entre el peplum típico, una historia de ciencia ficción  y una ted-talk sobre aguas termales que nos deja descolocadísimos. La única pena es que es cierto que la resolución de la historia no está del todo a la altura del maravilloso argumento de partida, pero la idea es tan buena que se ha convertido en una de mis historias preferidas para recomendar sobre romanos.

Su autora es especialista en ambos temas: romanos y termas, ya que pasó muchos de sus años de juventud viviendo en Italia estudiando arte y posteriormente trabajó durante mucho tiempo como periodista especializada en termas y baños públicos (la capacidad de especialización de los japoneses siempre supera la ficción).

Nuestro compañero Lamastelle-san nos lo recomendó primero. Es un gran fan de esta saga y nos habló también de su versión en anime. Podéis ver las reseñas aquí: Thermae Romae  y Thermae Romae Novae.

El manga está disponible en seis tomos, publicados entre 2013 y 2014 por Norma Editorial.

4- Tito Andrónico

Titus Andrónicus es una de las más conocidas tragedias escritas por William Shakespeare y desde luego la más sangrienta. Fue muy criticada en su época por su violencia en escena (Shakespeare, el Quentin Tarantino del siglo XVI).

Decir que Tito Andrónico es una adaptación de la obra de Shakespeare es quedarse corto. Es la adaptación de la experiencia de ver la obra de Shakespeare representada en vivo en un teatro. Dividida como la original en cinco actos, todo en ella es teatral, desmesurado, intenso, pomposo y tiene esa cualidad entre estática e inmersiva que tiene el escenario cuando la obra está en marcha.

Tito Andrónico no es un personaje verídico. Ni siquiera es verosímil, como ocurre con otras obras de ficción basadas en el mundo antiguo. Es una demencia pasada de vueltas y plagada de escenas terribles que de alguna manera, como pasa en la obra original, funciona. Es peplum puro en el sentido de que lo que refleja es la naturaleza del ser humano, nos hace mirar más allá y ver simplemente personajes inmersos en las consecuencias de sus actos, en su propia naturaleza y en una sociedad que es como un animal al que si no das lo que demanda te devora vivo. El hecho de que sean generales romanos, o cualquier otra cosa es escenografía alrededor de las ideas y fácilmente sustituible por cualquier otra.

Los autores de ésta fantástica adaptación (publicada por Astiberri en 2021) son Marcos Prior y Gustavo Rico, que hacen un trabajo soberbio, con una estética que el escritor y crítico Rubén Lardín describió muy acertadamente como “entre la mascarada black metal y el retablo ultragore”.

No se trata de una obra fácil. Incluso su portada es una declaración de intenciones con un título que es todo un laberinto del que hay que encontrar la salida mientras miras con los ojos entrecerrados y haces un esfuerzo consciente de comprensión para encontrarle algún sentido, al tiempo que la propia obra te mira a ti, directamente, desde el interior, en una pregunta abierta e incomoda.

5- Peplum

Christian Hincker, más conocido por el pseudónimo con el que firma, Blutch, es considerado uno de los creadores más interesantes del panorama del cómic francés.

Me fascina la cualidad cuasi expresionista de su obra, esos blancos y negros angulosos, poblados de claroscuros y ojos desorbitados y anidados por la locura. Ésta obra no nos decepciona.

En Peplum, según palabras del autor: “Necesitaba hacer algo puro, despojado. Más fresco y más directo”. Butch se embarca así en un viaje iniciático que resulta ser una versión muy personal del Satiricón de Petronio, con ciertas pinceladas de la caverna de Platón.

En el cómic, como en la obra original, la acción sucede en la Roma antigua, solo que cambia la Roma de Nerón por el periodo del asesinato de Julio César y el Segundo Triunvirato. Encontraremos también verso y prosa mezclados y sobre todo grandes dosis de expresionismo visual. Una propuesta compleja, cargada de metáforas y a la vez cruda y salvaje, que explora la futilidad del amor/deseo y como nos lleva hasta la obsesión, la locura y finalmente la más absoluta perdición.

Un cómic de pensar y sentir, tal vez solo apto para muy cafeteros, que en España fue publicado en 2008 por Ponent Mont y tengo la sensación de que pasó un poco de puntillas inmerecidamente.

