Cullen Bunn está que no para. En los últimos años hemos visto publicado sus Harrow Country , El hombre vacío , Bone Parish , Manor Black , Unholy Grail , y eso sin contar sus trabajos para Marvel. Pero donde mejor funciona entre el gran público es precisamente en esas obras de terror que publica con sellos independientes como Image, Dark Horse o Aftershock. Norma Editorial recupera ahora Los dementes , una miniserie de seis números editada en EE.UU. en Boom! Studios. Una obra que explora la psique humana y que juega continuamente con el lector, intentando confundirlo para que dude sobre qué es real y qué no.

Acompañaremos en la historia a Ashli, una joven enfermera con mucha vocación por ayudar al prójimo, para lo cual decide comenzar a trabajar en un hospital psiquiátrico que se encuentra desbordado por la falta de personal y la masificación de sus instalaciones. Pronto, la joven comenzará a percibir cosas raras, y a conocer tanto a trabajadores como residentes. Lo que comenzó como un acto de buena voluntad tardará poco en convertirse en una pesadilla de la no va a ser fácil despertar.

Bunn construye una atmósfera enfermiza desde muy pronto. Ya desde el primer número vamos a ser testigos de situaciones muy extrañas que nos hagan dudar qué es real y qué no. Esa atmósfera está muy bien trasladada por el dibujante Jack T. Cole que, si bien es un poco estático y no brilla especialmente con su narrativa, es especialmente bueno en las ambientaciones y más aún en la realización de algunas splash page en ciertos pasajes tan demenciales como el título de la serie. Además, el uso del color con un empleo cargado de significado para los rojos y verdes, ayudan mucho a generar esa atmósfera enfermiza que produce malestar y ganas de que los personajes escapen de ese entorno.

Pero tengo que reconocer que aparte de la atmósfera, la historia me ha parecido un poco floja, con un comienzo demasiado acelerado que se apoya excesivamente en la intención de confundir, y que por otro lado aporta poco novedoso. Funciona, pero no sorprende, y es una historia que deja poco poso, salvo el malestar que sí consiguen con su ambientación. Y eso que, para uno de los personajes clave, Jerjes, el diseño de la máscara y cómo la emplea apuntaba muchas maneras y es una de las cosas que más he disfrutado (sufriendo).

Y es una pena, porque el propio Bunn ha reconocido en alguna entrevista tener experiencia con problemas mentales por algún caso en su familia, y la obra podría haber sido una buena oportunidad para hacer un alegato sobre la importancia de la salud mental o simplemente una historia muy metafórica al respecto. En mi opinión, se queda bastante a medio camino y acaba derivando hacia un terreno sobrenatural que en cierto modo desvirtúa todo el aspecto de la enfermedad mental.

En definitiva, Los dementes  es una historia de terror correcta, con un gran trabajo de ambientación y que los seguidores del guionista y los fans del cómic de terror seguro van a saber apreciar y disfrutar. Aún así, puede dejar con la sensación de no haber sabido aprovechar del todo las herramientas elegidas para haber hecho una historia con mucho más calado, y si eres un consumidor exaustivo de productos de este tipo puede dejarte una sensación de haber visto cosas similares antes. El tomo viene presentado en una edición cartoné con papel estucado.

Lo mejor: Las splash page de Cole. La atmósfera enfermiza. El uso del color. El personaje de Jerjes y su diseño. Su extensión, sin pretensión de estirar el chicle innecesariamente.

Lo peor: Deja con la sensación de que podía haberse aprovechado más la historia. La narrativa algo rígida de Cole. El papel empleado para la edición me parece demasiado brillante.