Es la hora de las tortas!!!

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Reseñas desde Star City: Beowulf, el héroe.

Beowulf-Astiberri-Ediciones-e1381832312192No me he equivocado al poner el título al artículo de esta semana. No estoy mezclando obras de David Rubín, el dibujante. Lo he puesto queriendo, porque Beowulf, la obra publicada hace tan solo una semana por Astiberri, de los autores Santiago García y David Rubín, nos cuenta la historia de Beowulf, el héroe. Porque si algo es el protagonista de esta historia es un héroe, un héroe clásico, como Heracles el protagonista de la obra anterior del dibujante gallego. Beowulf es la historia de un tipo con valor, con ambición y con principios, un tipo que hoy en día estaría completamente desfasado, o sería un bicho raro. Para contar la historia de alguien como él, García nos regala unos diálogos antológicos y Rubín da un paso más en su continua evolución como dibujante, y nos regala viñetas, composiciones de páginas y un arte secuencial (que diría el bueno de Will Eisner) que sorprende, una vez más. Y van…

Los autores.

Santiago García es un guionista (o historietista, como alguna vez he leído que le llaman) madrileño conocido especialmente por la obra publicada por Astiberri en 2004 El vecino, dibujada por Pepo Pérez, y con dos continuaciones. El primer libro me parece muy bueno e interesante, los otros dos algo más irregulares, pero en conjunto es una obra que merece una lectura. Tal vez le dedique algún día un artículo. Tiene otras obras como La tempestad o el cómic de ciencia-ficción Héroes del espacio.

David Rubín es un tipo del que seguro habéis oído hablar. Gallego, de 36 años nacido en Orense, para más señas y un tipo continuamente en boca de todos por unas cosas u otras. Muy activo en redes sociales, defensor de la Novela Gráfica y ávido por cualquier tipo de debate. Defiende con pasión sus posturas, y no le importa discutir o criticar abiertamente al que se le cruce si no le gusta cómo piensa. Por otro lado, un tipo muy abordable en las distancias cortas, siempre dispuesto a una buena charla con quien sea (especialmente en redes sociales, donde es muy fácil hablar con él). Adorado por muchos, odiado por otros tantos, a nadie deja indiferente. Y por si eso fuera poco, es un artista como una catedral de grande. Con obras como La tetería del oso malayo, El circo del desaliento, Cuaderno de Tormentas o los dos volúmenes de El héroe, es un artista en continua evolución, amante y seguidor de la obra de Jack Kirby, a quien homenajea como siempre y a quien emula en sus escenas de acción con increíbles resultados. De los pocos artistas que pueden decir a pleno pulmón que vive del cómic en España, sin necesidad de salir de nuestras fronteras.

beowulf_ELMUNDO_P_gina_5Beowulf.

La historia de Beowulf se narró por primera vez en un poema sin título que se conserva en la Biblioteca Británica, cuya fecha de creación se desconoce (se estima que puede estar escrito entre los siglos VIII y XII), y está escrito en inglés antiguo con procedencia también incierta. Cuenta la historia de cómo el palacio de Heorot, en una isla de Dinamarca, vive asolada por el troll Grendel. Sólo Beowulf, un héroe que llega tras 12 años de penurias para el rey Hrothgar, se ofrece a ayudar al rey a acabar con el troll. La historia cuenta con una segunda parte en la que Beowulf, ya anciano (y perdón por el spoiler encubierto), se enfrentará como rey a una nueva bestia, un dragón, en un intento de recuperar sentirse un héroe.

