Hace ya más de un año que la editorial ECC se hizo con los derechos en exclusiva del sello Skybound de Image Comics. Tras una primera fase, en la que se afianzaron reeditando clásicos como Invencible, Los Muertos Vivientes o éxitos recientes del calado de Oblivion Song y Extremity, llega ahora el turno de disfrutar de la nueva hornada de colecciones entre las que podríamos destacar Stillwater o Ultramega.

Robert Kirkman ha declarado en numerosas ocasiones que fundó Skybound para poder editar los cómics que a él le gustaría leer. Esto ha provocado que autores jóvenes, con una efervescencia y sensibilidad creativas similares a la suya, hayan encontrado su hogar en el subsello de la reina de las editoriales independientes. El primer autor que me viene a la cabeza es el genial Daniel Warren Johnson (autor de la mencionada Extremity o mi adorada Murder Falcon), pero creo que podríamos meter al gran James Harren en el mismo saco.

James Harren (Pensilvania, 1986) ha ido llamando la atención en los últimos años gracias a sus trabajos para diversas series como Abe Sapien, Rumble o Thor. Estamos hablando de cómics que se han beneficiado de su fresco y llamativo estilo de dibujo. No obstante, a sus 35 años, Harren ha sentido que ya era momento de quitarse los ruedines para empezar a triunfar como autor completo con Ultramega.

Ultramega. Un cómic espectacular

No vamos a hablar demasiado de la premisa para no destripar el contenido. Baste decir que en un futuro no muy lejano, un virus alienígena llega a nuestro planeta provocando que las personas afectadas se conviertan en monstruos gigantes (o Kaijus). Para combatir esta creciente amenaza hay tres humanos elegidos para convertirse en Ultramegas capaces de plantar cara a un ejército implacable de criaturas.

Lo primero que debo añadir sobre Ultramega es que es un tebeo trepidante que, al margen de si terminan de cuajar ciertos giros de guion, se lee de una sentada. James Harren realiza una oda en toda regla a géneros japoneses como el Kaiju o Tokusatsu (héroes que crecen para enfrentarse a amenazas enormes como la mítica Ultraman), pero también hay elementos de manganimes recientes tan populares como Ataque a los Titanes o a esa pequeña joya dirigida por Guillermo del Toro que es Pacific Rim.

Ahora bien, si James Harren se hubiera limitado a ofrecernos una sucesión de batallas. seguramente no habríamos tenido problema ninguno. Pero lejos de limitarse a tirar por el camino fácil, Harren ha creado una trama con mucha más chicha de la que parece, y nosotros nos la hemos tragado sin rechistar de pe a pa gracias al efectivo gancho que supone un primer capítulo rebosante de acción.

Ultramega tiene varias partes bien diferenciadas. En la segunda nos topamos con un hilo conductor más diluido que ofrece varios cambios de rumbo que, en alguna ocasión, resultan algo confusos. Este nuevo y ambicioso juego planteado por Harren no acaba de convencerme, ya que pasamos de una típica monster movie a un mundo distópico más propio de Mad Max con arenas de combate y sectas adoradoras de Kaijus. Me da la sensación de que, por miedo a que lo tacharan de simplista, el autor ha querido complicar la idea original más de lo necesario. Esto, claro está, no son más que especulaciones mías, realizadas con la única base de chuparme el pulgar y levantarlo al aire.

Sea como fuere, estamos ante un cómic por encima de la media. Una notable superproducción amante de la serie b más cafetera que gustará a los aficionados de cualquiera de los múltiples géneros que toca gracias al apabullante acabado gráfico de la serie.

A nivel visual Ultramega es un sueño húmedo hecho realidad para los amantes de los monstruos. Se nota mucho que James Harren ha disfrutado como un enano diseñando al ejército de criaturas imposibles, alejándose de los tópicos que suelen mostrar a las némesis de los héroes, como seres antropomorfos con diversas variaciones. Los bichos de Harren a menudo son masas llenas de babas, dientes y tentáculos que parece que se van a salir de la viñeta.

Y es que el arsenal de recursos narrativos exhibidos por James Harren llega a quitar el aliento con unas batallas colosales, cuyos abrumadores y destructivos resultados quedan eclipsados por la violencia extrema de las peleas, que llega a alcanzar límites grotescos. Pero lo dicho, si el autor se lo pasa bien, el lector se lo pasa todavía mejor, por lo que en este aspecto podemos decir que Ultramega cumple su objetivo con creces.

James Harren ha concebido Ultramega como una epopeya dividida en dos series. La primera miniserie de cuatro números de gran extensión es recopilada íntegramente por ECC en este tomo de más de doscientas páginas. La segunda historia todavía no ha comenzado a publicarse en USA y, ni que decir tiene, que la espero como agua de mayo.