El cambio de guardia de los derechos de Skybound en España (de Planeta a ECC), está dando como resultado que algunas obras de este sello de Image, creado y capitaneado por por Robert Kirkman, estén teniendo varias ediciones en muy poco tiempo. Está pasando con la sempiterna Los Muertos Vivientes, con Extremity o con Murder Falcon. Estas dos últimas obra de Daniel Warren Johnson.

En casa Tortas somos muy fans de Murder Falcon. En su momento le dedicamos una reseña a su primera edición. También hablamos de las canciones referenciadas en una edición especial de nuestro podcast y fue uno de nuestros títulos preferidos de cuantos se publicaron en nuestro país en el año 2020. Por no mencionar que tenemos hasta dos listas de reproducción en nuestro canal de Spotify.

Pues eso, nos gusta Murder Falcon, como también nos encanta Daniel Warren Johnson. Desde la publicación de esta miniserie de ocho números, hemos podido disfrutar de Wonder Woman: Tierra Muerta y Bill Rayos Beta. Anteriormente habían salido Extremity y La Flota Fantasma. Todas ellas obras más que recomendables.

Curiosamente si las ponemos en paralelo descubrimos que Johnson es un tipo que te cuenta una historia muy diferente cada vez pero usando para ello elementos comunes. En todas y cada una de sus obras hay parajes desoladores, monstruos de pesadilla y personajes estrambóticos con grandes poderes o habilidades. Sea como fuere, se ha convertido en uno de nuestros autores de referencia. Como dice un compañero, de Johnson hasta la lista de la compra me interesa.

Murden Falcon es la mejor obra de Daniel Warren Johnson

La presente edición de Murder Falcon incluye una historia corta publicada originalmente en la antología Skybound X que conmemora el décimo aniversario del sello. Un pequeño relato totalmente prescindible, dedicado a rellenar una de las elipsis narrativas de la miniserie principal. Muy sencilla, muy tonta, pero que me ha dejado una sonrisa en la boca.

Sobre la trama principal no voy a hablar demasiado porque creo que todo el mundo o ha leído o debería leer Murder Falcon. Es más, recomiendo volver a visitar la obra pasados unos meses, cuando haya desaparecido el poso que deja, para disfrutar y emocionarse viendo cómo conecta todo, cómo Johnson va dejando pistas desde el primer momento sobre lo que de verdad se cuece en la historia. Si la primera vez os emocionó, la segunda os pondrá un nudo en el estómago desde los primeros compases.

Estamos ante una obra que es mucho más de lo que parece. Accesible a todo el mundo, aunque gustará especialmente a los aficionados al Heavy Metal, cuya premisa puede parecer disparatada ¿Un halcón con alas de acero y ametralladoras que viene a salvar al mundo desde un lugar llamado “El Heavy”? Lo cierto es que dicho y leído en voz alta suena a desfase total.

Pero más allá de las apariencias, creo que Murder Falcon es la obra más personal de su autor, la más sincera y, sobre todo, la más emotiva. Johnson realiza un sentido alegato de la música como instrumento de sanación para el cuerpo, la mente y el alma. Pero más allá de esto, es una historia de superación, autoperdón y amistad.

Para ello nos ofrece un personaje protagonista, Jake, que tiene mucho de autobiográfico. El héroe trágico de la historia es todo un foco de desesperanza, sumido en una profunda depresión con una pena tan grande que cala al lector. Se me antoja muy difícil creer que haya alguien incapaz de empatizar con el personaje y su mensaje de que siempre tenemos que intentar seguir adelante y tratar de perseverar.

Quizás el autor exagera estos sentimientos, pero todo forma parte de su estrategia para ganarse a los aficionados con un prota que resulte real en muchos sentidos.Por otra parte habría que destacar la relación entre Jake y el Halcón cuya incipiente amistad es buena parte del motor sobre el que se sustenta la trama. A veces imagino que Murder Falcon es la versión macarra de Calvin & Hobbes si Bill Watterson hubiera sido un heavy trasnochado.

Luego habría que resaltar que Murder Falcon es especialmente emotiva y emocionante para todo metalero de pro. Desde los jocosos homenajes que hay en las portadas alternativas (ofrecidas todas por ECC en este volumen), hasta las referencias y cameos directos de algunas de las estrellas del género más representativas.

Ojo, que si sois cachos de carne con ojos sin ningún tipo de sangre en las venas, y solo buscáis un tebeo cojonudo de acción y ciencia ficción, también estáis de enhorabuena con Murder Falcon, porque tiene un ritmo frenético en el que no paran de pasar cosas. El salvaje trazo de Daniel Warren Johnson (apoyado por la paleta de colores de Mike Spicer) parece que se va a salir de la página, va a romper la cuarta pared y te va a abofetear. Y ni recibiendo una hostia en los morros serás capaz de separar los ojos del tomo hasta que termines de leerlo.

El dibujo de Johnson es de otra galaxia. Forma parte de esa generación de artistas a la que pertenecen Dan Mora, James Harren o James Stokoe, que han nacido para crear escuela. Dibujantes inconformistas para los que no hay reto alguno, capaces de dibujar cualquier cosa con su narrativa intachable e irreverente. Sus tebeos siempre te dejan con ganas de más.

Perdonad si la obra me ha quedado un poco entusiasta. Lo merece sin duda alguna.