En varias ocasiones he dicho que, ante el visionado de un producto audiovisual que ha tenido una campaña mediática importante, a favor o en contra, las expectativas creadas ante lo que se va a ver pueden influir en la sensación final de una forma notable. Así, por ejemplo, ante Venom, la película de nuestro simbionte favorito, los comentarios leídos en los días previos al estreno presagiaban un desastre de proporciones épicas. Y, a ver, Venom está muy lejos de ser una buena película, pero no es la catástrofe que nos podíamos esperar. Vamos a ver qué tenemos aquí, limitando al mínimo los spoilers.
Venom
Sin entrar en demasiados detalles, la película nos cuenta la historia de Eddie Brock, un periodista que en su búsqueda de la verdad tira su carrera por tierra y acaba siendo infectado por uno de los parásitos (uy, perdón, simbiontes) alienígenas que se ha traido a la Tierra un empresario megalomaníaco que podría parecer un cruce entre Elon Musk y Norman Osborn. Ya desde el principio sabemos que la cosa va a acabar con un recital de mamporros entre simbiontes, ¿no?
Riot
Una curiosidad: el otro simbionte (con una cierta importancia) al que vemos en la película también existe en los cómics, no es una creación nueva para la película. Riot debuta en Protector Letal, vuelve a aparecer en Guerra de simbiontes, en Duelo de arañas, en Matanza USA y en Masacre vs Matanza. No es que sea un personaje con una trayectoria demasiado larga ni con un trasfondo especialmente bien definido, vamos. De hecho, su nombre, Riot, no aparece por primera vez en un cómic. Fue bautizado en la línea de muñecos de Toy Biz Planet of the Symbiotes. Vamos, que tampoco hay nada que objetar a lo que hayan hecho con él en la película.
El guión
Uno de los principales problemas que tiene argumentalmente esta película es que estamos ante un personaje definido por su relación con Spiderman en la que se han borrado todas y cada una de las referencias que podía haber a Spiderman. No tenemos al simbionte como el amante abandonado y despechado, no tenemos a Brock como el tipo amargado que le guarda rencor a Spiderman… De hecho, la definición de Brock es uno de los problemas que tiene la película. Aquí, Venom no es un ex villano de Spiderman que en cierto momento decide convertirse en un antihéroe. No hay ningún rastro de maldad en Brock (si acaso, un toque de egoísmo egocentríco), y se plantea al personaje con buenas intenciones desde el principio.
La definición de Brock. Ya que hablamos de eso, hay que señalar que estamos con una película con una estructura que recuerda al Hulk de Ang Lee. La primera hora sirve para definir al personaje y el resto hasta el final ya son los mamporros. Sí, tardamos una hora entera en ver a Veneno en pantalla.
Pero si al menos la parte de definición psicológica del personaje estuviera bien escrita… Como ya hemos comentado, el trasfondo de Brock poco tiene que ver con el de los cómics, lo cual no sería un problema si el planteamiento del personaje fuera correcto. Pero es que la cinta tiene momentos de humor involuntario que le hacen flaco favor. Y con humor involuntario me refiero a esas escenas que no son de comedia pero que están tan mal llevadas que te hacen reir. ¿Un ejemplo? Al principio de la película hay una cena romántica entre Brock y su novia (oh, la novia, vaya pedazo de personaje…). Están hablando, dejan de hablar, se besan… y cuando termina el beso, la chica dice «cállate y bésame». O la escena está mal escrita o estamos ante una dirección de la escuela Ed Wood. Todo vale, a positivar.
Pero si Brock no termina de ser coherente, si la novia está mal escrita, lo de Carlton Drake, el mencionado Elon Osborn, ya es de traca. El personaje es absurdo y está tremendamente mal escrito, es un tipo que en su veintena ya ha levantado de la nada una macrocorporación y las escenas en las que le vemos haciendo algo mínimamente proactivo se cuentan con los dedos de una mano… de un maderero que se ha llevado tres dedos por delante en un accidente laboral. Pero es que además Riz Ahmed, el actor que le interpreta, parece haber sufrido una sobredosis de Botox.
