Saludos, queridos lectores. Hoy hablaremos de la locura. La simple y más pura locura. Locura, la ausencia de cordura. Si, suena a perogrullada, pero así lo definía la doctora Quinn cuando yo estaba en Batman: Asilo Arkham.
Antes de nada, quería comentaros que hoy hablaremos de la edición de lujo que ECC nos trae dentro de la linea Etiqueta Negra. O Black Label, si lo preferís :-). ¿Y cual es la diferencia con ediciones no de lujo, que solamente traen la historia deMorrison? Pues que aquí tenemos, escrito en un precioso y legible castellano, el guión original del autor, para que comparemos con el resultado final.
Allá por 1989 Grant Morrison escribió esto para Karen Bergen. Bueno, realmente no para ella, pero ya nos entendemos. Además, que mi contrato me obliga a escribir el nombre de la editora de Vertigo cuando reseño algo de esa linea editorial.
La historia principal nos cuenta que tras un motín en el manicomio más famoso de DC, los reclusos (liderados por un guasón llamado Joker) se las arreglan para chantajear-convencer-engañar a Batman para que vaya con ellos. Durante esa visita-juego-duelo mental veremos diferentes aspectos de nuestro muerciélago y de sus enemigos y rivales. Mezclada con esta historia, se nos contará la del origen del edificio y de la institución.
Es posible que leyendo esto se nos venga a la cabeza la simetria, la dualidad, la elección entre alternativas.Bueno, es una historia donde sale Dos Caras , y Morrison lo sabe:-).
¿Pero de qué trata esta historia? Realmente, de muchas cosas y a la vez de nada. Actua en realidad como un enorme conjunto de manchas de tinta de Rorschach. Es el lector el que deberá interpretar los múltiples mensajes y las alusiones que aparecen en estas páginas. Después de todo, estamos explorando el interior de una mente. O de muchas.
Muy básicamente el Joker quiere enloquecer a Batman. O que Batman reconozca estar loco. Pero tendremos ocasión de reflexionar sobre la locura, la culpa, el odio, la venganza, la propia personalidad…
Como si de un oscuro y retorcido poema se tratase, tendremos lo que el autor nos da y a la vez lo que nosotros veamos. No como un espejo para nuestros miedos, sino más bien como un lienzo donde nuestros ojos interpretan lo que ven según nuestras experiencias. Podremos ver en un personaje al triste, rencoroso y amargado héroe de una película de Charles Bronson. O podemos ver un eco-reflejo del origen de Spiderman en otro mundo y otro tiempo.
Batman: Asilo Arkham está ilustrado por Dave McKean. Y cuando digo ilustrado quiero decir eso. Más que un cómic, tenemos a veces un libro ilustrado. Unas láminas donde el texto de Morrison toma la forma de las voces de los personajes. Integrado no es la palabra exacta, puesto que parece formar parte del dibujo. Igual que una inscripción en piedra forma parte del edificio en el que está.
Un dibujo-collage-fotografía que se sumerge de lleno en ese plano onírico-surrealista donde las leyes de la física no siempre existen. Donde el expresionismo y la escritura automática se dan la mano formando un todo.
Un dibujo a veces fantasioso, a veces detallado, a veces grotesco y a veces repulsivo. Pero que refleja esa locura que diferencia a los habitantes de Arkham de los locos más normales.
Un dibujo que intenta plasmar en papel aquello que solamente existe dentro de la mente.
También quiero deciros que esta no es una obra rápida ni sencilla de leer. El autor ha escogido unas tipografías que exigirán tiempo y calma. Y ha integrado textos en los dibujos de tal forma que a veces hasta cuesta leerlos.
Nadie dijo que llegar a entender los pensamientos del Joker fuera sencillo.
Pasemos a la edición. Lo más interesante es el guión que acompaña al tebeo. Que viene con anotaciones sobre el propio guión y los cambios sufridos. 68 páginas de guión que te permitirán, querido lector, no solamente comprender mejor la obra; sino también el proceso creativo de los dos artistas.
Pero hay aún más extras. Tendremos el boceto en viñetas creado por el guionista. Si, los dibujitos de Morrison a modo de storyboard.
Y un breve artículo escrito por… Santa Karen Berger (que dirían algunos Torteros muy fans suyos 🙂 ). Quizás a nivel visual sea lo más flojo del tomo. ¿Y eso? Pues porque para mantener la coherencia con la idea de Black Label, el texto es grisaceo, ofreciendo un contraste demasiado suave para poder leerse bien.
Tendremos también las reproducciones como dibujos de las portadas originales USA, tapa dura y tapa blanda.
No penséis que me olvido de la traducción. Felip Tobar Pastor consiguió hacerla sin enloquecer ni ser ingresado en ninguna institución mental de Gotham.
¿Por qué leer Batman: Asilo Arkham?
Un reflejo intenso de las locuras que puede haber dentro de una mente. Lleno de detalles y referencias donde cada lector verá reflejada su propia mente. Una integración perfecta de dibujo y texto. El guión original traducido al castellano.
¿Por qué no leer Batman: Asilo Arkham?
Algunas escenas nos resultarán escabrosas y perturbadoras. Hay viñetas que fueron creadas a propósito para que cueste leerlas.