En 2011, Pablo Velarde, conocido con el seudónimo de Judas, comenzó a publicar en la revista El Jueves la tira Custodia compartida. Centrada en las aventuras de una niña, hija de padres divorciados, la tira aprovecha para evidenciar los sinsentidos que suelen rodear a la legislación nacional para las separaciones y divorcios, y cómo la propia naturaleza humana se encarga de poner la guinda a ese amargo pastel. Estamos ante otra recopilación de tiras de la famosa revista, como ya hemos visto como Pablo Arkada o la propia línea Por fin es viernes de Dolmen, y de la que se han recopilado tiras de Historias de la puta mili, Makinavaja, Oh, Dios mío, Grouñidos en el desierto o Johnny Roqueta. El Jueves es una cantera de humor gráfico con material para editar muchos tomos recopilatorios. Ahora Dibbuks ha recopilado las tiras de Custodia compartida de 2011 a 2014 en un tomo fantástico.
La historia.
Las tiras tienen como protagonista a Custodia, una niña con una madurez acelerada a la fuerza por el instinto de supervivencia. Sus padres, un hippy vegano y naturista, y una vividora cuya principal meta es hacerle la vida imposible a su exmarido, sacarle hasta el último céntimo que pueda y saciar su instinto sexual con toda una fauna de aspirantes.
Custodia es una niña ácida, con frases impropias de alguien de su edad, y que la acercan a otros adorables y elocuentes niños de tiras cómicas como Mafalda o Calvin (Calvin&Hobbes). La diferencia es la mala leche que destila, y que tras unas cuantas tiras, entiendes de dónde ha ido saliendo… y hasta llegas a empatizar con sus malas artes.
El autor.
Pablo Velarde, sevillano, lleva vinculado a El Jueves desde 1995, con tiras como Porca Miseria o Amigas las tres. Desde 2011, y a raíz de la cancelación de la segunda, Judas decide dedicar una tira para, como el propio autor reconoce, satirizar el sindios que son las leyes y juzgados de familia de nuestro país. Sus guiones son muy ácidos y su dibujo es muy limpio y recuerda al estilo de Bill Watterson en Calvin y Hobbes.
Soy hijo de divorciados y yo mismo he pasado ya por ese trance, por lo que reconozco mucho de lo que se cuenta aquí. Estoy seguro que Velarde ha usado esta tira en muchas ocasiones como terapia psicológica para desahogarse con algunas de sus propias experiencias personales. De hecho, me llama, y mucho, la atención el retrato de los padres. Es cierto que retrata a ambos como dos patanes egoístas, pero con la madre es mucho más agresivo, y la retrata como una vaga, promiscua y que solo busca sacarle a su ex dinero. Me resulta curioso que no se haya atacado a esta tira por parte de sectores feministas, dado como está el patio con algunos temas, porque si bien es cierto que el padre no sale mucho mejor parado, se le retrata como mucho más sensato y comprometido con la educación de Custodia.
Pero lo divertido es ver cómo gestiona Custodia esa guerra entre ambos, y sobre todo cómo aprovecha esa guerra para su propio interés. Otro de los ambientes habituales es la escuela. Las tiras de Custodia en el colegio, y de cómo suele afrontar las tareas escolares son de las más divertidas, porque suele aplicar lo que vive en su propia casa, lo cual suele acabar con más de un problema para la niña, puesto que sus padres no son el mejor ejemplo que se pueda esperar para una niña de esta edad.
La estructura de las tiras ha ido evolucionando con el tiempo. Son páginas completas con una estructura de 6-10 viñetas y son tiras habitualmente independientes, aunque con el tiempo se empiezan a ver algunas series de tiras centradas en una trama completa, como cuando se pierde con su padre en el campo, cuando se va de veraneo a un campamento un tanto peculiar o cuando tiene como vecina a la hija de un mafioso. Aún así, no suelen ser más de 5-6 tiras temáticas, y son tiras que se pueden recuperar en cualquier momento.
Además de los padres, hay algunos personajes recurrentes como la novia de papá (él sí tiene una sola novia) que juega el papel de la nueva figura femenina para Custodia, y además, más joven que mamá…; y los abuelos. Me encanta que al menos los abuelos sean los papeles ganadores de la tira, en el sentido en que son los que mejor parados salen como personas. Son adorables y tiernos con Custodia.
En definitiva, Custodia compartida.
Custodia es una niña adorable, y a la vez una auténtica bastarda… pero lo es por la influencia de dos padres más preocupados por pelear entre ellos que por mirar por la educación de su propia hija. Con un dibujo muy agradable y certero, y un sentido del humor divertidamente ácido, hará que los que hemos pasado por ahí la leamos con, una de dos: o una sonrisa socarrona, o una mala leche in crescendo. El que se enfrente a una pareja como cualquiera de las de aquí, probablemente se vaya poniendo de mal humor en lugar de esbozar sonrisas, pero entendiéndolo como una caricatura resulta de lo más divertida.
Dibbuks ha recopilado 192 páginas de tiras a color con una encuadernación rústica con solapas a un precio de 20€.
Lo mejor: Custodia, un personaje que se come al resto. Los abuelos, los más tiernos.
Lo peor: Alguno podría pensar que el autor es más generoso con el padre que con la madre…
Para amantes de las tiras cómicas. Para seguidores de Velarde en El Jueves. Para divorciados que busquen una guía de lo que no se debe hacer con los hijos…