Con Los Vengadores: Actos de Venganza comienza en España la recopilación de una etapa de los héroes más poderosos de la Tierra, que hasta ahora nunca se ha reeditado desde su lejana publicación hace más de veinticinco años. A partir del número 100 del primer volumen (del recordado sello Comics Forum). Panini tiene intención de sacar toda la etapa que va del 300 USA al 402 en diez tomos que incluirán sus principales cruces, anuales y especiales. Pero ojo, no será una reedición cronológica, ya han avisado que irán “bajo demanda”, y tras este tomo se lanzarán de lleno con la demandada etapa de Bob Harras. Servidor ya está salivando.
Lo primero que debo de advertiros, si el título del tomo “Actos de Venganza” (aunque en la web de Panini este volumen fue titulado “La Saga de Súper Nova” durante algunas semanas) es lo que os motiva a hacerlos con él, casi os diría que esperaseis a una hipotética edición en volumen omnibus que Panini no descarta realizar en el futuro próximo. Esto os lo comento porque este voluminoso tomo solo incluye los cruces de las cabeceras: Avengers, Avengers West Coast, Avengers Spotlight y Quasar, por lo que nos queda una historia que, si bien se puede seguir sin demasiados problemas, sí que deja la sensación de estar mutilada. No obstante, este año veremos publicados los cruces de Spider-Man, Capitán América y Thor en sus respectivas recopilaciones en Marvel Héroes.
Pero mejor entremos en materia. El tomo empieza con una pequeña saga guionizada por los editores Ralph Macchio y Mark Gruenwald (también guionista de los episodios de Quasar) en la que los Vengadores deberán hacer frente a Super Nova, el último superviviente de Xandar. Durante cuatro números veremos al extraño grupo de Vengadores que nos dejó el predecesor Walter Simonson y que están formado por el Capitán América, Thor, Gilgamesh, La Mujer Invisible y Mr. Fantástico. Un quinteto raro raro. Se trata de una historia entretenida y llena de acción pero ligera, insustancial y sin ninguna trascendencia. Tanto, que casi se podría decir que los editores realizan involuntariamente una guía de estilo para lo que sería buena parte de la década de los noventa.
Pero si algo marca este volumen es la llegada de John Byrne a la franquicia vengadora. El genio inglés regresó a la editorial para intentar salvar el Nuevo Universo de Jim Shooter (Byrne fue el primer autor que se encargó de las dos series de Vengadores). En un intento de emular al patriarca mutante Chris Claremont que durante años rigió el destino del Homo Superior, Byrne no tuvo tanta suerte, ni estuvo tanto tiempo. De hecho, abandonó las series transcurrido algo más de un año por desavenencias con el editor Tom de Falco. Al menos esta vez no dejó la editorial y pudimos disfrutar de dos clásicos como fueron sus etapas en Hulka y Namor.
Ahora bien, John Byrne, cual niño caprichoso que quiere más y más juguetes, revolucionó la estructura de la franquicia, se quitó de en medio la apócrifa alineación que le había quedado y se sacó de la manga una ordenanza mediante la cual el Capi decretaba que los Vengadores de ambas costas funcionasen como un mismo equipo con dos sedes distintas, y que el bueno de Steve Rogers pudiera echar mano de cualquier héroe que hubiera sido vengador en alguna ocasión (casualmente devuelve al equipo a Namor y Hulka). Todo fuera por tener disponibles los métodos necesarios para sofocar la amenaza de turno. De hecho, su etapa comienza con un homenaje a los tiempos de Kirby y enfrenta al grupo con los Hombres de Lava, unos villanos que bajo su pluma ganan una nueva dimensión. Byrne ya demostró en su etapa en los 4 Fantásticos que los villanos eran tan importantes como los héroes y así lo demuestra que los antagonistas están perfectamente definidos, sus motivaciones son mucho más profundas y el elemento dramático se dispara. El enfrentamiento con unos Hombres Lava que han perdido su humanidad o el regreso de los Eternos son solo el aperitivo de la macrohistoria que ocuparía buena parte de su etapa: Actos de Venganza.
