Que la actual etapa de Nick Spencer como escritor de El Asombroso Spider-Man es, cuanto menos, de una calidad cuestionable no es ningún secreto. La que comenzó siendo una de las colecciones más prometedoras de Fresh Start ha ido cayendo en picado hasta tal punto que la reciente finalización de la historia planteada por el autor ha sido más celebrada que cualquier otra cosa durante estos largos últimos cuatro años. Pero debo aclarar, el motivo de celebración no es lo que ha contado, sino que ha terminado de una vez.
Pero como hacer leña del árbol caído carece de sentido, ya llegaremos ese punto. Mientras tanto, podemos aprovechar la actual edición de Panini Cómics en Marvel Premiere para ir viendo en qué momento del camino la cosa se torció definitivamente o si, por el contrario, tanta mala prensa puede ser un poco exagerado.
El Asombroso Spider-Man. Homenaje a J.J.Jameson
Antes que nada, confieso que me lo he pasado en grande con la lectura de esta tercera entrega. Creo que es la mejor historia de Nick Spencer en este título hasta el momento. El guionista ha dejado, al menos temporalmente, de lado la obsesión con ser grandilocuente que lastró el inicio de la colección o el final de su estancia en Capitán América para potenciar lo que mejor se le da: diálogos con chispa, fuerza y tremendamente adictivos.
La primera historia de tres partes reunida en el volumen que nos ocupa, es una disparatada buddy movie con Spidey y J.J.Jameson como estrellas de la función. La premisa arranca con un homenaje que el alcalde Fisk dará al cascarrabias periodista como premio a una carrera que se encuentra en horas bajas desde que su programa de radio se dedica a elogiar a Spider-Man en lugar de hundirlo.
Aquí Spencer aprovecha también la ocasión para soltar algo de mala baba sobre la programación basura que inunda la televisión y la onda corta que acaba canibalizando a cualquier otro tipo de espacio informativo o de divulgación. Pero más allá de eso, nos encontramos con una trama divertida y trepidante que también tiene espacio para echar una lagrimita cuando Spencer aprovecha casi todo un número para relatar la obra y milagros de Jonah, con el colofón final de una grandilocuente conversación entre Peter y el mostachudo que es oro puro.
La historia también sirve para ver en acción a Ryan Ottley, que se lo pasa en grande dibujando a personajes de los sesenta de Spider-Man como el Escorpión, los Forzadores o los mata-arañas originales. Todo vale con tal de llegar a un fin de fiesta apoteósico que conseguirá dejaros con una sonrisa de oreja a oreja.
A vueltas con Curt Connors y el Rino
El segundo arco, esta vez de solo dos números, es usado por Spencer para preparar la gran saga llamada Cazado, que desarrollará a partir de las próximas entregas. En 48 páginas veremos el regreso de Curt Connors y el cierre de algunas subtramas que venían goteando desde el final de La conspiración del clon. También sirve para presenciar una de las mejores caracterizaciones de la entrañable May Parker, como no se veía desde los tiempos de J.M. Strazcynski.
La premisa es simple, Supervisor y Hormiga Negra están cazando al Rino y acaban en el restaurante donde la Tía May está comiendo. Spidey hará equipo con Rino, con lo que las tortas están aseguradas. Ya está, no hay más. Y el motivo de que no cuente mucho más es porque, al igual que en la historia anterior, Nick Spencer ocupa un buen número de páginas en relatar acontecimientos del pasado lo que, en parte, lastra el desarrollo de estos números de El Asombroso Spider-Man.
En este par de números podemos disfrutar del explosivo arte de Chris Bachalo. No soy especialmente fan de este exagerado dibujante, pero debo reconocer que sus páginas en El Asombroso Spider-Man quitan el aliento, con una narrativa y composición de página mucho más elegantes y claras que las que pudimos ver en la reciente Imparable Spider-Man, junto a Joe Kelly.
En definitiva, sin llegar a ser la maravilla que quisieron vendernos, El Asombroso Spider-Man de Nick Spencer va alternando arcos mediocres con otros mucho más excepcionales, logrando sacar mayor partido a los momentos sosegados con diálogos brillantes en muchas ocasiones. Con este tercer tomo ha conseguido que tenga muchas ganas de leer las siguientes entregas.