6- Death Romans

Ésta es una recomendación que hago a ciegas totalmente. Se trata de una miniserie de seis números, obra de los muy prometedores Fred Kennedy, Nick Marinkovich y Allison O’Toole, que ha sido anunciada para su lanzamiento por parte de Image Comics a lo largo de ésta misma semana.

Vamos, que aun no sabemos mucho de ella, pero hemos visto las portadas y algunas imágenes de los interiores y por Tutatis, que pinta tan increíble tiene. De momento, solo con eso ya  me tienen intrigadísima. Estoy deseando poder echarle un ojo y espero que no os importe que os hable de un cómic que aún no he leído (y que os llame la atención tanto como a mí).

Una historia que, en boca del propio Kennedy, es una historia brutal, llena de sangre, barro, sexo y violencia, pero que en el fondo, lo que realmente es, es una historia de amor: “Arminius quiere convertir en reina a la mujer que ama, Honoria, antigua esclava como él. Ahora, cincuenta mil romanos morirán para darle un trono que ella nunca pidió… ni quiso”.

El protagonista, Arminius, (El mismo Arminio que ya hemos visto en Las Aguilas de Roma) es un general romano bajo las órdenes del Comandante Varus. Pero, como sabemos, antes de ser general fué un niño, un noble germano llevado de Germania a Roma después de la derrota de los Queruscos. Creció y ascendió rápidamente por la jerarquía militar romana, y ahora como General, ayuda al ejercito romano a expandir el imperio… o eso les hizo creer. La Batalla del Bosque de Teutoburgo es un punto de inflexión vital en la caída del imperio y la viviremos en primera línea.

Pero aunque la historia promete, porque Arminio es un personaje interesantísimo, lo que realmente me ha llamado la atención es el arte de Nick Marinkovich, que me ha retrotraído a los tiempos del vértigo de los 90, o a los primeros trabajos de Sienkiewicz, con ese aire pictórico y esas composiciones angulosas llenas de cosas salpicadas.  

Espero sinceramente no morir de hype, que a veces lo carga el diablo.

7- Asterix Legionario

No se si habrá alguien que no conozca a Asterix el Galo de Albert Uderzo y René Goscinny. Es posiblemente una de las sagas de comics más vendidas del mundo. De modo que me evitaré la presentación. Baste decir que era de necesidad el incluir alguna de sus aventuras.

Asterix Legionario es la décima de las aventuras de Asterix y probablemente la mas “romana” de todas ellas. Publicada por primera vez en 1966 es uno de los grandes puntos álgidos del dúo, ya que el argumento les llevará a nada menos que alistarse en la Legión.

Obélix se enamora hasta las trancas de la joven Falbalá, pero su torpe amor no es correspondido. La muchacha está prometida a Tragicomix, pero él ha sido obligado por los romanos a ir a la guerra, y Obélix, al ver la tristeza de la joven, decide ir a rescatarlo para ella.

La única manera que se les ocurre es alistarse y viajar con la legión en busca del mozo, conociendo en el proceso a todo tipo de personajes de diferentes orígenes que reflejan la vastedad del imperio, y la amplísima diversidad social que queda encubierta bajo el exterior uniformado, como el belga Balduínix, que lleva un flequillo como el de Tintín, el egipcio Campodetenis, que cree que está de vacaciones y se comunica por jeroglíficos (sacados de la guía Michelin), el bretón Espikininglis, que es el único capaz de disfrutar el rancho del campamento, el griego Sopaconondas o el godo Quimeric.

Aunque en el tomo veremos mensajes no demasiado velados en contra de la guerra, las armas e incluso criticas hacia la burocracia, entre risas aprenderemos mucho de las formas organizativas de la legión, de su forma de establecer los campamentos, el tipo de implementa que usaban, la comida o las rutinas de un legionario.

Como colofón nuestros protagonistas acabarán conociendo en África al mismísimo Julio Cesar, dando inicio así a su larga trayectoria posterior de amistad/enemistad.

Los álbumes de Astérix se han publicado infinidad de veces, seguro que podréis encontrar por ahí alguna de las numerosas ediciones de Salvat o alguna de las de Grijalbo/Dargaud.