¡Pasado y presente al estilo Marvels, combinados en la más ambiciosa propuesta de Kurt Busiek! Un relato que se expande a lo largo de la historia de La Casa de Las Ideas y que abarca desde la aventura cósmica al drama humano, desde los primeros héroes hasta las superestrellas del mañana. Sólo el primer número narra desde una invasión alienígena a una merienda en el parque, con el Escuadrón de Vencedores después de la guerra, Reed Richards en su época dentro de la inteligencia militar, seres cósmicos más allá del espacio y el tiempo… ¡y sólo estamos empezando!
Como creo recordar haber dicho en una reseña anterior, Kurt Busiek parece haberle cogido el gusto a escribir de todo un poco, sin centrarse necesariamente en ningún personaje, ni querer hacerse cargo de ninguna serie en especial. Prueba de ello son sus últimas series para La Casa de las Ideas, como Marvel o Instantánea Marvels, en las que aprovecha el tirón de su obra magna para esta editorial, Marvels, y se recrea en historias cortas, autocontenidas y autoconclusivas, ya sea como escritor o como editor. Su última empresa, titulada, en un alarde de originalidad, The Marvels, da una vuelta de tuerca a ese concepto y crea varias historias con diversos personajes, que se entrecruzan (o no), pero que guardan alguna relación entre sí, siquiera tangencial. Sería el equivalente en viñetas a series como Héroes o Sense8, pero con el sabor adicional que le da al guiso ese amor que siente Busiek por la continuidad Marvel, y que llena todo el tebeo de ese particular sense of wonder al que nos tiene acostumbrados.
En realidad, es muy fácil vender este tebeo: sólo hay que decir Marvel y Kurt Busiek, y ya tienes el 90% del trabajo hecho. Pero ah, no sólo de glorias pasadas vive el artista (salvo si lo petaste en la movida madrileña, en cuyo caso pueden vivir del cuento hasta tus nietos), de modo que Busiek se remanga la camisa y bucea en los orígenes del Universo Marvel para sacar a la luz su época como editorial de tebeos de monstruos, la vida de la Primera Familia antes de adquirir sus poderes, cómo actuarán los superhéroes dentro de unos años… Es decir, Busiek condensa el pasado, presente y futuro de los superhéroes alrededor de una ficticia nación del sudeste asiático llamada Sin-Cong, en la que el Gobierno de EEUU tiene intereses… «científicos». Los monstruos que protagonizaron las historias de la primigenia Marvel pudieron provenir de esa región, y allí se llevaron a un joven Reed Richards y su amigo el piloto Ben Grimm, antes de su infame viaje espacial. En el presente, el Castigador se enfrenta en EEUU a una mafia proveniente de ese país, mientras que en el futuro cercano el Capitán América realiza una sigilosa incursión para estudiar una misteriosa fuente de energía. En estos tres primeros números, Busiek ha creado un microverso dentro del Universo Marvel, su propio cajón de arena donde jugar con sus personajes, doblando a su antojo la sacrosanta continuidad para contarnos cosas como que Daredevil estuvo en Sin-Cong actuando entreteniendo a las tropas (Marta Sánchez estaría ocupada), o que el Soldado de Invierno trabajó junto al Guardián Rojo en dicho país. También hacen acto de presencia los Shi’ar, Nick Furia y prácticamente todo el que es alguien en el Universo Marvel.
Para esta aventura, Busiek cuenta con un colaborador de excepción, el dibujante turco Yildiray Çinar, que utiliza un estilo neoclásico de dibujo que recuerda al del gran Carlos Pacheco para mostrarnos versiones más jóvenes de personajes que todos conocemos (¿alguien ha visto alguna vez a Reed Richards sin sus características sienes plateadas, o a Johnny Storm de niño incordioso?). Çinar (Iron Man Superior, Cable: Conquista) se lo pasa en grande dando forma a las ideas y planteamientos de Busiek, convirtiéndose en su compañero de juegos en dicho cajón de arena, con todos los juguetes que el Universo Marvel puede ofrecer. El color del veterano Richard Isanove (La torre oscura, 1602) poner el broche de oro a este equipo artístico de excepción.
Hasta ahora hemos podido leer, gracias a Panini Comics, los números 1, 2 y 3 de The Marvels, mientras que la serie sigue abierta en EEUU. No sabemos si Busiek tiene intención de terminarla en algún momento en particular, o si pretende seguir escribiendo hasta que se le seque el pozo de las ideas. Pero si mantiene este nivel, y esta serie acaba convirtiéndose en la Astro City de Marvel, puede permanecer en ella todo el tiempo que haga falta, que yo firmo.