En 1987 se estrenó la película “Predator”, del director John McTierman. Se convirtió en una película muy rentable al amasar 100 millones en taquilla cuando su coste de producción ni siquiera alcanzó los veinte. La efectiva combinación de terror, acción y ciencia ficción convirtió a su criatura protagonista en todo un icono de la cultura pop a la altura de los xenomorfos de Alien. Ambas cintas acabaron protagonizando sendas franquicias de lo más lucrativas, salvo alguna excepción.
“Predator”, la historia hasta ahora
Al contrario que en la saga iniciada por Ridley Scott, las películas de “Predator” (nombre original que Panini ha decidido mantener en la portada del cómic pero no en el interior del mismo) son completamente independientes entre sí, con la salvedad de pequeñas referencias que hacen alusión a eventos anteriores. Como todo éxito cinematográfico que se precie, “Predator” vio cómo su mitología se expandía como un incendio incontrolable por novelas, videojuegos… y comics.
Dark Horse fue la editorial que vio nacer aquella mítica miniserie de Paul Verheiden y Chris Warner en 1989. Desde entonces, y hasta 2020, han publicado docenas de historias con estos personajes. Pero la compra de Fox por parte de Disney provocó que las franquicias de “Alien” y “Depredador” (dejadme llamarla así una vez, porfa) acabaran más pronto que tarde en Marvel Comics. En el caso que nos ocupa fue más tarde, ya que esta primera serie, rebautizada a posteriori para su recopilación como “El día de la cazadora”, salió casi un año más tarde de lo planeado debido a unos flecos que quedaban pendientes con sus derechos.
Pero por fin, tengo en mis manos este “Predator: el día de la cazadora”. Una miniserie de seis números publicada por Panini en formato 100% Marvel Hardcover. Del guion se encarga Ed Brisson, guionista todoterreno bien dotado para las obras donde la acción es un elemento fundamental. En Marvel le hemos visto en los “X-Force” pre-Krakoa, en el “Motorista Fantasma” que tuvo que ser abortado por la cuarentena covid o también en otras adaptaciones de franquicias audiovisuales como “Robocop” o “24”, tebeazos estos últimos, por cierto.
El arte lo pone Kev Walker, dibujante con predilección por las historias de terror o de corte fantástico, que ha firmado unos cuantos tebeos de Marvel Zombies de lo más disfrutables. Walker cuenta con el apoyo del siempre sólido y fiable Frank D’Armata en el color, por lo que el éxito está asegurado.
Una historia de “Predator” diferente
La obra nos avisa desde el mismo título que lo que vamos a leer no es lo mismo de siempre. Os sitúo un poco con la premisa. En un futuro no muy lejano, una joven presencia cómo un Depredador masacra a su familia. Escapa por los pelos, pasan quince años y lo siguiente que vemos es que esa niña se ha convertido en una cazadora curtida que surca la galaxia, aniquilando depredadores con la esperanza de dar con el que acabó con la vida de sus padres.
La escena de presentación de la prota, ataviada con la armadura de Depredador muerta, sabiendo usar sus armas y finiquitando a un rival es un completo shock. Primero por la potente forma de plasmarlo sobre el papel de Kev Walker, que no se corta un pelo con la sangre y los desmembramientos (como debe ser). Segundo porque vemos cómo, por primera vez, el cazador se convierte en la presa.
Por lo tanto, la cinta se mueve en un terreno similar al de la película “Prey”, donde una guerrera india se enfrentaba a un misterioso invasor que supera por mucho a su tribu y salía airosa. Es cierto que esta reformulación de la franquicia traiciona algunos de sus elementos más reconocibles. Por ejemplo, en ningún momento se transmite la sensación de amenaza, de misterio, de que en cualquier momento y de la forma más imprevisible tres puntitos rojos pueden volarte la cabeza o una lanza invisible atravesarte el rostro. Esto no aparece por ningún lado ya que la destreza de la cazadora es tal que sus enemigos son poco más que carne de cañón.
Esta empoderación de un personaje femenino en detrimento de los cara de cangrejo a buen seguro que molesta a una buena parcela de los compradores potenciales de este primer arco de “Predator”. Pero para ellos, porque se van a perder un tebeo cojonudo en el que Ed Brisson sabe aunar novedad y canon de manera perfecta. Porque, vale, aceptamos barco, la cazadora es implacable, pero el resto de humanos que asoman la cabeza por la obra no tienen que tener tanta suerte.
En definitiva, “Predator: el día de la cazadora” es un tebeo lleno de sorpresas, de un ritmo endiablado que te atrapa hasta que te terminas el tomo de una sentada. Presenta ideas innovadoras, contiene escenas de acción que quitan el aliento y para colmo, te deja con ganas de más.
La edición de Panini incluye un pequeño texto de introducción y una galería de portadas alternativas de artistas como Peach Momoko, Salvador Larroca, Ron Lim o Skottie Young.