Después de Arma X y Warlock, Panini nos trae su tercer tomo dentro de su línea Marvel Gallery Edition, con un tamaño mayor y unos materiales de gran calidad. En esta ocasión han optado por aunar dos trabajos que tienen en común a una dupla de estrellas como autores y a un mismo subuniverso superheróico. Marvel Gallery Edition. Daredevil/Elektra: Amor y guerra contiene la novela gráfica que da nombre a esta edición, junto con la serie limitada de ocho números Elektra Asesina. Indudablemente, no considero necesario presentaros a la dupla de autores, unos tal Frank Miller y Bill Sienkiewicz.
Curiosamente, ambas fueron publicadas en EE.UU. el mimo año, entre 1986 y 1987, aunque la segunda apareció directamente en el sello «adulto» de Marvel Epic Comics. Ambas surgían de las inquietudes del propio Miller durante su etapa al frente de la serie regular de Daredevil. Mientras la primera iba a ser una historia contada en un par de números de la serie, la segunda surgió como una necesidad de explorar el pasado de Elektra, un personaje que había calado bien hondo… pero al que el propio guionista había decidido asesinar en la serie donde apareció por primera vez. Para ambas tareas se contó con un dibujante que había deslumbrado a todos en su corta etapa al frente de Nuevos Mutantes, y con el que Miller se moría de ganas por trabajar: Bill Sienkiewicz.
Amor y guerra es una historia con la que se buscaba mostrar la versión definitiva de la rivalidad entre dos de los personajes con un marcado antagonismo: Daredevil y Kingpin. En ella, vemos a Wilson Fisk secuestrar a la esposa de un afamado médico, con objeto de poder chantajearle para que cure a su esposa Vanessa. Recordemos que la esposa de Fisk se encontraba en estado catatónico por cosas que habían sucedido en la serie regular. El hombre sin miedo intentará localizar a la chica secuestrada para destrozar los planes de su enemigo.
En esta novela gráfica vemos a un Miller que comenzaba a explorar caminos narrativos con querencia hacia la alternancia entre líneas argumentales paralelas, a veces con un tono que dificultaba un poco la comprensión de la historia. En mi opinión, pierde con facilidad el objetivo de la historia y se entretiene con asuntos que no interesan tanto, y además, hacen que pierdas el rumbo en algunos momentos. Y eso que estamos hablando de una obra de 66 páginas. Aunque se beneficia y mucho del trabajo de un Sienkiewicz absolutamente espectacular, que amerita con creces la lectura de esta historia. El dibujante hace un trabajo que bebe desde sus referencias más obvias como Neal Adams, a un trabajo que por momentos me recuerda a Chester Gould, por esa curiosa mezcla entre rostros hiperrealistas con otros personajes con un diseño que roza el cartoon, muy hiperbólicos, que rompen con esa línea del resto. En todo caso, es un estilo pictórico que da mucho mayor empaque a una historia que no deja de ser correcta.
Aunque el peso de este tomo se lo lleva Elektra Asesina, una obra que impactó al gran público en su lanzamiento por su arriesgado planteamiento, tan distinto a cualquier serie de superhéroes que se publicaba en aquel momento. Miller retoma un poco ese tono de Ronin, con una prosa excesiva, una temporalidad muy confusa y una manera de contar la historia nada cómplice con el lector. Y lo hace para contarnos la historia de Elektra… a través de un agente de SHIELD perteneciente a la unidad cibernética Optecex: John Garrett. El asesinato del presidente de un pequeño país sudamericano da pie a investigar un posible complot para atentar contra la vida de un candidato a la presidencia de los EE.UU.
El guion, como digo, es bastante confuso, con un primer número protagonizado por la propia Elektra y en el que se repasa desde su infancia a cómo conoce a Matt Murdock, pero a partir de entonces saltamos al punto de vista de Garrett. Para ello, se recurre a los habituales recursos de Miller de la época: informativos televisivos, viñetas pequeñas en una rejilla de dos columnas y mucho (pero que mucho) pensamiento introspectivo. A cambio, una visión apasionante, probablemente de sus mejores versiones en cómic, de un personaje tan misterioso como tridimensional, la asesina definitiva. Con personajes secundarios muy interesantes, y la rama cibernética que dota a la historia de momentos delirantes pero que encaja muy bien con los gustos de Miller.
Pero, al igual que en la primera historia, realmente esta obra habría sido radicalmente diferente sin el trabajo de Sienkiewicz. El tono pictórico del norteamericano dota a la historia de esa atmósfera que se mueve entre lo onírico del principio y encaja especialmente bien con unos personajes excesivos con diseños cibernéticos y capacidades especiales. A pesar de no estar dibujada por el propio Miller, no está exenta de otros elementos habituales en sus obras como el componente religioso, centrado en esta ocasión en el personaje de Castidad McBryde. La verdad es que la combinación de ambos autores produce unas sinergias que funcionan bastante bien, complementándose en ocasiones para potenciar lo mejor de cada uno de ellos.
En definitiva, Marvel Gallery Edition. Daredevil/Elektra: Amor y guerra es una edición pensada, fundamentalmente, para disfrutar del trabajo de Bill Sienkiewicz. No solo porque la primera de las historias no sea especialmente interesante desde el punto de vista de guion, sino porque el tamaño del libro permite apreciar mejor el dibujo tan personal de uno de los autores con más potencia visual que ha brindado la industria del cómic. Aun reconociendo las virtudes artísticas de Elektra Asesina, siempre me ha sorprendido que funcionase tan bien comercialmente. Sí, es una obra muy potente y transgresora, pero no es complaciente con el gran público, en el sentido de exigir al lector una atención mayor de la habitual y de indulgencia con algunos de los tics de un Frank Miller en un momento álgido de su carrera, con mayor libertad para experimentar que al inicio de su carrera.
Lo mejor: El espectacular dibujo. Los extras con numerosas portadas, diseños y trozos de artículos o entrevistas. Lo influyente que fueron estos trabajos.
Lo peor: Amor y guerra, como historia, no es especialmente brillante. Elektra Asesina no es una lectura ágil y sencilla.