Es la hora de las tortas!!!

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Marvel Héroes. Control de Daños: La colección completa

Marvel Héroes. Control de Daños: La colección completa
Guion
Dwayne McDuffie.
Dibujo
Ernie Colón, Kyle Baker, Casey Jones, Mike McKone, Salva Espín.
Tinta
Jon D'Agostino, Al Williamson, Bob Wiacek, Stan Drake, Marie Severin, Vince Russell, Andy Lanning, Cam Smith.
Color
Gregory Wright, John Wellington, George Roussos, Robbie Busch, Brad Vancata, Danimation, Paul Mounts, Guru eFX.
Traducción
David Hernández y Uriel López.
Formato
Cartoné, 400 págs, color.
Precio
42€.
Editorial
Panini Cómics. 2024.
Edición original
Damage Control #1-4, v2 #1-4, v3 #1-4, World War Hulk: Aftersmash: Damage Control #1-3 y material de Marvel Age Annual #4, Marvel Comics Presents #19 y Iron Man Annual #1 (Marvel)1.

Las colecciones humorísticas siempre han gustado en las oficinas de Marvel, y especialmente a partir de la segunda mitad de la década de los 80. En esa época, y tal vez alentados por el buen funcionamiento de la versión cinematográfica de Howard el Pato, Marvel dio luz verde a varios proyectos con un tono claramente cómico: What the…?, La sensacional Hulka, o la serie que hoy nos ocupa. Marvel Héroes. Control de Daños: La colección completa contiene todas las miniseries centradas en la empresa que soluciona los destrozos provocados por enfrentamientos entre personajes superpoderosos, y lo hace de una manera muy pero que muy divertida. Panini edita en un solo tomo el material más destacable de unos personajes creados por Dwayne McDuffie, quien precisamente debutaría en Marvel con esta primera miniserie, y Ernie Colón.


En tan solo dos años, Marvel dio luz verde a tres miniseries de cuatro números, amén de varias apariciones, a modo de cameo, en otras series de tono menos cómico, pero cuyos equipos creativos se habían convertido en fans del tebeo de McDuffie y Ernie Colón. La primera de las miniseries son cuatro números con historias independientes en cada uno de ellos, mientras que a partir de la segunda el guionista ya sí comienza a introducir historias río, aunque cada número esté protagonizado por un personaje o grupo invitado diferentes. La influencia principal de McDuffie para la presentación de la colección no se oculta en ningún momento. La película Cazafantasmas se había estrenado apenas cuatro años antes y se había convertido en un fenómeno de masas, y esta serie bebe directamente de la idea de convertir en una empresa algo tan secundario como la captura de fantasmas o, en este caso, la reconstrucción de destrozos de elementos arquitectónicos tras una pelea de personas con superpoderes.

No solo bebe de la película de Ivan Reitman en el propio concepto, sino por lo variopinto de sus trabajadores. Tenemos a Robin Chapel, la directora de operaciones que tiene que superar continuamente los prejuicios por su atractiva apariencia (eran los años 80, amigos); John Porter, el nuevo fichaje de la empresa que, además de un evidente encanto personal, es especialmente resolutivo; el becario Bart, la secretaria Anne, el duro jefe de obras Lenny, el estirado Albert o el friki de la tecnología Eugene. Todos responden a las órdenes de la Sra. Hoag, una suerte de Amanda Waller con aspecto de abuela bondadosa y amable, pero que dirige la empresa con mano firme.


Para tratarse de su primer trabajo, McDuffie hace un trabajo muy interesante. Comienza con una miniserie desenfadada y sin aparentes expectativas, pero una vez funciona y Marvel apuesta por ver más de ella, el guionista ya empieza a utilizar referencias cruzadas que se convierten en un material fabuloso para el lector de las series de Marvel. Son muchas las subtramas que nacen en otras colecciones de Marvel, algunas son simplemente una referencia en una viñeta de un personaje que pasaba por ahí, pero para el lector de la Patrulla-X, ver cómo Control de daños acude a reconstruir la mansión X, destruida durante Inferno… es divertido ver lo que sucede cuando hemos terminado de leer la explosiva escena de acción en nuestra serie favorita. Así, tendremos referencias similares a eventos que van desde Actos de Venganza, Civil War o World War Hulk entre otros muchos. Pero es que además McDuffie utiliza referencias externas de todo tipo, y que van desde la declaración como Hito histórico nacional del Flatiron donde tiene la sede Control de daños, y que tuvo lugar mientras se publicaba la serie; los cameos de la Hulka de la serie de Byrne, hablando al propio Tom DeFalco, o la venta del edificio de la pretendida nueva sede de Damage Control a una editorial de cómics con sus mismas siglas…

Casi todos los números incluidos están dibujados por su co-creador, Ernie Colón, con un estilo muy afín al cómic hunorístico. De las tres miniseries principales, solo se ausenta en un número, que es dibujado por alguien que resulta perfecto para una colección como esta: Kyle Baker. Es una lástima no poder haber visto más números dibujados por él, porque resulta muy interesante. La última gran miniserie inlcuida en el tomo, de tres números y relacionadas con World War Hulk, corre a cargo del español Salva Espín, también muy relacionado con cómic con un tono más desenfadado y divertido, y que aunque le da un aspecto más moderno, encaja igualmente bien con la serie.


En definitiva, Marvel Héroes. Control de Daños: La colección completa es un tomo francamente divertido. Contiene las principales miniseries relacionadas, con algún que otro extracto de otras series en las que han aparecido, y además, Óscar Alarcia incluye en sus artículos un completo listado de todas las apariciones que han tenido en el universo Marvel. Un tomo que hay que leer sabiendo que es una comedia dirigida a lectores de Marvel, pero que como tal busca sacarnos la sonrisa con cameos, tramas imposibles mezclados con intrigas empresariales. Si te gusta la Hulka de John Byrne, esta serie te va a convencer igualmente, por su sentido del humor tan fresco y que no ha envejecido nada mal…

Lo mejor: Serie fresca, desenfadada y muy divertida. La buena combinación de McDuffie y Colón. La edición es muy completa y con artículos interesantes.

Lo peor: Que Baker solo hiciera un número. Si vas buscando una serie que se lo tome más en serio… dirección equivocada.