Por más que ya celebrara el Detective Comics #1000, DC se agarra a aquello de que Batman no debutó hasta Detective Comics #27 para celebrar dos veces el aniversario milenario con este Batman Especial Detective Comics 1027. Como si DC o ECC necesitaran excusas para sacar un tomo nuevo de Batman, ¿verdad?
Chistes fáciles aparte, siempre es una buena noticia un proyecto de este tipo y no solo por el cartelón que nos trae este festival, sino porque este tipo de antologías conmemorativas en torno a un personaje, por más que cada historia sea de su padre y de su madre, conserva un hilo común subyacente de homenaje y definición del personaje, a la par que un conjunto de visiones dispares, pero compatibles entre sí.
En esta ocasión además la sensación es completa, ya que ECC ha decidido ceñirse al original USA con Batman Especial Detective Comics 1027 y ni quitarle historias como sucedió en el Detective Comics 1000 ni añadirle, como en el caso del especial 80 aniversario de Robin. Por lo demás, como adelantaba, cada historia es fruto de sus autores, con sus fobias y sus filias, pero presentando al fin y al cabo una faceta distinta cada uno del Caballero Oscuro y dejándonos una sensación global de fresco completo.
Como es habitual en este tipo de antologías, hay historias mejores y peores y si tuviéramos que destacar algunas, hay dos que brillan con luz propia. Por un lado, Detective núm. 26, de Grant Morrison y Chris Burnham, nos da una visión, con una mezcla de humor y cariño, de los héroes pulp que inspiraron a Batman y a los que éste desplazó. Por otro lado, Matt Fraction y Chip Zdarsky, el equipo de Sex Criminals, llegan con Que cumplas muchos más, una historia-experimento narrativo acerca de la relación Batman-Joker con un giro final monumental.
Sin embargo, todas las historias de Batman Especial Detective Comics 1027 tienen su aquel. Conociendo a Brian Bendis, ya nos tenemos que el misterio detectivesco que urde en La lección magistral con David Márquez va a tener alguna explicación absurda y llena de cabos sueltos, pero aún así y como siempre, conseguirá atraparnos hasta que lo sepamos. Scott Snyder es otro al que ya conocemos y aquí tenemos sus escalas descomunales, sus ideas excéntricas salidas de madre y, por supuesto, Batman en el centro de todo, con un Ivan Reis que sostiene todos estos disparates en Como siempre. El repaso a la galería de villanos de Peter Tomasi y Brad Walker en Retroceso es fundamental en un fresco global como este, sobre todo para recién llegados (tengamos en cuenta lo regalables que son este tipo de tomos). Sin embargo, unos soberbios Greg Rucka y Eduardo Risso nos retrotraen a los viejos tiempos de Gotham Central en Novata. James Tynion IV y Riley Rossmo matan dos pájaros de un tiro en Una historia de fantasmas tocando otras dos facetas fundamentales: Batman como héroe haciendo equipo y otra que mejor me callo por los spoilers. En lo que concierne a Bruce Wayne y las historias de gangsters son Kelly Sue DeConnick y un espectacular John Romita Jr. los encargados en Atención. También Wayne y su saga familiar son tocados por Marv Wolfman y Emanuela Lupacchino en Odisea. Nos vamos al lecho de muerte de Batman con Legado y, pese a que Tom King suele relucir en las historias cortas, no hace aquí su mejor trabajo, por más que cuente con el inconmensurable Walter Simonson y toque un tema tan fundamental como el que da título a la historia. Mariko Tamaki y Dan Mora nos dejan una idea de lo que podemos esperar en el futuro de Detective Comics en Un regalo. Y por último tal vez, la historia con menos favor del fandom haya sido Generaciones fracturadas, de Dan Jurgens, pero probablemente más por prescindir más de lo batmaniano en favor de esa locura de viajes en el tiempo, en la que Jurgens lleva trabajando en DC desde hace más de una década.
En general, nos queda con Batman Especial Detective Comics 1027 un tomo bastante resultón, con una imagen heterogénea pero en profunda sintonía con lo polifacético del Caballero Oscuro y tan apto para novatos que quieran acercarse, como para viejos rockeros que quiera asistir al homenaje a nuestro abuelo murciélago.