Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Saga El castigador 11. La larga y fría oscuridad

Marvel Saga El castigador 11. La larga y fría oscuridad
Guion
Garth Ennis.
Dibujo
Goran Parlov, Howard Chaykin.
Color
Edgard Delgado, Lee Loughridge.
Formato
Cartoné, 144 págs, Color.
Precio
15€.
Editorial
Panini Cómics. 2018.
Edición original
MAX: Punisher #50-54 (Marvel Comics)

¿Os habéis parado alguna vez a pensar cuándo da más miedo un personaje tan paródico como el Joker? Cuando deja de sonreír… En La larga y fría oscuridad, Garth Ennis coge a su personaje “alivio cómico” dentro de la etapa de Frank Castle más seria que ha escrito jamás y lo lleva al terreno de seriedad que ha estado usando hasta el momento. Un arco absolutamente devastador en todos los sentidos y, probablemente, y ya hemos repetido esto varias veces, el mejor de toda la colección.

La larga y fría oscuridad
Creo que revelar demasiado de la trama es estropear el ritmo natural de su lectura. Panini lo ha entendido a la perfección y ni en su sinopsis ni en su artículo introductorio a cargo de Julián M. Clemente revela nada relevante de su trama. Así que resumiremos el contenido de estos cinco números (el primero de ellos con una extensión extra) en que Barracuda vuelve, dispuesto de una vez por todas, a acabar con el Castigador, a demostrar que es superior a él y para ello recurrirá a apuntar donde más duele.

Una de las cosas que más me ha gustado de este arco argumental es que Ennis nos demuestra que no ha estado escribiendo historias sueltas. En anteriores reseñas hablábamos que cada arco argumental es completamente independiente uno de otro, salvo por pequeños matices o citas de algún personaje. Ya en el noveno tomo, Hombre de Piedra, recuperaba personajes de arcos anteriores (Madre Rusia). Aquí sigue recuperando personajes de tomos anteriores, concretamente del tercero, y del séptimo al noveno, teniendo en cuenta que Barracuda vuelve a la acción. Con esto, nos damos cuenta de que por diferentes que sean las tramas entre sí, toda la etapa cuenta con una cohesión.

La larga y fría oscuridad
El Frank Castle de este arco es un Frank atormentado, obsesionado por las armas (espeluznante la secuencia del primer número en la que hace prácticas de tiro, con un absoluto recital de datos sobre armas de fuego), y con un trauma imposible de cicatrizar que dirige todas sus acciones. Lo vemos viejo, implacable, pero desgastado, y con signos muy coherentes del paso del tiempo en una vida dura y con el sonido de las balas como un hilo musical acompañante.

Pero si aquí Ennis escribe al, posiblemente, mejor Frank Castle que podamos imaginar, lo que hace con Barracuda es de levantarse a aplaudir. Barracuda es un personaje hiperbólico, que roza la parodia. Qué digo roza, se sumerge en ella… Con esa eterna sonrisa bobalicona y esa aparente anestesia que hace que ni se inmute ante todo tipo de golpes y mutilaciones, amén de esa capacidad para sobrevivir a las situaciones más inverosímiles (mutilaciones, tiburones…), Barracuda es el típico personaje marca Ennis como ya hiciera con el Ruso, que es un armario de tres puertas capaz de hacer frente a Castle a base de músculos. Pero con el tono de la serie, Barracuda suponía ese alivio cómico. Ya lo comentamos en su tomo correspondiente, era como si Ennis dijese: “Oye, que sé que os molan las historias burras y me estoy poniendo muy serio en esta colección, venga va, aquí os traigo a este”. Aquí nos plantea a ese personaje y le da un aspecto aterrador porque le da un trasfondo, una motivación, y casi una explicación a que lo veamos de ese modo, pero detrás de ese gigante hay un auténtico monstruo. Y cuando deja de sonreír hace que veamos una versión más realista que hace que se nos corte el desayuno…

La larga y fría oscuridad
El dibujo del primer número del tomo corre a cargo de Howard Chaykin. Un autor solicitado por el propio Ennis para un cómic tan especial como el cincuenta. Sin embargo, a partir del siguiente, vuelve Goran Parlov, probablemente el dibujante que mejor ha sabido plasmar el tono del guionista en esta serie y que nos muestra una violencia explícita tan realista como desagradable. Fabuloso el trabajo de Lee Loughridge al color, repartiendo sus cuatro números en dos tonalidades: la azul verdosa para las escenas nocturnas y un amarillo intenso para las diurnas, situándonos en una atmósfera aún más opresiva de la que ya nos transmiten con el propio guión. Un color con un aspecto mucho más realista que el de Edgard Delgado en el número de Chaykin, a pesar de que a una primera vista, puede resultar mucho más atractivo por su coloreado digital con degradados.

En definitiva, La larga y fría oscuridad.

A falta de un tomo para terminar esta fantástica colección, puedo decir que este ha sido el arco que más he disfrutado. Unos diálogos espectaculares, una continua sorpresa que rompe esa sensación de “no puede ir más allá”, un dibujo de Parlov que transmite esa cruda violencia sin miramientos… Garth Ennis nos cuenta una historia nada original como es la del eterno duelo entre dos personajes antagónicos que intentan acabar el uno con el otro y la aprovecha para dar un nuevo sentido a personajes paródicos como Barracuda o para profundizar aún más en un personaje del que ya está casi todo escrito como es el Castigador. Esto se acerca a su final. Esto se acerca… al fin.

Lo mejor: Lo devastador que resulta. Parlov y Loughridge transmitiendo soberbiamente el mensaje de Ennis. Ver a Barracuda dejar de sonreír y sentir miedo.

Lo peor: A partir de la página 144 del tomo.

Para seguidores del personaje, pocas historias mejores van a leer. Para ver una nueva visión de Barracuda. Para leer diálogos brillantes.