Con “El retorno del Duende Verde”, la reedición de El Asombroso Spiderman de Nick Spencer llega hasta su decimoprimer volumen en formato Marvel Premiere. En concreto, este tomito incluye los números 48 y 49 (siendo este el especial 850 de la numeración legado), un one-shot titulado “Los pecados de Norman Osborn” y parte del material del Free Comic Book Day Spider-Man 2020. No obstante, el grueso de la historia está dedicado a narrar la conclusión de la saga que nos devolvió al Comepecados en la entrega anterior.
Spidey y el Duende Verde contra el mundo
Por hacer un poco de memoria: El retornado Comepecados sigue yendo por ahí con su escopeta recortada repartiendo balazos a diestro y siniestro. Lo que sucede es que si te alcanza ya no te mata, sino que purga tu alma de todo mal. Si lo pensamos desde el punto de vista pragmático esto es algo bueno, ¿verdad?. Como imagino que todos estamos de acuerdo, supongo que la estupefacción sufrida al leer estos números habrá sido algo común en casi todos nosotros.
En esencia, si esto fuera una película sería del género Home Invasion, todo un “Asalto al distrito 13”, en la que el Comepecados y sus huestes tratan de llegar hasta Norman Osborn, ahora flamante director del Instituto Ravencroft. Si Spidey tuviera dos dedos de frente se lo entregaría… Pero no, hará lo imposible porque el antaño (hasta ahora) Duende Verde salga ileso.
No es spoiler, lo pone bien claro en la portada. Si cuento que para hacer frente a la amenaza Spiderman deberá hacer equipo con el Duende Verde, veremos que ambos nos regalan unas escenas de acción sensacionalmente dibujadas por Ryan Ottley y Mark Bagley (que suerte ha tenido el guionista con los artistas que le han tocado), regadas por unos diálogos brillantes marca de la casa donde las pullas, el rencor y la bilis están a la orden del día. Sinceramente, a veces pienso que Nick Spencer o bien es un genio incomprendido o bien se la trae todo al pairo por la forma que tiene de romper los esquemas al lector con este tipo de aventuras.
Es que si lo pensáis bien, después de la muerte de Gwen, después de la no muerte de Harry, de haber secuestrado a su Tía May o de lo sucedido en “Pecados del pasado”, yo soy Peter y lo que hago es robarle la escopeta al Comepecados para pegarle el tiro a Norman Osborn. Pero uno de verdad, de los que van con un cartucho lleno de pólvora. Claro, que esta necesidad patológica del trepamuros por mantener a salvo al alter ego del Duende Verde entronca perfectamente con la naturaleza del personaje, por muy inverosímil que resulte toda la premisa de la trama. Peter lleva al máximo lo de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” o, por remontarnos a tiempos más cercanos, el “nadie muere” que entonó en la recta final de la etapa de Dan Slott.
Me hace gracia ver que Nick Spencer pese a recuperar elementos claves del lore de la etapa de Stan Lee y John Romita como Mary Jane, el Peter estudiante (aunque se olvide de esto cada dos por tres), a J.J.Jameson o al Duende Verde; lo que consigue es que el título resulte más desnaturalizado a medida que pasa.
Con todo, estos números tienen tal ritmo y están tan bien dialogados que debo reconocer que los he disfrutado enormemente. Uno ya se acerca a la serie con la sensación de “venga, va, a ver qué más puede pasar”. Pues pasar, siguen pasando muchas cosas, de eso no hay duda.
Otro detalle que me llama la atención es la pasión de los distintos guionistas en encumbrar a Norman Osborn. Desde que Howard Mackie (y el resto de escribas de la franquicia) destaparon al Duende Verde como el autor en la sombra de todas las desgracias de Peter desde la Saga del Clon original, hemos visto a Norman siendo el dueño del Daily Bugle, jefazo absoluto de Hammer (tras Invasión Secreta) o ahora dirigiendo la versión Marvel del Sanatorio Arkham de DC. ¿Qué será lo próximo? ¿Presidente de Estados Unidos? Ejem, si Lex Luthor lo fue, tiempo al tiempo.
El resto de historias del especial 850 tienen un nivel gráfico brutal con Humberto Ramos o Chris Bachalo a la cabeza, pero son aventuras ligeras, unas más simpáticas que otras. Mencionar que si al leer el fragmento del FCBD os entran ganas de leer la serie regular de la Gata Negra de Jed MacKay, desde esta casa simplemente os decimos que ya estáis tardando, porque es una verdadera delicia.
En resumidas cuentas, El Asombroso Spiderman de Nick Spencer es una serie a todas luces irregular. No obstante, está realizada con tan buen oficio y cariño por la esencia de los tebeos Marvel que suele resultar sumamente divertida, como es el caso de esta entrega.