Es la hora de las tortas!!!

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Johnny Red: El Hurricane

Johnny Red: El Hurricane
Guion
Garth Ennis
Dibujo
Keith Burns
Color
Jason Wordie
Traducción
Víctor Manuel García de Isusi
Formato
Cartoné. 20 x 29,7 cm. 208 páginas. Color
Precio
25€
Editorial
Cartem Cómics . 2024
Edición original
Johnny Red #1-8 (Titan Books)

¿Otro cómic bélico de Garth Ennis? Pues sí, pero no. Y es que claro que no cabe duda de que Johnny Red: El Hurricane es un cómic bélico escrito por Garth Ennis, pero hay un buen montón de peculiaridades que los distancian de otros que nos puedan venir a la cabeza como Battlefields o Sara. Y aunque nos vayamos a Stringbags o Dreaming Eagles, que también nos llevan el combate a los cielos, hay varios matices que hacen de Johnny Red: El Hurricane un tebeo que, con muchas de las señas de identidad del norirlandés, constituye una pequeña rara avis en su carrera.

Tal vez lo primero que cabe destacar es que, de tener que acercar esta obra a otro trabajo de Ennis, sería inevitable emparentarlo con Battle Action, la cabecera donde homenajeaba la mítica revista británica. Y es que Johnny Red, protagonista de esta historia, fue creado por Tom Tully y Joe Colquhoun para la revista Battle Picture Weekly en 1977 y continuaría sus aventuras en las diversas encarnaciones de la publicación, con sus correspondientes cambios de nombre, hasta 1987.

Johnny Red: El Hurricane

En su andadura original a cargo de Tully y Colquhoun — y, más tarde, John CooperJohnny Redburn es un ex-oficial de la RAF, caído en desgracia que acaba de cocinero en un barco con rumbo a la Unión Soviética. Pero estamos en 1941 y el navío será atacado por la Luftwaffe. En el caos de la ofensiva, morirá el piloto del avión Hawker Hurricane que llevaban a bordo y Johnny volverá a enfundarse el casco de vuelo para escapar y dar con sus huesos en la península de Kola. Allí será rescatado por un escuadrón de pilotos soviéticos, que, con el tiempo, terminará liderando al servicio del camarada Stalin.

Ya vemos con esta historia de origen — que se revisita con alguna que otra licencia — que Johnny Red tal vez no encaja del todo en lo que hoy día podríamos considerar un héroe al uso, pero no hay duda del papel heroico del piloto de Liverpool en sus aventuras originales y no la hay tampoco en este Johnny Red: El Hurricane.

Y es que esta es otra de las cosas que podemos encontrar que son un poco distintas con otros tebeos de guerra de Garth Ennis. No es que sus historias en este género estén carentes de épica. Es más, suele ser algo que las caracteriza, pero no hay un énfasis en lo heroico y sí, por lo general, un afán desmitificador que carga contra el hecho bélico. Si acaso hay algún tipo de glorificación, recae en los seres humanos involucrados en la guerra, a su pesar la mayoría de las veces. La principal peculiaridad de Johnny Red: El Hurricane es una visión heroica difícil de ver en Garth Ennis y esto se debe sin duda a la veneración que el norirlandés tienen por el personaje y sus aventuras originales que leyó de niño. Ya sabemos de esa cierta animadversión de Ennis por los superhéroes y en Johnny Red: El Hurricane nos deja claro cuáles son sus héroes.

En concreto, la historia de este volumen nos sitúa en la actualidad, o al menos en la actualidad de 2015, que es cuando Titan Books publicó este cómic por primera vez. Un millonario compra un Hawker Hurricane de la Segunda Guerra mundial absolutamente hecho trizas para restaurarlo. Con intención de indagar en la historia del viejo caza, se desplazará hasta Rusia para conocer a un anciano veterano que estuvo allí y vivió de primera mano los tiempos de gloria del Escuadrón Halcón. A través del relato del viejo, no sólo nos pondremos al día sobre Johnny y sus compañeros Rodimitz, Yakob, Rudi o Nina, sino que asistiremos a un importante e insólito acontecimiento de la guerra, que permaneció sumido en el más silencioso de los secretos.

