Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 2. Jóvenes extraños

Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 2. Jóvenes extraños
Guion
Chris Claremont.
Dibujo
Bill Sienkiewicz, Bob McLeod, Steve Leialoha, Arthur Adams.
Tinta
Bill Sienkiewicz, Tom Palmer, Steve Leialoha, Terry Austin, Adam Gordon, Mike Mignola, Arthur Adams.
Color
Glynis Wein, Bob Sharen, Christie Scheele, Petra Sentese.
Formato
Cartoné, 608 págs, color.
Precio
44,95€.
Editorial
Panini Cómics. 2019.
Edición original
The New Mutants #18-34, Annual #1, Special Edition #1 y The Uncanny X-Men Annual #9 (Marvel).

Dice Bill Sienkiwicz en el epílogo de La saga del Oso Místico, incluido como extra en este Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 2. Jóvenes extraños, que cuando se empezaron a publicar sus números de Los Nuevos Mutantes, se produjo una reacción polarizada por parte del fandom, que estaba entusiasmado u horrorizado por su trabajo. Yo fui de los segundos. Cuando se comenzó a publicar en España la colección, allá por 1986 (con tres años de diferencia respecto a EE.UU.) yo estaba absolutamente enamorado por el trabajo de Claremont en La Patrulla-X, pero no me daba la asignación semanal para comprar todo lo que quería. Dejé pasar los primeros números de la colección de Forum, pensando que sería un intento de aprovechar el auge mutante para sacar cualquier cosa, y cuando mis amigos empezaron a decirme que la serie estaba muy chula, ya llevaba más de un año editándose. No eran tiempos fáciles para hacerse con números atrasados, así que aproveché que parecía que había un punto de inflexión en su número 18 para subirme al carro, y ya si me gustaba intentaría recuperar lo atrasado. Ese mismo mes se publicaba el número 39 de La Patrulla-X (Uncanny X-Men #188), en plena etapa Romita, y habiendo disfrutado ya de las etapas de Byrne o Paul Smith, entre otros, en la colección «madre». Cuando vi a mis doce años ese dibujo de Sienkiewicz, tengo que reconocer que me espantó y me hizo bajarme de la serie ipso facto. Ni que decir tiene que posteriormente volví a ella, y que pude apreciarla como es debido, pero entiendo que fue una decisión editorial bastante controvertida en su día, y eso que Sienkiewicz venía de hacer una etapa memorable en Caballero Luna.


Y es que la serie pasó de ser otra serie de aventuras con mutantes a convertirse en una serie de terror. Si algo tiene Chris Claremont, es que sabe reconocer muy bien al tipo de dibujante con el que colabora y adapta sus guiones completamente al estilo de su colaborador. Con la llegada de Sienkiewicz, Marvel jugó a promocionar que los Bebés-X se hacían mayores… porque el giro del tono había sido radical. El primer arco argumental de la pareja es el clásico La saga del Oso Místico, una historia que explora los fantasmas del pasado de Espejismo, y que sirve para explotar las habilidades artísticas del americano de nombre impronunciable. Un estilo que aparentemente se muestra muy a vuelapluma, abocetado, sin apenas fondos, y que un lector inexperto puede interpretar como falta de habilidad, pero que luego inserta algunas viñetas en las que incluye un rostro increíblemente expresivo y con un nivel de detalle y realismo al alcance de muy pocos. Por eso entiendo esa polaridad de la acogida de su trabajo. Para los lectores de largo recorrido, aquellos números eran un soplo de aire fresco y una maniobra arriesgada y merecedora del reconocimiento por el riesgo asumido; pero para un lector ocasional, o que simplemente se acercara a un cómic a disfrutar de una buena historia con un dibujo atractivo, aquello era difícil de recibir, especialmente viendo el tipo de dibujo imperante en el resto de colecciones superheróicas más populares.

Claremont no se echó atrás. Supongo que con el respaldo editorial, no se conforma con esos tres números sino que en su siguiente número (doble) nos trae una historia en la que por fin se incorpora al grupo (tras unos teasers en los números anteriores) el alienígena Warlock. Como es habitual en este tipo de historias, el primer encuentro comienza con confusiones y peleas varias. Un número que no sería nada tétrico de no ser por el dibujo de Sienkiewicz que muesta a un Warlock realmente temible y, consciente de su aspecto, Claremont ambienta la historia en una fiesta de adolescentes en la Mansión, aprovechando la ausencia temporal del Profesor-X. Eso hace que un número que con otro dibujante podía haber sido una historia más, tenga ese mismo halo de terror/thriller que había tenido el arco anterior.


El anual que se publicó después, vuelve a correr a cargo de Bob McLeod, el dibujante original de la serie, y es una historia que sirve para el debut de Lila Cheney, la mutante teleportadora, con una premisa que a día de hoy se ve un poco ridícula, pero que era la excusa para desarrollar la acción y las peleas en una historia autoconclusiva, seña de identidad de los anuales en aquel momento.

