Es la hora de las tortas!!!

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Reseña Grendel Omnibus nº 02

Grendel Portada

Grendel Omnibus nº 02

Guión de Matt Wagner y Diana Schutz
Dubujo de Tim Sale, Arnold y Jacob Pander, Bernie Mireault y Matt Wagner.
Planeta Comic.
2016.

Ya comenté en la reseña del tomo anterior que soy fan de Grendel desde hace muchos años, así que el material que se publica en este Grendel Omnibus nº 02 ya lo tenía leído, pero en las precarias condiciones en las que se podía acceder al material hace algo más de una década. Tener esta recopilación en cuatro tomos que nos trae Planeta, me parece un lujo, pero debo advertir que la calidad es desigual en cada tomo. Posiblemente éste sea el tomo más flojo de los cuatro. Es más, incluso dentro del mismo tomo, la calidad de las distintas historias no tiene nada que ver.

Grendel Omnibus nº 02 consta de cuatro historias totalmente distintas: Devil Child, Devil’s Legacy, The Devil Inside y Devil Tales. Estos cuatro arcos sólo tienen un punto en común: trascender a Hunter Rose. En el tomo anterior veíamos a la primera encarnación de Grendel, Hunter Rose, apenas insinuando que la cosa no se quedaba ahí. Aquí veremos que Grendel no es una persona; es un manto, un legado, una leyenda, una idea de que se apodera de distintas personas que portarán la máscara. Todo esto terminará por eclosionar en el próximo tomo, pero vamos con las cuatro partes del que nos ocupa.

La Hija del diablo

Grendel 01

Comienza con el arco La hija del diablo, publicado originalmente en el 99. Tim Sale une fuerzas con una Diana Schutz y toman el relevo de Wagner para contarnos qué fue de Stacy Pallumbo, hija adoptiva de Hunter Rose, tras el fin de este. El destino de la que fue la princesita de papá no parece muy halagüeño y es que nos contarán cómo es internada y desciende en la proverbial espiral de la demencia. Puede ser que el proceso de decadencia esté algo exagerado, pero la atmósfera de locura está magistralmente reflejada. A nosotros como lectores nos cuesta distinguir qué sucede en realidad y qué en la mente de Stacy. Con recursos narrativos que pueden recordar a aquellas colaboraciones entre Frank Miller y Bill Sienkiewicz en Elekra Asesina o Daredevil: Love & War.

El legado del Diablo

La pega es que después de un arranque a la altura del primer tomo, los siguientes arcos no están a la altura. El motivo es que estamos ante el material más antiguo que se va a publicar en esta tetralogía Omnibus a excepción de The Devil by the deed, que inauguraba el tomo anterior y se le notan los años. En el 86-87 no todo eran Watchmens y Dark Knights y desmarcarse de los superhéroes era francamente difícil. Así pues, el resultado tiene una cierta dignidad y llegó a convertirse en un referente en la escena del cómic americano independiente de los 80. Este arco nos cuenta la historia de Christine Spar, hija de Stacy Pallumbo y periodista autora del libro que haría públicos los secretos de Hunter Rose. Algo sucederá en su vida que la llevará a la situación límite de buscar venganza recuperando el manto de Grendel. La verdad es que el tiempo no ha pasado muy bien por estos tebeos. Todos los personajes parecen una Barbie-Brigitte Nielsen y su correspondiente Ken, los personajes se comportan con un exceso de dramatismo, la historia está plagada de esos agujeros de guión que tiempo atrás no se tomaban tan en cuenta y este futuro está tan terriblemente pasado que resulta muy gracioso. Estamos en un mundo dos generaciones por delante del nuestro repleto de figurines de moda, hombreras ochenteras y teléfonos móviles gigantescos que vuelan. No está exento de ese encanto de la cutrez ochentera, pero se echa de menos una reinterpretación de Christine Spar como la que se hizo con Hunter Rose. Y es que había buenos mimbres para hacerlo, pero tendremos ve conformarnos con ver los buenos mimbres de una cesta que quizá sirvió en otra época.

Grendel 02

Se encargan del dibujo los hermanos Pander, que pese a la curiosa combinación de los figurines de moda, el estilo superheróico y hasta un punto de línea clara europea, aún estaban bastante poco maduros. Rostros asimétricos, escorzos torpes y artificios narrativos anunciando esos 90 que estaban por llegar, son lo que nos deja este arco en el apartado gráfico y, por mucho que ame a Matt Wagner, el guión le corresponde.