En 1989 alguien debió pensar en las oficinas de Marvel que uno de los elementos más llamativos de Secret Wars (publicada casi un lustro antes) fue enfrentar a muchos héroes y villanos de Marvel, todos a la vez, en un gran “royal rumble”. Así que ¿Por qué no coger a un grupo de grandes súper villanos y hacer que se enfrenten a héroes que nunca les han combatido para pillarles por sorpresa? Este cónclave (muchos años antes a la Cábala que veríamos durante Reinado oscuro) estuvo formado por: Mandarín, Kingpin, Magneto, Cráneo Rojo y el Doctor Muerte, y fueron reunidos por un misterioso personaje que quería ser artífice indirecto de la destrucción de los Vengadores.
Originalmente en Estados Unidos, Actos de Venganza se extendió durante más de 60 capítulos y nos dejó algunos momentos muy importantes, como el rescate de Thor (que estaba siendo apaleado por el Juggernaut por parte de los Nuevos Guerreros), a Spider-Man haciendose con los poderes del Capitán Universo y dando una paliza a Magneto, o la conversión de Mariposa Mental en Ninja… Pues bien, esos momentos no los veréis aquí, al centrarse la recopilación en las series vengadoras como hemos dicho más arriba. El evento resulta confuso, pero la culpa no es de la criba de Panini, es que esa confusión vino dada por la falta de coordinación que tuvo el evento en USA. La saga presenta fallos de continuidad: Por ejemplo, hay un episodio de Avengers Spotlight que finaliza con Ojo de Halcón y Iron Man atrapados con un montón de villanos en la Bóveda. Pues bien, esa secuencia no tiene continuación alguna en ninguna serie. Al menos Byrne hace lo que puede para ofrecer cierta coherencia en sus series.
Lo que no se le puede negar a Actos de Venganza es que tiene un ritmo frenético. Su comienzo es explosivo y sirve para destruir un elemento establecido de Los Vengadores durante sus últimas etapas. Byrne no quería hacer uso del mismo y aprovechó esta saga para salirse con la suya. Durante las páginas del evento veremos a un buen número de personajes y unas cuantas batallas bastante apañadas, pero poco más. De hecho, el epílogo de la macrosaga sirve más que cómo epílogo como un cajón de sastre para tapar algunos de los agujeros de guion y de las incongruencias producidas.
Una vez pasado el macroevento de turno volvemos a encontrarnos con el mejor John Byrme guionista que os ofrece una historia de calado cósmico con Nébula como gran antagonista. La historia es cocinada a fuego lento y podemos ver pistas de la misma durante todo el volumen. La trama nada tiene que envidiar a Jim Starlin (maestro del cosmos Marvel) y tiene esa épica y trascendencia de estar ante una amenaza que bien podría acabar con toda la vida en el universo. Como contrapunto cómico tenemos a Spider-Man con quien por fin John Byrne termina con el eterno debate (al menos hasta que llegó Bendis) de si debe o no estar en el equipo. Personalmente creo que Byrne no termina de pillar al punto a Spider-Man ni a su sentido del compromiso y la responsabilidad, ya que pasa haciéndole parecer el tonto graciosillo de la clase e incluso cobarde según el caso.
En lo referente al resto del contenido, este tocho incluye fragmentos de los anuales 18 y 19 del grupo. Sí, habéis leído bien, fragmentos. El grueso de esos anuales correspondía a las sagas Atlantis Ataca y El factor Terminus. Es posible que algún año Panini las recopile como es debido, pero seguro que éste mosqueará a los fans más radicales que quieren una recopilación integra.
Como viene siendo habitual, este volumen incluye un buen número de extras entre artículos, publicidades de la época, portadas, bocetos e incluso un número de What The? La publicación paródica de Marvel y que está dibujada por el propio John Byrne. Delicioso.