Y chimpún. Con la publicación de “Veneno 10: El trono del Rey”, finaliza la primera serie que colecciono en Marvel Premiere. Un formato que se me antoja como imprescindible al ofrecer material reciente a buen precio en tapa blanda. La siguiente será “El Asombroso Spiderman” de Nick Spencer y luego le seguirán los “Salvajes Vengadores” de Gerry Duggan y “Los Vengadores” de Jason Aaron. No obstante, estoy convencido de que no van a ser las últimas series que compre en Marvel Premiere. Habrá que estar atento al próximo plan editorial de Panini de cara a 2025 para saber más.
El Rey tiene nombre: Donny Cates
Durante algo más de tres años, Donny Cates ha hecho de Eddie Brock y su simbionte Veneno un personaje mucho más consistente, tridimensional y atractivo que cualquier otro autor previo en los 35 años de historia del personaje. Y, ojo, hablo de Eddie Brock porque lo que hizo Rick Remender con el Agente Veneno también estuvo muy bien. Pero era otro rollo.
Cates llegó al personaje y amplió su propia cosmología. Sin contradecir a guionistas previos como Cullen Bunn o Brian Michael Bendis, el escritor se encargó de otorgar a Veneno su némesis definitiva. Me estoy refiriendo a Knull, el Rey de todos los simbiontes, que acabó por protagonizar su propio evento: “El Rey de Negro”, cuyos eventos paralelos se narran en esta entrega, así como sus consecuencias, como veremos más adelante.
Los primeros episodios de “El trono del Rey” están ligados al crossover previamente mencionado y sirven para enriquecer el papel que Veneno tiene en sus acontecimientos. Mientras que en la serie troncal todo el Universo Marvel se da de leches contra Knull y sus huestes, en la cabecera del Protector Letal asistiremos a un viaje alucinante por el interior de la mente colmena que conecta a todos los simbiontes del multiverso.
Esto, además de dar algo de contexto al ataque del villano, sirve para que Donny Cates trastee con varios de los personajes que tan bien han portado el traje alienígena y sienta las bases del siguiente volumen de Veneno. Lo cierto es que una vez leídos, no me importa tanto que cierto héroe vuelva de la tumba, puesto que su regreso queda la mar de bien justificado y puede dar mucho juego.
Sin embargo, si tenemos que destacar algo de estos números es el dibujo espectacular que se marca Iban Coello sustituyendo a Ryan Stegman (muy ocupado ilustrando la miniserie principal). El artista patrio realiza un trabajo sublime, detallado y muy bien narrado, con algunas páginas que quitan el aliento.
“Marvel Premiere Veneno: El trono del Rey” finaliza con la inclusión del especial número doscientos usa. Una cifra espectacular, resultante de sumar todas las miniseries de los años noventa, y las diversas series regulares (“Caballero del Espacio”, “Agente Veneno”…) que ha protagonizado el viscoso alienígena. Un episodio que sirve como epílogo a “El Rey de negro” y como prólogo a la siguiente serie regular del personaje. En ambas funciones, cumple de sobra, al ser lo suficientemente emotivo por un lado y despertar la curiosidad por lo que está por venir por el otro.
Y es que lejos de abrazar el lema de “Todo cambia para que todo siga igual”, Donny Cates ha cambiado, removido, destruido y vuelto a ensamblar los diversos aspectos que conforman la esencia de Veneno para crear algo totalmente nuevo. Puede que Cates haya pecado de ambicioso, pero un servidor tiene ganas de leer más y no alberga ninguna duda de que esta ha sido la mejor etapa del personaje.
A modo de extras, la edición de Panini incluye una galería con las portadas (en miniatura) de los 199 tebeos previos protagonizados por Veneno y otra con las cubiertas (ya a tamaño normal) alternativas de este puñado de números.