Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga

Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga
Guion
Al Ewing, Stan Lee y Larry Lieber
Dibujo
Tom Reilly, Jack Kirby y Don Heck
Tinta
Tom Reilly, Dick Ayers y Don Heck
Color
Jordie Bellaire y Stan Goldberg
Formato
Rústica. 120 páginas. Color
Precio
15,50€
Editorial
Panini Cómics . 2023
Edición original
Ant-Man #1-4, Tales to Astonish #37 y #43 (Marvel)

Al Ewing y Tom Reilly nos traen Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga, la que podría ser la aventura definitiva de vuestro héroe favorito. Bueno, tal vez no el de todos vosotros, pero de algunos sí, ¿no?… ¿Nadie?

Me vais a disculpar esta pequeña tontería de inicio, pero me parecía importante recalcar que probablemente el Hombre Hormiga no es el héroe favorito de nadie y aunque lo fuera de alguien, probablemente sería fruto de alguna de sus tres películas y no de sus cómics. En la Marvel original, nunca tuvo cabecera propia como sí sucedería con su compañero de serie, Hulk, o como pasaría también con Capitán América, Thor, Iron Man, Doctor Extraño y otros protagonistas de cabeceras antológicas del mismo tipo, como Journey into Mystery, Astonishing Tales o Strange Tales.

Siempre Hombre Hormiga

De hecho, no tardarían en hacer desaparecer la identidad de Hombre Hormiga en favor de otros alter egos de Hank Pym como Hombre Gigante, Goliath o Chaqueta Amarilla. El Hombre Hormiga quedaría en el olvido casi hasta los años ochenta con la presentación de Scott Lang, que tampoco dejó de ser nunca un secundario, el tipo de héroe al que Bendis no dudaría en matar como golpe de efecto sin excesivos daños en Vengadores Desunidos ya a principios del presente siglo. Reconozcámoslo, el Hombre Hormiga le importaba tan poco a todo el mundo, que dejarían a Robert Kirkman y Phil Hester crear esa tercera encarnación de Eric O’Grady, del todo políticamente incorrecta y opuesta a cualquier idea anterior de este héroe.

No tendría una nueva oportunidad con cabecera propia hasta 2015 con la nunca bien valorada etapa de Nick Spencer y Ramón Rosanas, y habría una miniserie posterior con Mark Waid y Javi Garrón, y otra más tarde con Zeb Wells y Dylan Burnett, pero todas estas ya serían más fruto de las películas que de su popularidad en los tebeos.

Y es que casi con cualquier otro héroe de antigüedad similar nunca se me habría ocurrido hacer una intro tan larga, ya que asumo que todos conocemos los puntos clave de su historia, pero para el caso del Hombre Hormiga es imprescindible situarnos si nos enfrentamos a un tebeo como Siempre Hombre Hormiga, que repasa de algún modo toda la historia del personaje, las distintas encarnaciones, la intrahistoria y el propio concepto alrededor del personaje con uno de esos ejercicios meta que tanto le gustan a Al Ewing y donde el hecho de estar leyendo forma parte de la propia experiencia de lectura de Siempre Hombre Hormiga.

Siempre Hombre Hormiga

Un misterioso personaje venido del futuro visitará distintos momentos de la corriente temporal con objeto de reclutar distintas encarnaciones de Hombres Hormiga para hacer frente a una amenaza que les es muy familiar, ahora más poderosa que nunca. De este modo, el primer capítulo de Siempre Hombre Hormiga visitará al Hank Pym de los años 60, el segundo al Eric O’Grady de los dosmiles, el tercero al Scott Lang de la actualidad y el capítulo final nos llevará con todos ellos y su misterioso reclutador al futuro para confrontar al gran adversario.

Tanto Ewing como Reilly, emularán los modos de cada época, a nivel tonal, estético y narrativo, pero sin caer en la mimetización de tics superficiales. El ejercicio que ambos realizan es conseguir seguir siendo ellos mismos y a la vez evocar a Stan Lee, a Jack Kirby, a Don Heck, a Robert Kirkman, a Phil Hester y, aunque de manera mucho más residual, a Spencer y Rosanas. Se nota que el equipo ha hecho los deberes para empaparse y comprender la continuidad del Hombre Hormiga, de cara a poder buscarle un giro de tuerca unificador.

Siempre Hombre Hormiga

Ewing nos vuelve a hacer uno de sus juegos meta marca de fábrica, del mismo modo que haría en Defensores o Inmortal Hulk e incluso lo llega a relacionar con otra de sus obras anteriores, que sería spoiler revelar, pero en este caso el tono es mucho más ligero y con una cierta carga de humor a la que no nos tiene acostumbrados el guionista inglés.

Reilly, al que ya habíamos conocido en La Cosa, nos vuelve a demostrar que es uno de los nuevos talentos más a tener en cuenta de la actualidad. Cuatro registros de estilo visual y cuatro registros de estilo narrativo poniéndose en la piel de los dibujantes que lo precedieron y aún así dejando ver su propia personalidad en todo momento. Mención aparte merece la labor de esa bestia parda irlandesa llamada Jordie Bellaire, capaz de ubicarnos en las distintas época solo con el color, como mínimo, con la misma sutileza y elegancia que sus compañeros guionista y dibujante, capturando el espíritu de cada época sin mimetizaciones clónicas.

Siempre Hombre Hormiga

Complementan Siempre Hombre Hormiga dos historias del Tales to Astonish original, contra dos de los villanos que serán antagonistas en el primer capítulo y que dejan patente que mientras la seña de identidad de Spiderman era enfrentarse a villanos animal, la de Hulk enfrentarse a monstruos, los 4F a aliens o Iron Man a comunistas, nuestro diminuto héroe se pegaba contra ancianos y limpiaventanas. Aún no puedo entender por qué esta serie no fue un éxito.

Decíamos que el Hombre Hormiga no es el héroe favorito de casi nadie, pero al terminar Siempre Hombre Hormiga entran ganas de releer viejas etapas o bucear en el pasado por primera vez, lo cual es una pena, ya que hay etapas como la de Kirkman y Hester que no se encuentran disponibles hoy día. En cualquier caso, Siempre Hombre Hormiga no solo abre el apetito hacia el pasado, sino también hacia el futuro, ya que pronto debería llegarnos un experimento similar y a cargo del mismo equipo, pero esta vez protagonizado por la Avispa. No nos lo perderemos.