Johnny Red: El Hurricane

Con la excusa del avión, haciendo la veces de manuscrito encontrado, retrocedemos en forma de relato, con lo que un cierto aderezo de leyenda está servido. Y sigue siendo Ennis, con lo que la documentación será exhaustiva y su postura crítica contra el poder en los conflictos bélicos sigue ahí. Ennis no deja de mostrar la guerra como esa picadora de carne, deshumanizada y precaria, sostenida sólo por el valor de las personas que están pisando el barro — en este caso figurado ya que nos vamos a los cielos —. Sin embargo, no está en esta ocasión en primer plano ese carácter desmitificador habitual en los bélicos de Ennis. El guionista nos tiene acostumbrados a ver la épica en la lucha por la supervivencia y la camaradería y no tanto en el propio acto heroico, pero aquí estamos hablando de Johnny Red y Ennis sabe que debe cambiar de registro. Por más que el contexto histórico esté cuidado al milímetro y que, como le hemos visto hacer antes, mezcle realidad y ficción, no olvida que está vez no trabaja con personajes de papel que representan soldados reales, sino que son personajes de papel representando héroes de papel.

Y es que de héroes y heroínas va la cosa y hasta de algún villano, siempre tirando del reparto de las historias originales de Tully, Colquhoun y Cooper. Con luz propia brilla Nina Petrova, sin duda una de las primeras grandes heroínas del cómic británico. Aunque se llame igual que una conocida francotiradora rusa de la Segunda Guerra Mundial, no se trata de la misma persona, sino que esta Nina es miembro del cuerpo que en las historias de Battle se llamaba Los ángeles de la muerte y que en las páginas de Johnny Red: El Hurricane asimila directamente al de Las brujas de la noche, un escuadrón femenino de aviación que ya trabajó Ennis en Battlefields. Y es que el frente soviético es un viejo conocido para el norirlandés, que sabe trabajarlo sin caer en los tópicos gastados, pero consciente de que puede hacer con ellos ciertos juegos.

Pero por más leyenda y heroísmo que pueda poner Ennis a esta historia, necesita algo más que sus potentes diálogos y su tino para los momentazos dramáticos para subir esta historia a los cielos y es aquí donde entra Keith Burns. Este artista dublinés es ya un viejo compinche de Garth Ennis y los hemos podido ver juntos en The Boys o Out of the blue, pero realmente las viñetas son para él casi un daño colateral para despegar su verdadera pasión: dibujar aviones. Miembro del Gremio de Artistas de Aviación, además de los cómics, ilustra libros de aviación, pinta cuadros de aviones… todo lo que le permita plasmar gráficamente estos cacharros con alas y motor que le fascinan. Y es que su precisión a la hora de plasmar estos aparatos en pleno vuelo es tal, que parecería imposible sin un modelo 3D… salvo que seas un frikazo del tema, como sin duda es Burns.

Johnny Red: El Hurricane

A la hora de bajar a la tierra, los dibujos de Burns dejan ecos de Carlos Ezquerra o Klaus Janson, aunque en Johnny Red: El Hurricane se aprecia un esfuerzo consciente de incorporar a su estilo a Joe Colquhoun y John Cooper. Pero es en el cielo donde se desencadena. Sobre todo en los combates aéreos, derriba por completo el trabajo de gutter tradicional en favor de espectaculares dobles páginas donde unas viñetas se superponen a otras llevando el volumen al 11 y quizá perdiendo algo de legibilidad, pero en cierta consonancia con el caos que debe destilar la batalla, lo que en parte lo excusa.

No obstante, este es uno de los motivos por que más grande no siempre es mejor editado. Y no es mi intención poner pegas a la dedicación que pone Cartem en sus ediciones, que además de un acabado impecable, aporta una serie de extras informativos fundamentales para el contexto de la obra. Sin embargo, cuando Burns despliega su dobles páginas, el mayor tamaño no le hace demasiado favor. Si ya resulta un tanto confuso saber cuando una página es doble y cuando no lo es, un tamaño mayor dificulta la visión completa en un único vistazo y puede resultar algo incómodo en ocasiones; sobre todos sabiendo que los dibujos fueron pensados para el tamaño comic-book con el que originalmente los editó Titan.

En cualquier caso, Johnny Red: El Hurricane es un tebeo que, pese a los matices que la diferencian de otras historias bélicas de Garth Ennis, sin duda va a convencer a sus seguidores habituales y, por su epicidad y espectacularidad, puede ser un buen punto de arranque para los que aún no han probado al norirlandés en su salsa favorita.

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