Los guiones de García, adaptan fielmente la historia, no sé hasta qué punto sus diálogos (no me voy a tirar el rollo de decir que lo he leído, porque no es así), pero cuenta con una historia ágil, y con frases que emanan la épica que pretende ofrecer una historia así. Hay frases como esas “El oro se gasta, la vida se acaba… Solo la gloria es eterna”, “Con mis propias manos y mi espada maté a nueve ballenas. Mi carne no es un festín de monstruos”, “Vivir es solo esperar la muerte. Si podemos, tenemos que obtener la gloria antes” o “Un guerrero prefiere morir que vivir una vida de vergüenza”. Frases que en otro contexto quedarían anacrónicas o con un exceso de fanfarronería, pero que aquí le dan una fuerza a la historia y ayudan a crear unos personajes, a darles volumen, a creer en su seguridad. Un trabajo muy acertado de García, que encaja a la perfección con los lápices de Rubín.

Pero, sin desmerecer ni mucho menos el trabajo de García, lo que se mete por los ojos es el dibujo de Rubín. No voy a engañar a nadie. Soy muy fan de este autor. Lo conozco desde hace relativamente poco, pero me convertí en devorador de sus obras y un gran admirador de la evolución que le veo como artista. La gran mayoría lo conocerá por El héroe, una obra de corte muy similar a este, pero a la vez muy diferente. Si Heracles era un héroe luminoso, con un rival claro y directo, aquí Beowulf es un héroe solitario, cuyo mayor enemigo es el ansia de gloria y el inconformismo. Los que hemos leído otras obras de Rubín sabemos de su gusto por la experimentación (la máxima expresión se encuentra en su Cuaderno de Tormentas, puro experimento), y en El héroe encontró un punto intermedio entre la forma y lo innovador. Muchos se quedaron en los anacronismos de Heracles corriendo con deportivas y un iPod, pero va más allá. Cuando uno abre Beowulf, ve que Rubín sí ha dado un paso más allá. Tiene páginas prodigiosas, con una composición espectacular. Me gustan especialmente las páginas de la llegada de Beowulf, en forma de splash page de 5 viñetas de las que Scott McCloud denomina como de aspecto a aspecto, ampliando detalles de la acción; el banquete con la visión cenital; la muerte del vigilante a garras de Grendel, con un punto de vista fija en su cabeza y lo que va cambiando es el fondo, a medida que cae; o la entrada de Grendel en el salón, mientras todos duermen, y las pequeñas viñetas en vertical, en forma de ventana,… por poner varios ejemplos. Pero son muchas las páginas que apetecen volver a leer. El tránsito del Beowulf joven al viejo en una página de dos viñetas también es brillante (mérito sin duda de ambos artistas), y como siempre, los epílogos de Rubín, que nos enlazan con la realidad. Este es posiblemente de los que más me ha gustado, y que nos cuenta la historia desde que se escribió hasta la salida de este Beowulf.

13843762147233La acción es espectacular, con una elección de composición de página brillante, con splash pages espectaculares, alternadas con viñetas de pura acción, que nos recuerda mucho al gran Kirby, aunque cada vez menos, porque ya nos va recordando al propio Rubín, quien nos está malacostumbrando a estas escenas. No creo que me equivoque mucho si digo que es probablemente el artista español que mejor narra la acción, y ríete tú del pijamero.

El color aquí tiene su protagonismo también. Nada del colorido de El héroe. Aquí predominan el rojo y en menor medida el verde. Un monocromatismo que busca la opresión de una atmósfera pesimista en ocasiones y dura por las condiciones climáticas o por la sangre que tan alegremente hace correr la bestia de turno.

beowulf20En resumen.

Beowulf es una buena adaptación de una obra conocida, pero pasado por el prisma de dos autores muy brillantes, con cambios casi imperceptibles y sin importancia que le aportan su toque personal (como esas tendencias homoeróticas de Grendel) con una reflexión sobre el heroísmo y sobre el valor y valores personales. Un ejemplo de lo que debe ser un autor valiente, que se atreva a experimentar incluso a riesgo de poder perjudicar a la historia si le hubiera salido mal. Pero no, Beowulf es todo épica, una historia que apetece leer y releer. Acompañando, una edición lujosa, con un gran papel y un tamaño europeo que le sienta fabuloso a esta obra. Un buen regalo para Reyes si conseguís aguantar hasta entonces. Santiago, David, lo habéis bordado.