Antes de empezar a hablar en profundidad de “Batman: El tribunal de los búhos” creo que es conveniente dar un poco de contexto, por si hay alguien que llega a esta reseña sin conocer la convulsa historia editorial de DC en lo que va de siglo. Corría el año 2011 y desde la editorial de Detective Comics decidieron que era necesario un revulsivo para que la gente se volviera a enganchar a sus tebeos, cuya vida editorial con décadas de continuidad a sus espaldas era una mochila muy pesada. Aprovechando el evento “Flashpoint” de Geoff Johns y Andy Kubert, DC relanzó todo su universo con cincuenta y dos números uno en septiembre de ese mismo año.

Múltiples líneas editoriales, la inclusión de Wildstorm dentro de la continuidad y rediseños de todos los personajes importantes por obra y gracia de Jim Lee (que se forró a base de bien) dieron como resultado que DC estuviera reinando en las listas de comic-books más vendidos, hasta que la Casa de las Ideas contraatacó con la iniciativa Marvel Now. El caso que nos ocupa con Batman fue especialmente exitoso. Su número uno vendió más de 188000 copias y el título se mantuvo en los primeros puestos mucho tiempo.

En el caso de Batman, el relanzamiento fue relativo porque su guionista, Scott Snyder, ya se había encargado de varias aventuras previas al relanzamiento editorial. Con “El tribunal de los búhos”, Snyder sentó las bases de la franquicia de la bat-familia en los años venideros hasta que tocó nueva puesta a punto con “Rebirth” y la llegada de Tom King al título.

Huelga decir que “Batman: El tribunal de los búhos” es uno de los mayores best sellers de la historia de DC. En España son casi innumerables las ediciones que ha tenido la historia: grapa, rústica, Batman Saga, Deluxe, pocket, coleccionables varios o, la que nos ocupa, dentro de la nueva línea “Grandes novelas gráficas”, de ECC. Para esta ocasión, la editorial ha decidido recopilar tan solo los once primeros números de la cabecera de “Batman”, obviando el primer anual (incluído en muchas recopilaciones previas) o los tie-ins con el resto de títulos de la “Bat-Familia”.

El tribunal de los búhos pone a prueba al Caballero Oscuro

Como hemos comentado, el primer capítulo sirvió para presentar la nueva continuidad de Batman. En el caso que nos ocupa, no hubo excesivas diferencias con lo que ya sabíamos. Si acaso habría que destacar que Bárbara Gordon volvía a andar tras recuperarse de la lesión que el Joker le provocó en la historia “La broma asesina”.

Ahora bien, a modo de presentación, “El tribunal de los búhos” comienza con una brutal escena de acción, con Batman partiendo cabezas en un motín que tiene lugar en el Manicomio Arkham. En esta set piece, nuestro héroe casi parece salido de la famosa saga de videojuegos que terminó hace unos años con Arkham Knight. De ahí pasamos a ver cómo interactúa el detective con el Comisario Gordon, con Alfred o con Dick, Tim y compañía. Solo en 24 páginas, Snyder ofrece un vistazo a todo el entorno del protagonista mucho mejor que lo logrado por Jeph Loeb y Jim Lee en los doce números de “Batman: Silencio”.

La premisa de “Batman: El tribunal de los búhos” es sencilla y brillante. Bruce Wayne quiere modernizar Gotham invirtiendo una cipotada de pasta en la construcción de nuevos edificios. Algo sencillo dada su acomodada situación. Por contra, su alter ego nocturno lo tendrá más complicado investigando un cadáver cuya identidad es todo un misterio. El guionista va creando poco a poco una intrincada tela de araña con alma de thriller conspiranoico que atrapa al lector de forma inmediata.

Snyder intercala perfectamente los elementos propios de una novela detectivesca con la acción más desenfrenada. A la par va diseminando miguitas de pan sobre la identidad o las verdaderas intenciones del llamado “Tribunal de los búhos”. Un cónclave que nos deparará más de una sorpresa, tanto por sus miembros, sus raíces con Batman y sus allegados como por su potente puesta en escena. El escritor aprovechó a la perfección el “lienzo en blanco” que supuso el New 52 para remover los cimientos sobre los que se erigen los mismísimos preceptos morales del Señor de la noche.

Creo sinceramente que este “Batman: El tribunal de los búhos” de Scott Snyder y Greg Capullo es posiblemente el mejor material producido por el personaje creado por Bill Finger y Bob Kane desde “Gotham Central“. La perfecta mezcla de géneros, el nuevo enemigo que parece imbatible o la imaginativa forma con la que la fortaleza (física y mental) de Bruce Wayne es llevada al límite, me parece que es digna de elogio. Me cuesta creer que sea el mismo autor que luego degeneró en eventos metaleros varios.

La única pega que le pondría al guion es que la batalla final se me antoja algo anticlimática y forzada, cayendo en muchos tópicos super heroicos que se habían evitado con efectividad durante todo el desarrollo de “El tribunal de los búhos”.

En la parte gráfica, Greg Capullo realiza posiblemente el mejor trabajo de toda su carrera, brillando sobre todo en las numerosas escenas de acción. Su narrativa y composición de página poco tiene que ver con aquel artista que despuntó en X-Force hace tres décadas. No obstante, las malas costumbres son difíciles de olvidar, por lo que no nos queda otra que pasar por alto su tendencia a exagerar la musculatura de los personajes.

La edición de ECC incluye como extras una introducción del propio Scott Snyder, unas cuantas portadas alternativas y la reproducción de algunas páginas originales de Greg Capullo.