Tenemos también un guión verde y repleto de tics. Estos finales de los ochenta arrancaban todos los vicios que cristalizarían en los noventa. Era la época de las Bad Girls, del postureo de un Frank Miller mal entendido, la época de los malos malísimos para justificar héroes extremos y las motivaciones simples y plasticosas.

La verdad es que se echa de menos que un Wagner más maduro retome al Christine Spar y tome todo lo bueno que también tiene este arco: la humanidad de Christine en oposición a Hunter, sus debilidades y dudas, pero bueno, la historia sigue adelante y Spar es sólo la primera piedra tras el final de Hunter Rose.

El Diablo dentro

Grendel 03

Mucho más anecdótica, pero más redonda y mejor acabada es el siguiente arco Devil Inside, donde Matt Wagner se hace acompañar de Bernie Mireault al dibujo con una estética y propuesta narrativa mucho más contemporánea y cercana al Grendel que ha quedado en nuestra memoria. Brian Li Sung será la siguiente encarnación de Grendel. Destrozado por la muerte de Christine Spar y martilleado por la opresiva ciudad de Nueva York a la que se ha mudado, una extraña locura se empezará a apoderar de él, una locura que parece tener entidad propia. Jugando con la ambigüedad que nos proporciona ver las cosas a través de los dementes ojos de Sung, Grendel se nos muestra como algo más que un manto que se cede en legado, como un ente vivo. Ser Grendel no es ponerse su máscara, se lleva a Grendel dentro y no por fuera.

Esta encarnación de Grendel está marcado de nuevo por la misantropía y por una angustia existencial, que quizá suena un poco simplona, pero sirve para transmitirnos el ambiente de agobio que nos traen Wagner y Mireault. Tampoco éste es un arco maduro, ya que pese a la voluntad experimentadora y el amparo de la locura y el agobio en el que estamos sumergidos, hay ciertos momentos de caos narrativo que dificultan la lectura y tampoco favorecen en exceso la atmósfera. También se aprecia un exceso de esfuerzo en mostrarnos la locura del Brian cuando habría quedado claro en muchas menos páginas. En cualquier caso, no deja de ser este arco un experimento de un Matt Wagner que empezaba a ver que se podía hacer algo más con sus conceptos.

Relatos del Diablo

Grendel 04

Partimos del Grendel- hombre (Hunter Rose), continuamos con el Grendel-legado (Christine Spar), pasamos al Grendel- entidad (Brian Li Sung) y terminamos con el Grendel materia de leyendas.

Valiéndonos de un viejo Captain Wiggins y a modo de cuentacuentos, asistiremos a dos relatos cortos con Hunter Rose implicado, pero desde la óptica de terceras personas donde la experimentación gráfica y narrativa son los auténticos protagonistas. Contaremos además para la ocasión con Wagner como autor completo, casi como una declaración de intenciones anunciando que Grendel estaba a punto de cambiar.

En la primera de las dos historias, Devil Tracks, vemos un relato detectivesco de manual, muy en la honda de clásicos como Raymond Chandler o Dashiell Hammett. Nos trae la trama de un teniente de policía que de la manera más fortuita se topa con una intriga que irá creciendo mucho más allá de lo que inicialmente parecía. Toda la historia se basa en una retícula de 5×5 viñetas regulares. Viene a funcionar casi a modo de storyboard, salvo en los momentos en los que esa retícula se rompe, que es cuando realmente hay verdadero jugo sacado a la narrativa. Nos recuerda en cierto modo, tanto en estilo visual como narrativo, al Frank Miller más esquemático del Dark Knight Returns.

Grendel 05

Wiggins continúa su narración con Devil Eyes y de nuevo Wagner se centra en esa sensación de agobio y angustia que tanto le gusta explorar. Para ello se vale de un pobre soplón que se mete donde no debe y tiene que esconderse de Grendel. De nuevo la historia es una excusa para un experimento narrativo donde trabaja sólo con viñetas verticales muy alargadas (que casi oprimen al personaje), un estilo muy expresionista y tan sólo colores primarios y planos. El experimento funciona muy bien para una historia corta, salvo por el hecho de que el doble narrador hace la lectura un poco incómoda

Si hubiera que aunar todo este tomo bajo una única premisa sería el de una búsqueda, tanto la búsqueda de Wagner por dar con la fórmula definitiva para el personaje a todos los niveles, como la del propio Grendel como a la caza un anfitrión a la prominente altura de Hunter Rose. De los cuatro tomos de los que constará la serie, éste es sin duda el más verde y titubeante, pero esto es una edición omnibus y quitarlo habría sido un hueco clave en la génesis de Grendel.

Grendel 06