Sí, por fin llega LA MEJOR PRINCESA DE LA HISTORIA, el concurso en que las princesas de Ooo tienen que superar pruebas para demostrar que son la mejor de todas. Pero en el evento pasan cosas raras que huelen a chamusquina… ¡Una nueva misión para Finn y Jake!
El público de Hora de Aventuras parece ser el colectivo infantil y juvenil, más concretamente el comprendido en esa edad indeterminada llamada preadolescencia, en la que la criatura empieza a querer dejar sus juguetes en pos de cosas «de mayores», pero aún se resiste a entrar en esa espiral de hormonas, granos y desamor que es la adolescencia. Es en la preadolescencia cuando el niño está en plena transición entre la infancia y la adolescencia, terra incognita para muchos padres y pedagogos, pero que sin embargo encuentra en Hora de Aventuras el producto de entretenimiento adecuado: dibujos animados con ambientación y personajes infantiles pero con historias que transitan por el terreno de la aventura fantástica adulta. Tal vez sea por eso por lo que cuenta también con legiones de fans entre el público adulto, entre los que, evidentemente, me encuentro. Y también mi hijo, claro. Gracias, Cartoon Network, por matar dos pájaros de un tiro. Tanto la serie de animación como el cómic, y por extensión también las novelas gráficas y las series derivadas (Hora de Aventuras / Historias Corrientes, Hora de Aventuras Cómics…) han explotado ese nicho de mercado existente que necesita productos a medida, y que también encuentra en series como Steven Universe o Bob Esponja el entretenimiento que busca.
Cada volumen de Hora de Aventuras nos cuenta una aventura diferente, y cada cual más loca que la anterior. Por ejemplo, en este caso, las princesas de toda la Tierra de Ooo competirán para ver quién es la mejor princesa, en pruebas tan disparatadas como atravesar un bosque llevando un bichito al hombre y huyendo de una turba enfurecida, bailar tangos con lagartos de mar o hacer la pompa de chicle más grande. Las princesas irán cayendo eliminadas hasta que sólo pueda quedar una. Pero no todo es tan fácil como aparenta, y Finn & Jake deberán resolver un misterio concerniente a una de las princesas, que no es quien dice ser. ¿Estará la Princesa del Espacio Bultos haciendo trampas para poder ganar ya que no es una princesa de verdad? ¿O estará el Rey Hielo detrás de todo, como siempre? ¿Cuánto durará la alianza entre la Princesa Llama y la Princesa Desayuno? Al estilo de los talent shows norteamericanos (y que con tanto tino como mal gusto hemos adoptado aquí), las princesas deberán superar las pruebas mientras son evaluadas por un jurado que las irá eliminando una a una hasta decidir quién es la Mejor Princesa de la Historia.
La guionista Mariko Tamaki (bien su Búsqueda de Lobezno, mal su Jennifer Walters: Hulka) trae aquí una historia protagonizada por las Princesas de Ooo, en la que Finn & Jake juegan un papel menos que secundario, dejando el peso del relato sobre la forma en que las princesas deben superar las distintas pruebas de la competición. Aun teniendo los mimbres de algo tan tópicamente machista como es un concurso de belleza, las cualidades que las princesas deben demostrar están más del lado del ingenio, la creatividad, la sabiduría o la destreza. No se trata, empero, de una historia de empoderamiento femenino, en el que las mujeres toman el protagonismo dejando de lado a los dos héroes (varones) tradicionales de esta colección. Lo que tenemos es, más bien, una historia en que se trata a estos personajes femeninos como lo que son: personajes, en lugar de meros accesorios o comparsas de los héroes. Cada una de estas princesas tiene su propia personalidad claramente establecida, y es mediante el desarrollo de esta personalidad que cada personaje gana en profundidad y definición. Incluso las dos princesas más populares de Hora de Aventuras, Chicle y Marceline, se ven aquí relegadas a un segundo plano en beneficio de las habitualmente segundonas Llama, Desayuno, Salchicha, etc. Sí, son los nombres de las princesas. No preguntéis. Al dibujo está un viejo conocido de esta serie, el norteamericano Ian McGinty, que aporta su experiencia en animación televisiva y series infantiles al servicio de Hora de Aventuras desde el volumen 12.
Los tomos de Hora de Aventuras llegan a nuestro país con cuentagotas. No sé cómo de regular es su publicación en Estados Unidos, pero este volumen contiene cuatro números USA, y han pasado unos seis meses desde que se publicó aquí el último tomo. La espera, sin embargo, y como siempre, ha merecido la pena.