Hablábamos hace varios meses del prólogo del minievento Universo Veneno, centrado en el simbionte preferido del 90% de los lectores de Spiderman. El 10% restante prefiere a Matanza. Y no, de Toxina ya casi nadie se acuerda. Vamos al tajo.
Universo Veneno
¡Llega Universo Veneno, el evento que ha durado menos que su prólogo! La historia que se insinuaba -siendo generosos- en el tomo anterior, llega aquí a su planteamiento, desarrollo y conclusión, todo ello en cinco grapas, en 144 páginas.
Cullen Bunn, que participó en el especial Venomverse War Stories (no, no penséis en el War Stories de Garth Ennis), toma las riendas del evento en su serie principal, y nos cuenta por qué el Capitán Venomérica (en serio, me parece de traca que nadie haya usado ese nombre) ha ido reclutando simbiontes por todos los rincones del multiverso. La idea alrededor de la que gira la historia es que en la Tierra en la que se desarrolla esta historia hay una especie depredadora de simbiontes, los Ponzoñas. Que pueda haber una especie a la que tenga miedo un bicho tan peligroso como Veneno hace que debiéramos percibirla como la amenaza definitiva… pero no. Los Ponzoñas son un parásito que infecta a los simbiontes y les da un aspecto óseo que sustituye a los hilillos de plastilina (ejem) que siempre ha parecido Veneno, haciendo que además tengan una especie de consciencia de especie (no mente colmena, no comparten pensamientos, sólo tienen un objetivo común).
El caso es que Veneno nunca ha tenido una franquicia independiente desarrollada en torno a él. Siempre ha sido un villano -o un antihéroe, en según qué momentos- de la parcela arácnida de la editorial, o un personaje solitario que va por libre. Tampoco hay demasiado trasfondo que aprovechar en los treinta años de historia del Poochie más querido de la editorial, así que lo que se ha hecho en este caso es mezclar algo parecido a Universo Spiderman -salvando las distancias- con algo parecido a, no sé, Marvel Zombies. O el videojuego The Last Of Us, si me apuras.
Lo que tenemos es una historia orientada a la acción y a molar mucho, una historia poochie protagonizada por poochies. ¿Un Lobezno Veneno? ¡Venga! ¿Y un Capitán América Veneno? ¡Cómo no! ¿Y un Masacre Veneno? ¡Ponme dos! Pero vamos, que tampoco es nada nuevo ponerle un simbionte a todo lo que se nos pase por la cabeza. Ya vimos un dinosaurio veneno en el Viejo Logan de Mark Millar, ¿no?
Los autores
Cullen Bunn es un veterano de los simbiontes. Fue el sucesor de Rick Remender en la serie regular en la que Flash Thompson encarnaba al Agente Veneno, y se mantuvo en la serie hasta su cancelación. También estuvo detrás del evento Minimum Carnage. En su currículum se cuentan series como Conan el Asesino, la serie regular de Sinestro o, actualmente, X-Men: Azul. Posiblemente, lo mejor que ha escrito en su carrera es la serie regular de Magneto, con lápices de Gabriel Hernández Walta. También es el culpable del Lobo metrosexual, pero eso ya lo he dicho en otras ocasiones.
Al dibujante afincado en Barcelona Iban Coello lo tenemos visto por varias series Marvel. Ha pasado por Poderosos Vengadores, Masacre o Injustice. Actualmente anda metido en Venomized, también con Veneno, también con Cullen Bunn.
En resumen…
Comer un chuletón de buey en un asador es una delicia, pero no siempre tienes el cuerpo para comerte un kilo de carne sangrante. A veces te apetece un Big Mac con patatas fritas grasientas. Universo Veneno es eso, es un cómic Big Mac. No tiene una trama original ni especialmente bien llevada, no tiene unos díalogos ingeniosos ni viene a revolucionar el medio ni a los personajes implicados. Pero a veces todo lo que te apetece es un recital de mamporros sin demasiado sentido, porque tampoco hace falta en una historia de estas características. Así que si eres fan de Veneno y de vez en cuando te apetece leer una historieta intrascendente pero llena de acción, Universo Veneno puede estar hecho para ti.