Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Héroes en Crisis 1-3

Héroes en Crisis 1-3
Guion
Tom King
Dibujo
Clay Mann, Travis Moore, Lee Weeks
Color
Tomeu Morey, Arif Pianto
Formato
Grapa, 24-32 págs. A color.
Precio
1,95 EUR - 2,75 EUR
Editorial
ECC Ediciones. 2019
Edición original
Heroes in Crisis 1-3 USA

Santuario es un centro secreto de recuperación destinado a superhéroes traumatizados tras años de lucha contra el crimen y sucesos cósmicos. Es un lugar de reposo y reflexión. Sin embargo, algo ha alterado la paz de Santuario. Cuando un asesinato múltiple tiene lugar en el recinto, dos de sus residentes, Booster Gold y Harley Quinn, se convierten en los principales sospechosos. ¿Podrán descubrir Batman, Superman y Wonder Woman el origen de este brutal crimen?

Tom King es el guionista del momento: al éxito de crítica y público por GraysonEl Sheriff de Babilonia se suman tres premios Eisner en su haber (La Visión en 2017 y Mr. Milagro en 2018, más uno a la mejor historia corta en 2017). Hay incluso quienes dicen que puede ser el Alan Moore del siglo XXI. Si bien nadie trata de restar méritos a la labor de este guionista, si nos atenemos a este último trabajo llamado Héroes en Crisis (publicado en España por ECC Ediciones) podríamos estar ante el bluff del siglo. Porque, con 3 números leídos de esta miniserie, ya nos entran ganas de bajarnos del carro y dedicar nuestro tiempo y dinero a otras colecciones. Héroes en Crisis arranca lento pero fuerte, como una explosión a cámara lenta, y de ahí se desinfla y cae en picado, pero también a cámara lenta. Justo lo opuesto al famoso aforismo de Cecil B. DeMille de cómo debe ser una película: empezar con un terremoto, y de ahí siempre hacia arriba. Porque Héroes en Crisis tiene aspiraciones de whodunit (nuestro castizo quienhasío) cinematográfico. Quiere ser el Sospechosos Habituales del cómic, el relevo generacional de Crisis de Identidad, y aunque el planteamiento es realmente prometedor (un asesinato múltiple en un centro de terapia psicológica para superhéroes), el desarrollo se queda en una narración confusa y pretenciosa, y más lenta que un desfile de cojos.

Tom King, Mikel Janín y Tony S. Daniel sentaron las bases de Santuario, el centro de recuperación creado a partir de tecnología kriptoniana, en sus Batman 76/21 a 79/24Todo el mundo ama a Hiedra / El regalo, ligados a la boda de Batman y Catwoman. Además, en Flash 40/26 vemos cómo un héroe de la familia del Velocista Escarlata ingresa en Santuario tras el desenlace de La guerra de Flash. Con una estructura cinematográfica a más no poder, King recurre a un inicio in medias res y alterna sin ningún pudor ni ritmo narrativo secuencias de una pelea a muerte entre Booster Gold y Harley Quinn, escenas del confesionario de Santuario y la llegada de Superman, Batman y Wonder Woman al lugar del crimen. Poco a poco descubriremos que ha habido una masacre en Santuario, conoceremos a algunos de sus residentes y seremos partícipes de la investigación, tanto la que realiza la Trinidad de DC Comics como la que emprende Booster Gold por su cuenta, a fin de librarse de toda sospecha. Una mezcla entre Crisis de Identidad y Proyecto OMAC (cambiando a Blue Beetle por su pareja cómica Booster Gold), que se toma su tiempo en avanzar y en contar cosas relevantes, si es que acaso lo hace en estos tres primeros números.

Porque una obra de este estilo se la juega en los dos primeros números: el primero tiene que generar interés, y desde luego que lo consigue (por los pelos, pero lo consigue), pero el segundo número tiene que mantenerlo, y es aquí donde King hace aguas miserablemente. Hay tantas historias paralelas (Wally West, Lagoon Boy, Booster Gold, Harley Quinn…) que la atención del lector se le escapa al guionista de entre los dedos como un puñado de arena. Además, se toma algunas libertades literarias completamente fuera de lugar, como que Harley Quinn sea capaz de encontrar ella solita la ubicación de este centro terapéutico supersecreto, o que deje en ridículo a Batman, Superman y Wonder Woman escapando de ellos cuando van a interrogarla. Resulta tan absolutamente increíble como que Superman necesite acudir a Santuario a causa del estrés que le supone mantener la doble identidad de Clark Kent. ¿En serio, Tom King? ¿En serio?

Son tres números a un ritmo tan lento que uno está deseando que maten a alguien para que así al menos parezca que ocurre algo. La investigación no avanza, escenas y escenas de confesionario sin ton ni son (¿Batman el paranoico quitándose la máscara delante de una cámara? ¿Nos hemos vueltos locos?). Es de suponer que en algún momento en el futuro la cosa evolucione y King sea capaz de ofrecer algo más. En el apartado gráfico tenemos al muy competente Clay Mann (Ninjak, Elektra: Reinado Oscuro), asistido en algunas páginas por los también apreciados Travis Moore (Fábulas: Por siempre jamás) y Lee Weeks (Batman / Elmer Fudd, Daredevil: Al diablo lo que es del diablo). Con un estilo generalmente pausado, con páginas repletas de bustos parlantes y alguna escena de acción ocasional, Héroes en Crisis podría haber pasado por otra obra pretenciosa de Brian Michael Bendis, y se queda en una obra pretenciosa de Tom King.

¿Tiene Héroes en Crisis algo más que ofrecer? Dejando a un lado la hábil maniobra de marketing que supone la inclusión de la palabra Crisis en un tebeo de DC, confiamos en que King se haya guardado un as en la manga para el final. Los que han leído la obra al ritmo USA dicen que más adelante remonta. Esperemos que sea así, porque 9 números como éstos y a este ritmo dan para una buena siesta.