Con la publicación de “La llegada del dragón”, pasamos el ecuador de la recopilación en Marvel Premiere de los Salvajes Vengadores de Gerry Duggan. Quedan solo dos entregas más para que empecemos a echar mucho de menos esta peculiar formación, que tiene tanto de los héroes más poderosos de la Tierra como lo tuvieron, por ejemplo, los Nuevos Vengadores de Jonathan Hickman. Al final se trata de vender un título y en este caso, Marvel nos lo ha vendido muy bien.
Porque si nos quedamos tan solo en el nombre, manda huevos descubrir que esta serie es la colección de los Vengadores más divertida y satisfactoria desde que finalizó la epopeya del mencionado Hickman en “Secret Wars”. Ni Mark Waid, ni Jason Aaron (por lo menos en su primera mitad) han conseguido que me emocione tanto como lo ha hecho Gerry Duggan en esta espectacular historia de Conan contra Kulan Gath ambientada en la actualidad.
No obstante, antes de seguir con este conflicto, podemos leer un especial relacionado con los acontecimientos de “Imperio”, el gran crossover de hace un par de años que enfrentó a los Skrull y los Kree contra los Cotati. Con increíbles dibujos de Greg Smallwood, Duggan nos regala un puñado de páginas en los que Conan y Veneno se las ven contra hordas de hombres planta. Un divertimento ligero y efectivo que no desentona con el feeling general de estos Salvajes Vengadores cuya mayor pretensión es divertir al personal.
La llegada del dragón para reunirlos a todos
Una de las principales bazas del título es que Gerry Duggan, en lugar de hacer diferentes arcos, ha optado por centrarse en una sola trama que implique a un grupo muy localizado de personajes. Esto ha permitido que en apenas unos cuantos números, la serie de Salvajes Vengadores haya funcionado como un reloj muy bien engrasado.
En el arco que comprende los números 11 a 16 de la serie original, Duggan prepara a Conan y los suyos para la aparente confrontación final contra Kulan Gath y Shuma Gorath. El demonio (que levanten la mano quienes le conocieron gracias a los juegos de Capcom) ha ido ganando presencia poco a poco, hasta convertirse en un elemento más que amenaza la existencia de la Tierra 616 del Universo Marvel. Una presencia que no ha pasado inadvertida para el Doctor Extraño.
Como una guerra contada en varios frentes, Gerry Duggan vertebra al elenco de la serie en diversos grupos con el objetivo de hacerse con un ojo de Agamotto que posee el dragón Sadurag (presentado en los cruces de “La Guerra de los Reinos” en Iron Man). Para tratar de conseguir tal gesta será necesario rodearse de personajes como Magik, Juggernaut (que tiene alguna escena espectacular) o el Caballero Negro. Un plantel de héroes que no duda en ensuciarse las manos si es necesario.
Sin embargo, más allá de recurrir a unos personajes molones o de ofrecer un explosivo final, “La llegada del dragón” sigue siendo un ejemplo modélico de cómo hacer un buen tebeo de superhéroes con diálogos ingeniosos, buenas interacciones entre los protagonistas de la ficción, drama, acción y pinceladas de humor bien diseminadas aquí y allá.
Está claro que la cabecera no va a pasar a la historia. Pero no le hace falta. Aquí estamos para disfrutar de un viaje y un servidor se alegra muchísimo de que en Marvel, en una época en la que es complicado que una serie pase de su número doce, le hayan dejado tiempo para poder desarrollarla como es debido.
Quizás la única pega que le pondría a la serie es que adolece de tener algún dibujante espectacular capaz de plasmar en toda su gloria la orgía de violencia que requiere una pelea donde Punisher, Lobezno o Conan están implicados. No me quejo del trabajo de Butch Guice o Patrick Zircher, pero es cierto que le falta algo de garra.
Como viene siendo habitual en Marvel Premiere, los extras se limitan al prólogo y epílogo de Julián Clemente y a un par de portadas alternativas. Y tampoco hace falta más.