Las actuaciones
Esa es otra. Los actores están con el piloto automático puesto todos ellos. A ver, Tom Hardy lo hace razonablemente bien teniendo en cuenta el material del que dispone. Pero es que Tom Hardy borracho, atado, amordazado, en coma y envuelto en una sábana ya lo haría mejor que el resto de sus compañeros. Lo de Riz Ahmed es bastante sonrojante, pero lo de Michelle Williams, una actriz nominada a un Óscar en cuatro ocasiones y que hizo un papelón memorable en Manchester frente al mar, es para darle una colleja. Sabiendo actuar como ya hemos visto que sabe, el desinterés con el que hace este papel es de traca.
La tijera
Según comentó Tom Hardy, se han eliminado unos cuarenta minutos del metraje final. Un recorte tan masivo, de más de la cuarta parte de lo inicialmente previsto, hace que en determinados momentos la trama avance a trompicones. Podríamos hablar de cómo cambian las motivaciones del simbionte de forma radical de una escena a otra, o de cómo cierto personaje secundario con una cierta importancia en la historia de repente aparece muerto en el suelo sin haber mostrado ni una escena de cómo ha llegado ahí… A ver, que también podría ser cosa de la catastrófica escritura del guión, pero un hachazo de este tamaño se tiene que notar sí o sí. Pensemos en Liga de la Justicia.
Visualmente
Uno de los grandes problemas estéticos que tiene la película es el rediseño del personaje protagonista. Como ya hemos mencionado, toda referencia a Spiderman ha sido eliminada… y eso implica la desaparición de la gran araña blanca del pecho de Venom. Así, aunque los ojos, los dientes, la lengua y el tamaño enorme están, a la imagen global que vemos en la película le falta fuerza, por muchas venas blanquecinas que le hayan puesto por encima.
Por otro lado, a lo largo de la película hay alguna que otra escena suelta que funciona razonablemente bien. La escena de la persecución por las calles de San Francisco, por muy típica que sea, no es tan espantosa como se podía esperar. En cambio, la batalla final entre los dos simbiontes es un absoluto despropósito. Es el más típico ejemplo de que cuando un director no sabe cómo resolver una escena de acción lo que hace es mover histéricamente la cámara para que la escena quede confusa y nada se termine de entender. Espera, ¿el director de esta película es Ruben Fleischer, el de Bienvenidos a Zombieland? ¿Pero qué te ha pasado, criaturica? En la de los zombis lo hiciste muy bien…
Escenas post créditos
Hay dos. La primera va en la línea de lo que se pudo ver en la primera de Deadpool, una insinuación de por dónde podría ir una hipotética secuela si finalmente llega a hacerse y de la que no vamos a decir nada más. La segunda no tiene mucho (ni nada) que ver con la película, es una escena de Spider-man: Un nuevo universo, la película de animación de Miles Morales que se estrenará en algo más de dos meses y que es lo mejor de las dos horas pasadas en el cine.
Recaudación
Aún es pronto para hablar de ese tema, con la película recién estrenada, pero hay dos datos innegables. El primero, que el jueves del preestreno recaudó diez millones de dólares en EEUU, la cifra más alta de la historia en un preestreno en octubre, superando en un 25% a Paranormal Activity, la anterior poseedora de esta marca. El segundo, que unas críticas negativas masivas pueden afectar muy negativamente a la taquilla, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, como por ejemplo en la antes mencionada película de la Liga de la Justicia.
Un dato objetivo es que la película ha costado cien millones de dólares, y que se estima que alcanzará su punto muerto en torno a los doscientos de recaudación en taquilla, y de primeras no parece un objetivo difícil de lograr. Si supera esta cifra de una forma más o menos holgada puede que veamos una franquicia inspirada en el personaje.
En resumen…
¿Es Venom una buena película? No, no lo es. Objetivamente, está mal escrita, el montaje final es una chapuza y hay actores que están francamente poco inspirados en su actuación. ¿Es mala nivel The Room o Catwoman, como se ha podido leer en Twitter en estos últimos días? A ver, que no. Tampoco hay que esperarse otra cosa de la red social del odio y del acoso, pero está a mucha distancia de ese par de bodrios. Con Venom en ningún momento quieres arrancarte los ojos ni sientes vergüenza ajena. Es una película mala nivel Spider-Man 3 (hay que ver, qué mala suerte tiene Veneno en el cine), una película que eres consciente en todo momento de que es mala, pero puedes llegar a pasártelo bien en algún momento. El 4 (sobre 10) se lo merece holgadamente.