Gracias a Marvel Premiere los lectores que, como yo, estuvimos indecisos a la hora de acercarnos a una determinada serie (y ahora es demasiado tarde debido a que sus primeros números están agotados), tenemos una nueva oportunidad de hacernos con colecciones capitales de La Casa de las Ideas por un precio muy económico. No hace mucho hablamos por aquí de las primeras entregas de Doctor Extraño y Spider-Man. Hoy toca centrarnos en Veneno.

En 2018 se estrenó la primera película protagonizada por el simbionte preferido de todo el mundo. Un filme con unos resultados discretos a nivel creativo, pero muy lucrativa, pues costó poco más de 100 millones y recaudó casi 900. Desde la editorial decidieron relanzar al personaje que en ese momento estaba en manos de Mike Costa, que había devuelto a Eddie Brock al primer plano tras finalizar el ciclo de Flash Thompson. Su sustituto fue Donny Cates, un escritor que había demostrado su buen hacer en pequeñas etapas en series como Thanos o la mencionada cabecera del Maestro de las Artes Místicas. Cates ya tenía un nombre en el mundillo independiente con la soberbia God Country y hoy en día es uno de los principales escritores de la editorial, encargándose de series como Thor.

Olvidad todo lo que sabéis de Veneno

Así de tajante me muestro. Y si leéis esta serie sabréis por qué. Cates empieza a fraguar una larga historia río, que ahora mismo está desembocando en la macrosaga El Rey de Negro, desde el primer momento. Esta nueva colección del antaño Protector Letal echa por tierra todo lo que estaba establecido sobre el simbionte, desde su origen hasta la primera vez que visitó la Tierra. Para ello veremos cómo el autor mezcla con habilidad elementos más propios de las historias de terror cósmico a lo H.P. Lovecraft y suspense con algunos aspectos de la mitología nórdica o del poema épico anglosajón de Beowulf.

Pero tranquilos, si sois puretas de la continuidad no os preocupéis. Lo que cuenta Cates no contradice lo establecido por Shooter en Secret Wars o por Bendis en Guardianes de la Galaxia, sino que lo complementa o lo retuerce según sea su conveniencia para contar la historia que él quiere. El resultado es un cómic que no deja un respiro al lector, plagado de sorpresas y giros. Sin ir más lejos el primer número presenta a Rex Strickland, un militar que tiene muchas cosas que contar sobre el simbionte. En solo una línea de diálogo siembra más preguntas sobre la naturaleza viscosa del inseparable compañero de Eddie Brock que los quince años de historias precedentes a esta etapa

En mi opinión creo que el escritor ha cogido lo que más le gusta de las anteriores etapas (incluida la del simbionte militarizado de Rick Remender) y lo ha metido en una batidora. Puede que el cambio de rumbo hacía un enfrentamiento ante una amenaza de proporciones cósmicas pueda echar para atrás, ya que Veneno es un antihéroe de ambiente puramente urbano. Pero está tan bien hecho, al menos por el momento, que si le dais una oportunidad seguro que no os decepciona.

Otro aspecto destacable de Veneno: Rex es la representación que podremos ver de Eddie Brock. Un tipo roto, destrozado por el peso de sus actos y decisiones, totalmente alejado del periodista egocéntrico presentado por David Michilinie. Una psique torturada a un paso de la locura, independientemente de la perpetúa voz de su “otro” que le acompaña en todo lugar.

Este explosivo cocktail se completa con la presencia en el dibujo de Ryan Stegman. Este espectacular artista ya ha trabajado anteriormente en la franquicia arácnida en títulos como Superior y Amazing Spider-Man o Scarlet Spider-Man. Su estilo le sienta como anillo al dedo a una serie cuyo protagonista puede adoptar las formas más variadas y monstruosas. Stegman deforma la disposición de viñetas y la narrativa de manera salvaje y efectiva, dando como resultado su mejor trabajo hasta la fecha.

Recomendable y prometedor comienzo de etapa. Tengo ganas de ver por donde sigue.