Pasados los crossovers con Civil War II, la etapa de Al Ewing al frente de The Ultimates pudo por fin tomar un rumbo en solitario. Tanto es así, que leyendo este segundo volumen de la nueva edición de Panini, parece que estuviéramos ante unos Ultimates 2.0 o, como prefirieron llamarlo en EE.UU., unos Ultimates². La serie retoma la historia donde se quedó en el anterior volumen, con un Galactus convertido en Dador de vida en lugar de devorar mundos, y toma un rumbo completamente cósmico que la convierte en una mezcla extraña de conceptos kirbianos con los Authority de Warren Ellis. Marvel Now! Deluxe Ultimates de Al Ewing 2 contiene los 9 números de esta segunda serie, junto con el número final que retoma la numeración de todos los volúmenes hasta el momento de una cabecera Ultimates para llegar al 100.

La Guerra de la Eternidad, subtítulo de este Marvel Now! Deluxe Ultimates de Al Ewing 2, nos cuenta cómo el equipo formado por Spectrum, Capitana Marvel, América Chávez, Pantera Negra y Maravilla Azul tendrá que intentar recomponer la realidad después de que Eternidad haya sido apresada por una amenaza mucho mayor que todo a lo que se han enfrentado hasta el momento. Para ello, tendrán que pasar a un nuevo nivel y tendrán que enfrentarse a numerosos obstáculos, desde los Chitauri hasta los Apagafuegos, un grupo militar secreto de la Agencia de Seguridad Nacional formado por miembros casi tan poderosos como los propios Ultimates.

Como decía en la reseña del primer tomo, la serie se veía un poco encorsetada por los tie-ins de los eventos de turno, y eso es algo que no sucede en esta segunda y, por ende, permite ver a un Ewing completamente libre para desarrollar las tramas que tenía en mente. Bueno, dejémoslo en «relativamente libre» porque, si bien puede tomar los personajes que quiere y su idea era abandonar el concepto cósmico con estos números, finalmente tuvo alguna presión editorial para cambiar el destino de alguno de los personajes que aparecen, y posteriormente sí retomaría la Marvel cósmica en series/eventos como Inhumanos: Familia Real, Guerras del Infinito o Destinos Infinitos.

Leída en conjunto, la he disfrutado bastante, incluso no siendo especialmente amante de todo lo cósmico de Marvel, aunque me ha dado la impresión de que su principal virtud es a su vez su principal defecto. La serie adopta un tono casi filosófico y explora unos conceptos que recuerdan mucho al trabajo de Ellis en su Authority, dándole un cariz de trama mucho más grandilocuente que hace que el lector tenga una sensación real de estar ante algo más grande de lo habitual. No es como esas series donde hay una amenaza super importante pero que acaba resolviéndose con la pelea de turno entre el malísimo de turno y el grupo de superhéroes. Aquí vemos como los héroes tienen que recurrir a una solución más compleja porque el nivel de poder supera con creces todo lo que ellos puedan imaginar.

Y eso a su vez es negativo… porque por momentos da la sensación de que estamos ante una amenaza tal, que los protagonistas de la cabecera son meros comparsas de la historia, y que los que tienen que resolver el entuerto son los secundarios implicados, que son algunos de los personajes más emblemáticos de la Marvel cósmica, y que evito citar para no estropearle la posible sorpresa a nadie. Es como ver a Pantera Negra en el equipo, un héroe cuyo nivel y tipo de poder no tiene nada que ver con las capacidades del resto de sus compañeros y a veces puede hacernos preguntar qué hace realmente ahí. Siendo sincero, Ewing maneja esos problemas bien y le da una resolución interesante, haciendo que todos y cada uno de los personajes tengan su momento de gloria y justifiquen su presencia.

El aspecto gráfico salta del Kenneth Rocafort del primer volumen a Travel Foreman. No soy especialmente fan de este dibujante, sobre todo porque creo que alterna estilos dentro de la misma obra dejando una sensación de extrañeza durante la lectura, pero en esta serie su dibujo funciona especialmente bien, y dota a todo este mundo cósmico la épica y grandeza que necesita. En un par de números lo sustituye Aud Koch, con un dibujo algo menos interesante y esa caracterización de personaje que hace que todos los héroes parezcan árabes, con esas narices que les dibuja. En todo caso, no sería la última experiencia de esta dibujante con alguno de los personajes porque un año más tarde participaría en la serie de América Chávez.

En definitiva, Marvel Now! Deluxe Ultimates de Al Ewing 2 es un digno broche para la etapa de Ewing al frente de este grupo, con importantes homenajes a todo el universo cósmico e incluso a la propia historia de la serie en sus anteriores encarnaciones. Sin las presiones de eventos paralelos, el guionista hace una historia a niveles de poder que no estamos acostumbrados a ver en otras series, transmitiéndolo con efectividad al lector y poniendo sobre la mesa algunos conceptos que funcionan muy bien. Ahora que parece que Hickman va a traer de vuelta a este universo, es una buena oportunidad para ponernos al día con él.

Lo mejor: La trascendencia que transmite Ewing con lo que cuenta. Los Apagafuegos molan mucho y sus enfrentamientos con los Ultimates más.

Lo peor: Que por momentos tienes la sensación de que la solución está fuera del alcance de los protagonistas de la serie, precisamente por esos niveles de poder a los que se enfrentan.