Me parece curiosa y todo un acierto la iniciativa de ECC con su línea DC Pocket. Lo que comenzó siendo una reedición de greatest hits sempiternos como “La broma asesina”, “Watchmen”, “V de Vendetta” o “El largo Halloween” se ha convertido en un vehículo de promoción muy acertado. A un precio de 9.95 €, la editorial se va atreviendo con series largas como Sandman, obras más modernas como el Tribunal de los búhos o clásicos como este Superman ¿Qué fue del hombre del mañana? y otras historias, cuya edición es idéntica a la publicada en formato comic book con encuadernación en cartoné en la colección Grandes Autores.Así, por unos pocos euros, este material está disponible para todos aquellos a los que no le importe una reducción del tamaño de la obra original.
La verdad es que nunca antes había leído estos tebeos de Alan Moore, no soy su mayor fan. Disfruto de muchas obras del maestro inglés (su “V de Vendetta” y su “From Hell” son ley para mí), pero no he seguido con devoción su trayectoria. Por eso esta ocasión se presentaba como idónea para acercarme al puñado de historias que Alan Moore escribió del Hombre de Acero, y que una vez leídas me parecen lo mejor que ha hecho el guionista con un personaje mainstream, y mira que su “Capitán Britania” está genial.
En verdad Superman es un personaje al que me cuesta acercarme. En general aquellos héroes que son tan jodidamente poderosos no me terminan por gustar. Como con todo, hay un puñado de historias (Elseworlds en su mayoría) que me flipan: “Identidad Secreta” de Kurt Busiek y Stuart Immonen, “All Star Superman” de Grant Morrison y Frank Quitely o “Las Cuatro Estaciones” de Jeph Loeb y Tim Sale son tebeos que no deberían faltar en la biblioteca de ningún aficionado al personaje o al cómic en general.
La personal visión de Alan Moore del mito de Superman
Pues ahora, una vez leído “¿Qué le pasó al Hombre del Mañana? y otras historias”, tengo que repensar mi top 3 particular, porque la aportación de Alan Moore a la mitología del primer gran superhéroe me ha dejado impresionado, emocionándome como pocos tebeos lo han hecho últimamente.
El volumen comienza con mi favorita “Para el hombre que lo tenía todo”. Los superhéroes también cumplen años y Superman no es una excepción. La premisa es sencilla: Batman, Robin y Superman van a la Fortaleza de la Soledad para entregar sus regalos a Kal El, pero se lo encuentran en estado comatoso paralizado por una especie de planta parásito.
En apenas un puñado de páginas Alan Moore nos relata a la perfección la esencia de lo que se supone debe ser el heroísmo. Este “What If?” parte de un universo donde Krypton no es destruido y Kal El no viaja hasta la Tierra para convertirse en el boy scout de la capa roja. Sin comerlo ni beberlo, seremos testigos de un precioso ensayo sobre la felicidad verdadera. Y de postre, muy buenas representaciones del resto de héroes invitados.
El análisis que hace Moore del héroe y de todas las posibilidades que tiene es sencillamente brillante. Encima, tenemos a Dave Gibbons de dibujante, cuyo excelso trazo limpio le sienta de maravilla a la historia.
Seguimos para bingo con “¿Qué le pasó al hombre del mañana?”. Alan Moore une fuerzas con el clásico dibujante Curt Swan para narrar la supuesta última historia de Superman. DC contó con el beneplácito de Jerry Siegel para publicar el desenlace definitivo para la andadura del personaje, previa a las Crisis en las Tierras Infinitas, y su posterior relanzamiento a manos de John Byrne. Para la ocasión Alan Moore crea un cuento de hadas que imagina cuál sería el final de Superman si fuera un personaje “creator owned” y un engranaje más de la maquinaria en constante movimiento que es DC (como también lo es Marvel).
Para ello nos cuenta el relato en palabras de Lois Lane, que concede una entrevista para contar los últimos días de nuestro protagonista. Estamos ante dos números plagados de buenos momentos, épica a mansalva (se dan cita para la ocasión los mayores enemigos del personaje) y algunas ideas polémicas. Sin duda alguna me parece la reflexión definitiva acerca del peso que le supuso a Superman servir de inspiración para todo y todos.
Para el final queda la historia más floja de todas: “Los confines de la jungla”, con protagonismo compartido con La Cosa del Pantano. Un guion tramposo, porque sabemos de sobra que al final Superman se salvará, pero que con todo, engancha desde la primera página con esa carrera contrarreloj que provoca que nos mordamos las uñas. Rick Veitch se encarga de la parte artística, consiguiendo que la atmósfera sea todo lo opresiva que requiere la situación.
En definitiva, me arrepiento mucho de no haberme acercado antes a estos cómics (algo incomprensible, soy consciente) pues creo que ofrecen una versión única e icónica al mismo tiempo de Superman. Si alguien no las tiene o no las ha leído que aproveche la ocasión. No se va a arrepentir.