Macbeth, Drácula, Ana de las Tejas Verdes, Emma, El libro de la selva, Romeo y Julieta… Y así podríamos seguir hasta mañana. Todos estos libros son clásicos indiscutibles de la literatura. Obras que han trascendido el papel, siendo adaptadas a todos los campos inimaginables, desde películas, seriales radiofónicos, series de imagen real y animadas, y por supuesto, también cómic y manga. En concreto he mencionado algunos títulos editados por Norma dentro de su colección “Clásicos Manga”. Hoy me dispongo a hablaros de Frankenstein, de Mary Shelley, la última adhesión a tan selecta línea.

Frankenstein, de Mary Shelley, vio la luz por primera vez el uno de enero de 1818. No obstante, la escritora no fue acreditada como tal hasta 1923. Años más tarde, en 1931, la propia autora publicó una nueva versión con cambios sustanciales en la motivación e identidad de los protagonistas principales. Para esta adaptación al manga, el escritor M. Chandler ha optado por ceñirse al texto original.

Frankenstein o el moderno prometeo, de Mary Shelley

En algo más de trescientas páginas, M.Chandler adapta el libro original de manera muy fiel. Prácticamente todos los elementos importantes del manuscrito de Shelley son trasladados al lenguaje propio del cómic japonés. Chandler pone especial énfasis en el drama mostrando a un Victor Frankenstein completamente consumido por las consecuencias de haber creado al futuro prometeo. Un drama que se apoya especialmente en la proliferación de monólogos internos del propio Frankenstein, pero que en ningún momento llegan a lastrar el ritmo de lectura.

El escritor sabe captar bastante bien la furia, el miedo o la desesperación que sufre el protagonista,pero flaquea en los aspectos más terroríficos de Frankenstein. Lejos queda ese aire de proto mad doctor que destilaban las páginas de Shelley. Culpa de esto la tiene el tosco diseño Linus Liu (que también se encargó de ilustrar la versión manga de algunos poemas de Edgar Allan Poe), que le da una apariencia más propia de un demonio japonés del tipo Oni o Shinigami, que de una bestia infecta confeccionada con remaches de cadáveres.

Cierto es que la gracia de leer el libro original era imaginarse como podría ser el nauseabundo monstruo, que por culpa de la Universal todo el mundo piensa en él como un gigantesco ser gris con tuercas en la sien. Precisamente, al tratarse de un medio tan visual como es el cómic, ese trabajo queda en manos del artista. La versión de Liu es fallida, demasiado “cute”, en especial si la comparamos con la acertada y grotesca imagen ofrecida por Junji Ito del mismo, tanto que parece que Chardler es consciente de ello, multiplicando hasta la extenuación las veces que leeremos a Victor Frankenstein decir que su criatura es horrible, fea, repulsiva… y cualquier sinónimo que se os ocurra.

No dejamos de hablar del dibujo Liu (sin lugar a dudas el eslabón más flojo de toda la obra), porque su estilo demasiado simplista y limpio no es el más adecuado para la ambientación victoriana que requiere un relato como el de Frankenstein. Afortunadamente, el ritmo de la historia no requiere de un arsenal de recursos narrativos por lo que en este aspecto, el dibujante cumple los mínimos exigibles.

Aún con todo, se trata de una digna adaptación que puede servir de gancho para aquellos lectores jóvenes a quienes se les atraganten los libros llenos de letritas sin dibujín alguno. Es probable que si salen contentos de esta experiencia les apetezca conocer el original, que siempre, y digo siempre, es la mejor versión de la obra.

La edición de Norma es notable, con encuadernación rústica y sobrecubierta. El volumen se completa con una galería de bocetos de los personajes y portadas deshechadas de Linus Liu y también un largo artículo de Chandler explicando cómo afrontó el reto de escribir esta versión de Frankenstein.

Por último os recordamos otras revisiones del monstruo de Frankenstein en el noveno arte, destacando el mencionado manga de Junji Ito, la escalofriante visión de Bernie Wrightson o la clásica de Dick Briefer.

Sobre estas líneas dejamos también una humilde lista de reproducción con temas basados o protagonizados por nuestro querido monstruo de Frankenstein.