En 1983 Matt Wagner presentaba en sociedad a Hunter Rose, el primer Grendel que pudimos conocer, al amparo de la extinta editorial Comico. Seguramente poco podía imaginar que su criatura le fuera a dar tantas alegrías. No tardaría en dar el salto a Dark Horse, donde viviría el grueso de sus aventuras y trascendería incluso al mencionado jefe del hampa.
Y es que si Matt Wagner se centró en contar las peripecias de Hunter Rose o Christine Spar, más tarde llegaría toda una legión de autores dedicados a ampliar su rico universo. Es lo que conocemos como Grendel Tales.
La presente edición de Grendel Tales de Planeta Cómic, a partir de la original de Dark Horse, completa con dos volúmenes la serie de cuatro omnibuses publicados hace casi un lustro. Una edición que se antoja imprescindible, ya que incluye material nunca antes recopilado o que es muy complicado encontrar en España, ya que si realizamos una rápida búsqueda veremos que Grendel ha pasado por manos de Planeta, Zinco, Astiberri, Recerca, Norma…
Grendel Tales. Bienvenidos al nuevo mundo
Grendel Tales amplía el universo creado por Matt Wagner de manera increíble. Lo que en su día comenzó como una serie noir (cuyo protagonista podría ser considerado una especie de reverso tenebroso de Batman) evolucionó para acabar ofreciendo una compleja reflexión sobre la corrupción que va ligada al poder, la responsabilidad que este conlleva y cómo la figura de Grendel ha terminado por convertirse en todo un culto religioso.
Las historias contenidas en este primer volumen de Grendel Tales dan una muestra bastante aproximada de toda la mitología creada en torno a su figura. Un puñado de relatos totalmente distintos unos de otros, realizados por algunos de los mejores autores del mercado independiente.
En “Cuatro diablos, un infierno”, el clásico guionista James Robinson y Teddy Kristiansen nos ofrecen una historia de serie negra, sucia y angustiosa al más puro estilo Raymond Chandler, protagonizada por un detective privado que recibe el encargo de esclarecer un crimen. La escena se desarrolla en un mundo donde todos los delitos son sometidos al código penal impuesto por los Grendels. Por ello, a nuestro protagonista le ha tocado vivir en un mundo en el que ya no hay cabida para la gente que se gana la vida como él. Robinson plantea un relato que no deja un momento de respiro al lector y que engancha una cosa mala.
Robert Walton es el autor completo de “El martillo del diablo”, que cambia de tercio para hacernos testigos de la historia de Petrus Christus, el único superviviente de un pueblo que ha sido masacrado por una banda de Grendels, por lo que clamará venganza contra ellos. De todas formas, pronto comprenderá que su vendetta no es nada fácil de llevar a cabo.
Sin duda, mi favorita es la historia publicada originalmente en “Grendel Tales: The devil in our midst” o “El diablo entre nosotros”, escrita por Steven T. Seagle y dibujada por Paul Grist. Es la más loca de todas abrazando el género de survival horror con eficacia, y cuyo desarrollo está plagado de interrogantes que dan lugar a un colofón final espectacular a la historia de Jonah (el protagonista), que se encontrará con un grupo de trabajadores que necesitan ayuda. No obstante, nada acabará siendo lo que parecía en un primer momento.
No le va la zaga “Diablos y decesos”. Posiblemente sea la historia más emotiva de este primer tomo de Grendel Tales, al estar escrita por Darco Macan y dibujada por el prematuramente fallecido Edvin Biukovic (que nos dejó en 1999 víctima de un cáncer que truncó su prometedora carrera). Los autores crean una historia ambientada en un mundo postapocalíptico y desarrollada en una ciudad asolada por la guerra, que bien podría ser el escenario que les tocó vivir a ambos en la guerra de los Balcanes que asoló esa parte de Europa en los años noventa. De hecho, el peso de la historia recae en una batalla fratricida entre dos facciones.
Como podéis ver, en Grendel Tales no hay un hilo conductor propiamente dicho. La libertad de los autores ha sido tal que cada uno ha dado su visión del mundo ideado por Matt Wagner. Para disfrutar de este tomo no es necesario haber leído el material anterior, pero es aconsejable haberlo hecho para disfrutar más de la experiencia.
Sin duda, es un material exigente, y en ocasiones bastante atípico, pero estamos ante de uno de los mejores personajes nacidos en el mundo de las editoriales independientes americanas y aquí tenéis la ocasión ideal para haceros una idea de todo lo que puede ofrecer.
