En serio, si no estáis leyendo los tebeos de los Power Rangers porque la imagen que tenéis de ellos es la ofrecida por las cutres, pero igualmente divertidas, series de imagen real de televisión, no sabéis lo que os estáis perdiendo. Lo he dicho varias veces, pero junto con el Massive Universe de Radiant Black y compañía, son los mejores tebeos de superhéroes que se están editando en nuestro país ahora mismo.

Un breve recordatorio: ahora mismo, Moztros está publicando la fase dos del relanzamiento de Boom! Studios, escrita al completo por Ryan Parrott (el de Rogue Sun). La serie llamada “Mighty Morphin” se desarrolla en la Tierra, mientras que la de “Power Rangers” se ambienta en la Galaxia con Jason, Zack y Trini surcando el universo como los Omega Rangers, para evitar que los Empyreal sigan consumiendo planetas.

Este segundo volumen de “Power Rangers” reúne los números 5 a 8 de la serie regular original, más un capítulo de la serie antológica “Power Rangers Unlimited”. En estos capítulos la serie ya ha encontrado completamente su tono, que no es otro que el de Space Opera. El equipo Omega está viviendo una serie de aventuras por toda la Galaxia junto con Drakkon, su antiguo enemigo. Parrott acierta de pleno con las dinámicas de grupo entre los tres héroes y el villano, creando muchas situaciones donde la tensión se puede cortar con un cuchillo. A estas alturas de la película uno no sabe todavía si se ha reformado o está esperando el momento preciso para dar una puñalada a sus compañeros. Quién sabe, quizás incluso se acabe convirtiendo en el Blue Omega Ranger, pero eso todavía está por ver.

En este puñado de episodios también asistimos a la llegada de Astronema (la creadora de los Psycho Rangers, tal y como vimos en esta reseña). Todo un guiño de regalo por parte de Parrott a los fans de la sexta temporada de la serie original (la primera de Power Rangers en el espacio). Ahora bien, el guionista está desarrollando los acontecimientos de manera completamente diferente.

La trama de los Empyreal sigue avanzando poco a poco. No obstante, mientras tanto el autor va sazonando la serie con algunos episodios que, siguiendo la misma trama, son un poco más ligeros.  Es el caso de una partida de cartas en una cantina espacial, que recuerda de sobre manera al puerto de Mos Eisley, de Star Wars. Por supuesto, la timba acaba mal. No podría haber sido de otra manera, y tampoco nos habría gustado.

A lo largo de esta segunda entrega de “Power Rangers”, el grupo también se enfrentará a algunos dilemas morales de lo más interesantes cuando tienen la posibilidad de dejar vivir o morir a un planeta de conquistadores que está en el punto de mira de los mencionados Empyreals ¿Qué harán nuestros protagonistas? Tendréis que leerlo para saber cómo acaba la historia jejeje.

Lo cierto es que tanto “Power Rangers” como “Mighty Morphin” son series que se devoran con verdadera adicción. La edición de Moztros, calcada a la americana, sabe a poco, ya que apenas se incluyen cuatro capítulos americanos por tomo. Y ojo, Ryan Parrott no es un guionista que use la técnica narrativa del decompressive storytelling, en sus tebeos pasan muchísimas cosas, pero enganchan de tal manera que te los lees de una sentada.

El arte principal corre a cargo del italiano Francesco Mortarino, dibujante que ha desarrollado el grueso de su carrera en esta franquicia y que realiza un trabajo excelente con unos diseños muy cuidados y unas secuencias de lucha y acción espectaculares. Quizás todavía le quede algo de tiempo de cocción hasta encontrar un estilo más personal, pero desde luego cumple de sobra con lo que requiere esta serie.

El presente ciclo de Power Rangers duró veintidós números americanos en cada uno de las colecciones, más algunos especiales. Creo que Moztros pretende publicar todo el material este año. Serán muchos tomos, pero merece mucho la pena. Deseando estoy de leer el siguiente volumen.