Ya llevamos un cuarto de siglo XXI. En estos últimos 25 años, el Capitán América ha gozado de una gran estabilidad creativa desde el relanzamiento del título a manos de Ed Brubaker y Steve Epting. Tras él llegaron también largas y sólidas etapas a manos de Rick Remender o Nick Spencer. Una vez finalizada la estancia del guionista que ha hundido a Spiderman en los últimos tiempos, nos tocó sufrir a Ta-Nehisi Coates, que ofreció un refrito o pastiche de lo que habían hecho algunos de los principales guionistas del abanderado en las décadas anteriores. Sin embargo, tras sus dos años en el título, el vengador de las barras y estrellas se ha sumido en caos creativo del que todavía no ha salido.
Revolución. Un relanzamiento sin relumbrón pero muy efectivo
Con estos mimbres llegamos al relanzamiento del que es motivo esta reseña. Para la ocasión, desde Marvel Comics decidieron contar con dos series regulares protagonizadas por Steve Rogers y Sam Wilson. Algo muy acertado, porque si tienes dos buenos personajes, ¿para qué prescindir de uno de ellos?. La primera sorpresa que nos llevamos fue al ver el nombre de los guionistas. En la serie del capi de toda la vida están Jackson Lanzing y Collin Kelly, pareja de escritores que han multiplicado sus proyectos desde entonces (actualmente se encargan de una de las nuevas series mutantes de “Desde las cenizas”). En la cabecera centrada en el antiguo Halcón nos topamos con Tochi Onyebuchi, novelista de ciencia ficción y fantasía (con algún pinito en el campo de los videojuegos) y activista por la igualdad de derechos. No son nombres que, a priori, te vendan un cómic. Ahora bien, hay que reconocer que este comienzo es prometedor.
Dos series regulares que empiezan con un especial común en el que Sam y Steve se enfrentan a Arnim Zola. Una aventura directa, adrenalínica, que deja un gran sabor de boca pero no da pistas de por donde va a tirar cada colección. Hay elementos comunes, como la presencia destacada de Bucky Barnes y de Joaquín Torres (el actual Halcón). Es decir, cada capi tendrá su propio sidekick (aunque esta sea una afirmación un poco reduccionista teniendo en cuenta el peso que tendrán en la trama).
Una vez empezamos las series regulares no tardamos en percatarnos que autores y editorial le han dado tonos muy diferentes. La de Steve Rogers opta por una mezcla de thriller de espías aventurero con reminiscencias a las etapas del citado Ed Brubaker o a la de Mark Gruenwald. En la de Sam Wilson, las historias tendrán un calado mucho más social y político tocando temas como la desigualdad o la inmigración. Eso sí, Onyebuchi logra un correcto equilibrio entre estos elementos y los propios de un tebeo de superhéroes.
Sobre las tramas… No podrían ser más diferentes. En “Centinela de la libertad” (Steve Rogers), el tándem creativo opta por centrarse en el escudo y lo que representa para el capi y el resto de americanos. Para darle más chicha al asunto, Lanzing/Kelly presentan una nueva organización que mueve los hilos en la sombra desde hace años como si fuera un remozado Imperio Secreto. En “Símbolo de la verdad” (Sam Wilson), el foco se pondrá sobre el problema de la inmigración, con este capi y el Halcón tratando de llegar al fondo del asunto, lo que les hará viajar de un punto a otro del globo.
Por lo general, estamos ante unas series cuya falta de pretensiones y ambición es uno de sus mayores aciertos. Personalmente, estoy un poco cansado de que cada vez que hay un cambio de guardia se nos tenga que contar la historia más grande jamás escrita del personaje de turno. En ocasiones, basta con hacer tebeos entretenidos con los que pasar un buen rato. Esta es una de esas veces.
Dejo para el final la parte artística. Aquí sí encontramos nombres muy potentes. “Centinela de la libertad” cuenta con el arte de Carmen Carnero. La dibujante española realiza su mejor trabajo hasta la fecha, mostrando unas páginas espectaculares y una narrativa mucho más fluida que en “Capitana Marvel”, su anterior serie regular. Por su parte, “Símbolo de la verdad” ha tenido la enorme fortuna de tener a R.B. Silva como artista. Sobran las palabras para uno de los ilustradores más en forma que hay en este momento.
Panini ha optado por reunir ambas cabeceras en la misma edición de Marvel Deluxe. Aunque estos primeros arcos van cada uno por su sitio, estoy convencido de que las tramas de ambos acabarán convergiendo antes de la llegada de J.M. Straczynski al título.