Los Nuevos Mutantes cruzarán nuevamente su camino con Capa y Puñal, en una historia en la que Mancha Solar y Loba Venenosa se ven afectados por la droga que convirtiera a la Tandy Bowen y Tyronne Johnson en quienes son. Otra historia en la que Claremont aprovecha al máximo el estilo de Sienkiewicz y explota el contraste de los cuentos de hadas con la oscuridad de Capa, aportando un tono absolutamente inquietante. Capa y Puñal son una pareja perfecta para el tipo de historias que le gustaba a Claremont, con sus demonios interiores y esos eternos monólogos de personajes atormentados en sus pensamientos. Entre guionista y dibujante consiguen una mezcla muy equilibrada y que combina a la perfección.

Bueno, pero uno puede pensar que ha sido casualidad, y que no es que Claremont esté escribiendo historias especialmente oscuras para este dibujante con un estilo tan impresionista. Pues si alguien dudaba, el siguiente arco supone la presentación en sociedad de David Charles Haller, más conocido como Legión, en un arco argumental en el que Moira McTaggert, (cuidadora de David en la isla Muir) pedirá ayuda a su antiguo amante Charles Xavier por el estado catatónico en el que se encuentran dos personajes que habían sufrido importantes secuelas en La Saga del Oso Místico. Claremont y Sienkiewicz realizan un do de pecho absoluto en una historia realizada a medida para el dibujante. Una historia que se mueve entre el surrealismo y lo onírico, para mostrar lo fragmentada que está la mente del chico y lo poderoso que puede llegar a ser. Un apunte, Claremont se lía un poco, y se refiere al estado de Legión en un par ocasiones como que es «un autista en un estado de aislamiento esquizofrénico».  Autismo es una cosa y esquizofrenia otra, bien diferentes, con poca relación salvo por un par de síntomas. Y no sigo porque realmente analizar al personaje desde el punto de vista médico podría llevar muuuuucho espacio, y en cierto modo, se puede decir que sufre de ambas patologías, pero son entidades diferentes e independientes, sin ninguna relación entre ellas.


En el siguiente arco argumental Bala de Cañón y Magma son secuestrados para participar en la Arena de los Gladiadores, un arco que se verá interrumpido por las Secret Wars II y que, una vez más, Panini ha sabido completar gracias a un artículo de Raimon Fonseca en el que explica qué pasa en dicho crossover e incluso se añaden las viñetas del número de Secret Wars II relacionadas con lo que viene a continuación. Esta historia supone la despedida de Sienkiewicz, aunque el desenlace de la historia, tiene lugar en el siguiente arco argumental en el que el dibujante es Steve Leialoha, con un estilo que intenta emular al del dibujante anterior, sin resultados demasiado buenos. Esta historia supondrá la vuelta de Karma después de su desaparición en los números que se incluían en el primer Marvel Gold.

El tomo se completa con los especiales New Mutants Special Edition y X-Men Annual#9, que ya comenté en la reseña de Marvel Gold La Impoisible Patrulla-X 6, y que forman parte de la saga de Las guerras asgardianas. Como ya comenté, ambos especiales están incluidos en los dos tomos, si bien aquí nos perdemos el cruce entre Patrulla-X y Alpha Flight que dio pie a lo que vemos en estos dos especiales aquí incluidos.


En definitiva, Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 2. Jóvenes extraños.

Chris Claremont escribió Los Nuevos Mutantes como una colección hermana de su Patrulla-X. Si uno lee los números de ambas series, se da cuenta de que muchas de las cosas que pasan en cada serie afectan y mucho a la colección hermana, y que muchos de los personajes van apareciendo en ambas series y haciendo de teaser para lo que ocurrirá en la otra. Es el caso de Rachel Summers a quien vemos aparecer casi por primera vez en estos números, los trapicheos del Club Fuego Infernal o el inicio de la relación entre Magneto y Lee Forrester… Más que una maniobra comercial, lo veo como que el guionista entendía ambas obras como un todo, y que entendía la obra en conjunto, aunque los protagonistas fueran diferentes. De hecho, en estos números aquí incluidos veremos a Gata Sombra, a Coloso, a Dazzler, a Rachel Summers, a Rondador Nocturno… e igualmente sucedía en la serie de La Patrulla-X. Esto es más llamativo si reparamos, además, en que cada número (sobre todo cuando son de introducción) cambia continuamente de una a otra trama de la historia.

En este tomo podemos disfrutar al completo de toda la etapa de Bill Sienkiewicz al frente de Los Nuevos Mutantes, una etapa que supuso un punto de inflexión en la serie, y casi me atrevería a decir que en el cómic superheróico, comparable solo al trabajo de Miller en Daredevil o Batman, dando una visión completamente diferente y orientada a un lector más adulto, por ese tono lúgubre y terrorífico que aportaba el dibujo de Sienkiewicz. En el año que estuvo en la colección, fue capaz de crear conceptos visuales que serían determinantes en un futuro, en personajes como Warlock, Fortachón, o Legión, entre otros. Un tomo imprescindible para conocer a fondo la historia mutante de Marvel.

Una última curiosidad: Podéis ver este tomo titulado Jóvenes extraños y Fiesta de pijamas. En el lomo del tomo y su interior aparece el título que he usado para la reseña, aunque en la portada del tomo y en la propia web de Panini aparece el segundo.

Lo mejor: El trabajo de Sienkiewicz. Cómo se adapta Claremont al dibujante y cambia el tono de la serie. Estas historias son clásicos modernos, las del Oso Místico y Legión no han perdido ni un ápice de fuerza con el tiempo.

Lo peor: Que Sienkiewicz no durara más en la colección.