Dementes, Bone Parish, Death Follows, El Hombre Vacío o Harrow County son algunos de los tebeos de terror más destacados del último lustro. Todos ellos tienen como denominador común que han sido escritos por Cullen Bunn. El guionista americano ha demostrado en los últimos años ser una máquina todo terreno a la hora de abarcar este género, desde una perspectiva donde predomina lo sobrenatural y lo fantasmal. Ahora, sin dejar de pretender producir escalofríos a sus lectores, da un giro de 180º para ofrecernos Unearth, un tebeo distinto en su trayectoria.

Publicada por Image Comics entre julio de 2019 y marzo de 2021 como maxiserie de 10 números, podríamos decir que Unearth es un fantástico tebeo del subgénero body horror. Para esta ocasión Cullen Bunn ha contado con el dibujante Kyle Strahm, que ha abandonado los lápices para apoyar al guionista con la historia, y que parece haberse traído alguna idea de su serie Spread. Este tomo incluye los cinco primeros números de la historia que empezamos a desgranar ahora mismo.

Unearth, una obra de terror que bebe de múltiples fuentes

La premisa es sencilla: un grupo de élite formado por médicos y militares llega a una zona confinada de México en la cual sus habitantes están infectados con una extraña enfermedad, que al parecer proviene de una cueva, que les provoca unas deformidades que ríanse ustedes de las criaturas que pueblan la obra cinematográfica de David Cronenberg.

La trama principal llevará a este grupo a investigar la causa, adentrándose en una cueva que parece sacada de un relato de Lovecraft, gracias a la habilidad de los autores a la hora de crear un ambiente opresivo y la sensación de estar enfrentándose a un enemigo desconocido cuya verdadera apariencia es un misterio y puede llegar a desafiar la cordura de cualquiera.

Como suele ser habitual en las historias de Bunn, Unearth te atrapa desde el primer momento gracias a la excelente puesta en escena de un puñado de personajes perfectamente definidos desde el inicio. Personas que se mueven en una escala de grises que los aleja del maniqueísmo de buenos y malos y que se enfrentan a una situación desconcertante.

Esta sensación que sufren los protagonistas de Unearth la experimentarán también los lectores ,ya que los guionistas de Unearth van dosificando muy bien la información suministrada, ofreciéndola con cuentagotas. A esto hay que añadir un ritmo muy medido con una amenaza en las sombras que va in crescendo.

Honestamente, creo que, como aficionados al noveno arte, hemos ganado mucho con un Cullen Bunn que no parece interesado en retomar su carrera como guionista de superhéroes (sus etapas en Veneno y Masacre se quedan justitas) y que, por el contrario, tiene una necesidad imperiosa de centrarse en cómics de terror. Para Unearth ha mamado de algunas de las mejores fuentes: desde los mencionados Cronenberg (su trabajo en The Fly como referente principal) y H.P. Lovecraft, pasando por Stuart Gordon (Reanimator) o los diseños de Giger para Alien. Me atrevería incluso a añadir a Stephen King con sus indispensables La niebla y El cazador de sueños. Todos ellos maestros del terror que han servido de inspiración para que Bunn haya completado su metamorfosis en el escritor que es hoy en día.

Bunn y Strahm llevan al lector por donde ellos quieren, con un guion un tanto tramposo, que dosifica muy bien los cliffhangers aderezados por los llamados jumpscares. Cierto es que el juego que plantean es arriesgado, porque más de uno seguro que abandonará la serie debido al, totalmente buscado, desarrollo errático de la acción. En mi caso debo admitir que hubo varios momentos en los que no tenía nada claro qué era lo que estaba leyendo. Sin embargo, fue llegar a la última página y todo cobró sentido. Claro que jugarse toda la historia a una carta, como han hecho Bunn y Strahm, es una estrategia arriesgada y habrá que ver como cierran todo en el segundo volumen. A mí desde luego me han dejado en ascuas.

El dibujo de Unearth viene firmado por el casi debutante Baldemar Rivas, que realiza un trabajo correcto a la hora de diseñar y plasmar toda la asquerosidad provocada por las exageradas malformaciones corporales, pero que se queda algo corto en lo demás. Su composición de página es excesivamente limitada y simple. Tampoco ayuda la ausencia de fondos en todos las escenas exteriores y le falta algo de suciedad para los fragmentos que transcurren en las profundidades de la cueva y que no son todo lo opresivos que deberían ser.

Pese a esto Unearth es uno de los tebeos de terror más originales y sugerentes de cuantos se han publicado este año en España. Si sois aficionados al género yo que vosotros le echaría un vistazo, y, qué coño, solo van a ser dos números.