Desde que tras el Mefistazo, allá por 2007, Marvel tomó la decisión de que The Amazing Spider-Man saldría varias veces al mes, la serie original del personaje es la única constante del trepamuros en el mercado. Periódicamente van apareciendo series paralelas, habitualmente de corta duración, en la que otros autores presentan historias con menor ruido mediático pero a veces con mayor calidad que la serie principal. Podemos mencionar, entre otras, la recuperación de la cabecera Spectacular Spider-Man en 2017, escrita por Chip Zdarsky, o el segundo volumen de Friendly Neighborhood Spider-Man, de Tom Taylor en 2019. Desde el cierre de esta última no habíamos tenido ninguna serie secundaria de Spiderman hasta la llegada de esta nueva Imparable Spiderman.
El Imparable Spiderman es una serie firmada por dos nombres de primera fila que son viejos conocidos del personaje: Joe Kelly y Chris Bachalo. Este equipo cretativo lleva tiempo trabajando juntos, desde que coincidieron por primera vez en el año 2000 para la serie Steampunk del sello Cliffhanger de Image Comics. Ambos llegaron al personaje en la época de Un Día Más, e incluso hicieron juntos una historia sobre Cabeza de Martillo, publicada en el número 32 de la serie principal de Spiderman de Panini. Por su lado, Kelly ha firmado historias como Hijo de América, El desafío o Cacería Macabra. Bachalo se ha prodigado menos en series arácnidas, pero estuvo en Muda y también en varios números de la actual etapa de Nick Spencer. Y aunque en diferentes momentos, ambos han pasado por la polémica serie Spiderman/Masacre, que tantas iras levantó entre los aficionados por su inclusión en el tomo mensual de Spiderman.
Habiendo visto a día de hoy sólo el primer número de esta serie, tendríamos que decir que lo que la diferencia de Asombroso Spiderman, lo que le da una personalidad propia y hace que no sea redundante, es el ritmo que tiene. Trepidante. Endiablado. Cinematográfico.
Pero este ritmo no lo consigue a costa de sacrificar momentos de definición de personajes. No estamos ante una colección de splash pages de acción -que también las tiene, y de dejar la boca abierta-, tenemos en la extensión de un tebeo estándar, ampliado hasta treinta y dos páginas con una historia corta de complemento, una presentación de personajes y de una historia con ninjas y drogas. El Spiderman que tenemos en esta serie es el clásico personaje verborreico que conocemos, pero subido al 11. Además de su charla incesante, tenemos una enorme cantidad de cuadros de texto con sus pensamientos haciéndole más parlanchín incluso. Y en un par de flashbacks, las dos únicas escenas relajadas del tebeo, nos pone en situación de lo que está pasando.
El tebeo arranca con toda una declaración de principios: la primera escena nos mete en la historia in media res, con Peter saltando por una ventana, cambiando su ropa de calle por el traje de Spiderman en el aire mientras cae, y lanzándose a la persecución de una panda de minions genéricos con armadura. La composición de páginas en oblícuo en las escenas de acción -casi todo el tebeo, dicho sea de paso- ayuda al dinamismo de las mismas.
Quizás la mayor pega que se le puede poner a este Imparable Spiderman es que es una historia pensada para el tomo recopilatorio. Aún con su ritmo trepidante y la abrumadora cantidad de información que tiene en muchas de sus páginas, ocurren pocas cosas en las páginas de este primer número. Es una lectura palomitera y muy disfrutable, pero habrá que leer el primer arco argumental completo para poder juzgar con argumentos el trabajo de Kelly y Bachalo. Tendremos que ver qué nos cuenta esta serie a largo plazo, pero las sensaciones que nos ha dejado el primer número han sido suficientemente buenas como para ganarse un hueco en las lecturas mensuales. Y con la cantidad de material interesante que se está editando en la actualidad, no es decir poco.
