Antes que nada. Si habéis llegado a este tomo siguiendo la numeración de Panini para esta reedición en Marvel Must-Have de los Vengadores Oscuros, os comento que, previo a los números que se incluyen en este tomo, debéis leeros el crossover con la Patrulla X publicado en un tomo titulado Utopía. Aclarado esto, pasemos a hablar de esta encantadora panda de chalados.

En el anterior volumen de los Vengadores Oscuros, Brian Michael Bendis se centró en presentarnos esta nueva alineación de villanos jugando a héroes. Un concepto que, si bien no es novedoso, sí resulta arriesgado. A buena parte de este grupo ya lo vimos en los Thunderbolts de Warren Ellis, serie que fue la respuesta Marvel al Escuadrón Suicida de DC. Pues bien, esta peculiar banda de “Héroes más poderosos de la Tierra” resultan a la postre una moderna actualización del concepto “villanos jugando a ser héroes” creado por Kurt Busiek a finales del siglo XX. Las comparaciones son odiosas, pero Bendis ha salido airoso de dicha contienda.

El escritor de Cleveland apuesta todo a una carta con nombre y apellidos: Norman Osborn. Nuestro querido Iron Patriot, y nunca olvidemos que se trata del antiguo Duende Verde, se convierte en protagonista de la función. Bendis da en el clavo al mostrarnos al personaje como una olla express. Personalmente me fascina el crisol de emociones, y personalidades, que se dan cita en su cabeza. Por un lado, me creo de verdad que esté tratando de hacer lo mejor por el mundo, usando para ello métodos que a los antiguos Vengadores les parecerían poco menos que blasfemos. Por otro lado, me parece francamente jocoso cómo muchas veces parece más un padre o un profesor de un jardín de infancia poniendo orden en unas filas plagadas de psicópatas, alienígenas, tarados o manipuladores. Un combinado explosivo que da bastante juego sobre el papel.

Vengadores Oscuros es una serie que, además, resulta muy entretenida y divertida de leer. Pasan muchas cosas, hay ritmo y buenas interacciones entre los personajes, que dan como resultado algunos momentos cómicos bastante tronchantes.

En este volumen, también hay espacio para que otros personajes brillen bajo su propio foco. Me estoy refiriendo a Victoria Hand, mano derecha de Osborn y niñera secundaria de los Vengadores Oscuros. Con un par de pinceladas aquí y allá, sabremos bastante más de su futuro, sus motivaciones y su cañera personalidad que la ha hecho cometer grandes riesgos en pos de seguir sus ideales, aunque eso conlleve enfrentarse al gran Nick Furia.

¿Qué podemos esperar de esta entrega de Vengadores Oscuros?

Bien, pues nos vamos a encontrar con tres historias publicadas en los números 9 a 12 de su serie regular, así como en el primer anual de la colección. Abrimos con un fill-in centrado en Ares y Phobos (recordemos que su hijo es parte de los Guerreros Secretos del mencionado ex director de Shield). Ante nosotros quedan 24 páginas de acción macarra, endiabladamente bien dialogadas que dejan con ganas de ver más enfrentamientos de este tipo. También es una manera muy inteligente de despertar el interés de potenciales lectores en la serie centrada en los pupilos de Furia. Recordemos que Guerreros Secretos comenzó en manos de Bendis y Hickman para terminar siendo escrita en solitario por el autor de Dinastía de X y Potencias de M.

A continuación es el turno del enfrentamiento de los Vengadores Oscuros con el Hombre Molécula. El villano de segunda fila con pocas, pero contundentes, apariciones pondrá en jaque a todo el mundo, demostrando que es una amenaza de primer nivel años antes de ser usado por Jonathan Hickman como uno de los catalizadores de las modernas Secret Wars.

Hay que reconocer que Bendis sabe dar un buen uso al pobre Owen Reece. Son de destacar los distintos enfrentamientos con los Vengadores, donde vence a cada uno de manera francamente original. De todas formas, hay dos puntos en este arco que merecen nuestra atención. En primer lugar, cabe destacar como Osborn se ve obligado a recordar alguno de sus momentos más ruines como villano, lo que obliga al personaje a pensar que puede que no sea tan noble como quiere creer. Lo malo es que estos flashbacks son ilustrados por Greg Horn, ese autor de portadas pajilleras cuya narrativa para interiores es poco menos que horrorosa.

El otro punto importante se centra en el Vigia. Desde su adhesión a las distintas cabeceras de Vengadores, todos sabíamos que llegaría el momento en que se tendría que abrir ese melón. Es decir, ¿qué puede hacerse para controlar al metahumano más poderoso del planeta que además tiene problemas de inestabilidad mental? Que sí, que el Vigía tiene el poder de un millón de soles en explosión (un millón, sí), pero hasta el momento nadie ha hecho ninguna historia interesante con él más allá de su creador. Pues ahora, por fin, se revela nueva información sobre sus habilidades, además de avanzarnos por dónde irán los tiros en el futuro.

Terminamos con el primer anual de Vengadores Oscuros. Lo protagoniza Marvel Boy con dibujo de Chris Bachalo (juraría que es el mejor trabajo de su carrera además). Veinticuatro páginas muy divertidas con el bueno de Noh Varr haciendo del Spaceman de David Bowie en una historia que puede parecer intrascendente, pero que resulta vital para la siguiente etapa del soldado multiversal Kree.

En resumidas cuentas, posiblemente estemos ante la mejor colección de la franquicia de cuantas Bendis se encargó. Buenas ideas, suspense, humor y acción bien medidos gracias a un plantel de protagonistas que da mucho juego. Pena que no durase mucho más.