A lo largo de sus carreras como justiciero y criminal, los caminos de Batman y Harley Quinn se han cruzado en infinidad de ocasiones, propiciando aventuras, desventuras, equívocos y enfrentamientos para el recuerdo. Historias trepidantes y divertidas como las recopiladas en este tomo, que cuentan con invitados especiales tan ilustres como Catwoman, Nightwing, Hiedra Venenosa o la Fuerza Especial X de Amanda Waller. ¿Te las vas a perder?
Hay cómics de los que podemos decir sin ningún género de dudas que no tienen ni pies ni cabeza. Este Batman y Harley Quinn es claramente uno de ellos. Aunque está englobado en la línea Kodomo de ECC Ediciones, y por tanto dirigido a un público infantil, dudo mucho que ni siquiera los niños puedan disfrutar de un cómic tan disperso como mal planteado. Hace unos meses ya reseñamos en esta web Harley Quinn y Batman, el cómic digital que servía de presentación para película animada de DC Batman y Harley Quinn, estrenada hace año y medio. Pues bien, lo que ahora tenemos entre manos es la versión en papel de la secuela de dicha película de animación, llamada, en un alarde de originalidad, Batman y Harley Quinn.
¿Y por qué digo que este cómic es disperso y mal planteado? Porque, al tiempo que está dirigido a un público infantil, retoma elementos adultos de la película, como el encuentro sexual entre Harley y Nightwing (cuyo flirteo ya se intuía en el tomo anterior), y se limita a cerrar cabos sueltos, como la relación de Harley con Hiedra Venenosa o qué le ocurrió al Hombre Florónico tras el encuentro con los héroes en los pantanos. Se trata tan sólo de historias cortas sueltas, sin apenas relación las unas con las otras, y que ni explican nada mínimamente interesante ni cuentan con un dibujo tan atractivo como el del tomo anterior. Y es que, pese a las tintas «quemadas» del paso a la versión digital al papel, el dibujante Rick Burchett es, después de Bruce Timm, quien mejor ha atrapado el espíritu gráfico de Harley Quinn (sin contar a Terry Dodson o a Amanda Conner, que llegarían años más tarde).
El problema de estas historias realizadas por distintos autores, es que cada guionista aporta una personalidad tan diferente de Harley Quinn que se termina por desvirtuar al personaje. Harley pasa de ser una chiflada que va por la calle en plan «dame lo que quiero o te mato» a ser un angelito dispuesto a ayudar a un pobre Killer Croc víctima de control mental por Amanda Waller en su Fuerza Especial X (también conocida como Escuadrón Suicida). El baile de dibujantes es lo de menos, porque todos intentan seguir el estilo de la serie animada, de modo que la coherencia gráfica se mantiene. Entre los guionistas tenemos a viejos conocidos como Jeff Parker (Agentes de ATLAS), Matthew Dow Smith (JLA: El Día del Juicio) y Ty Templeton (Las Aventuras de Harley Quinn), mientras que al dibujo obran artistas como Craig Rousseau (Más Aventuras de Harley Quinn), David Hahn (Lucifer) y Luciano Vecchio (Harley Quinn y Batman).
El hecho de que Harley y Batman no coincidan en estas páginas pese a compartir título, el lamento plañidero de Nighting («nos hemos acostado juntos y oh, cuánto la echo de menos»), y la constante sensación de que no nos están contando nada en este tomo (no así en el anterior, que por lo menos tenía un argumento), convierte este Batman y Harley Quinn en una lectura decepcionante en todos los aspectos, válido sólo para completistas acérrimos (como un servidor, ay de mí) y amantes de las curiosidades con pocos escrúpulos y muchas tragaderas.