La nostalgia es un arma muy poderosa. Normalmente tendemos a idealizar aquellos productos que nos impactaron a una edad en la que todos éramos más influenciables. Si a esto le añadimos la inmensa curiosidad que tenemos todos los lectores de superhéroes con la pregunta “¿qué hubiera pasado si…?”, el resultado sería esta línea de DC, que recupera algunas de sus producciones audiovisuales más importantes para darles nueva vida en formato cómic. Hace no mucho hablamos de Superman ‘78, hoy lo hacemos de Batman ’89.

En realidad esta práctica viene de mucho tiempo atrás por parte de la editorial de Detective Comics. Hace unos años tuvimos la suerte de ver publicada una serie que retomaba las aventuras del Batman de Adam West. También pudimos saber qué fue de Clark Kent tras la finalización de la décima temporada de Smallville y, bueno, si miramos al catálogo de sellos como IDW o Boom! veremos que una buena parte de sus ingresos viene de la revitalización de todo tipo de series o películas.

Batman ’89 retoma la esencia de las películas de Tim Burton

No obstante, hay que reconocer que DC ha puesto algo de alma en estos tebeos. No hay más que ver quién firma esta miniserie de seis números: Sam Hamm, ni más ni menos que el guionista original de las dos entregas de Batman dirigidas por Tim Burton. Recordemos que mientras que el estrafalario director afirmaba sin tapujo alguno que no había leído un tebeo del Señor de la noche en toda su vida, el bueno de Hamm se declaró fan absoluto del héroe urbano.

Esta reseña no es lugar para valorar si las películas de Tim Burton han envejecido bien o mal, por lo que mejor nos centramos en el tebeo. Lo primero que me ha llamado la atención es que si bien la mencionada miniserie de Superman `78 estaba ambientada tras las dos primeras entregas dirigidas por Richard Donner (aunque todos sabemos lo que pasó con la segunda parte), la historia de Batman se sitúa tras lo visto en la primera cinta e invalida por completo la secuela, por lo que no esperéis ver por aquí al Pingüino. Catwoman sí asoma el hocico, pero para lo que acaba pintando casi hubiera sido mejor que se hubiesen ahorrado su presencia.

Me parece llamativo que siendo el propio Hamm el que se encarga del guion de Batman ‘89 no haya aprendido nada de sus errores. Claro, que seguramente no sea consciente de los mismos. El cómic que tenemos entre manos tiene los mismos fallos de ritmo y argumento que Batman Returns. Si recordáis la película protagonizada por Michael Keaton y Danny DeVito seguramente estaréis de acuerdo conmigo en que su desarrollo fue algo fallido, con una presencia casi testimonial del protagonista hasta el último acto de la cinta. Sobre el celuloide, Burton y Hamm consideraron mucho más interesante desarrollar a los villanos que al héroe, algo que también pasa aquí porque Batman `89 es básicamente una historia sobre Harvey Dent.

Tengo la sensación de que Hamm ha aprovechado los descartes del borrador del guion de la película que inició la fiebre por los superhéroes hace más de treinta años. En Batman aparecía Harvey Dent interpretado por Billy Dee Williams (el gran Lando de Star Wars). Sí, un actor negro para hacer de un personaje blanco, y nadie se rasgó las vestiduras como pasaría ahora mismo. Pero mejor no me desvío del tema que me conozco. El caso es que según he podido investigar, había planes para que Harvey Dent acabase convertido en Dos Caras, pero como esos planes no pudieron fructificar en el cine pues han terminado sobre el papel.

Batman `89 nos cuenta en esencia la caída de Harvey Dent al infierno del que surge como el lunático bipolar Dos Caras, cuya cruzada por la defensa de los derechos civiles se ve paralizada por el accidente que le convierte de héroe del pueblo en villano. Me parece interesante la manera en que Hamm posiciona a Dent como una persona dualizada antes incluso del accidente que le desfiguró.

Por un lado muestra esa faceta más “social” de cara a la galería que, pese a que tiene buen fondo, no es más que una fachada para seguir ascendiendo en la lucha por el poder político. Dualidad que se exagera, se retuerce y corrompe en el momento en que Dent deja paso a uno de los más fascinantes villanos de la galería de enemigos de Batman. Además, paralela a esta locura también seremos testigos del alzamiento de Robin, pero no el sidekick que todos esperamos.

El problema viene a medida que avanza la miniserie, cuya intensidad va in crescendo, porque el ritmo se acelera hasta que al final llegamos a un batiburrillo lleno de tortas que no acaba de casar con lo que se nos había ido contando. En el desenlace es cuando vemos a Batman realmente activo. A su favor, diremos que, al igual que en Batman Returns, Bruce Wayne tiene un rol mucho más activo que se ve ensombrecido por las inmensas apariciones de Alfred.

La parte artística viene de la mano de Joe Quinones, un artista con tendencia al cartoon como pudimos ver en sus excelentes números de Howard el pato. En Batman ‘89 creo que desaprovecha su talento al preocuparse en excesode que sus personajes se parezcan lo máximo posible a sus homólogos del celuloide. Tampoco se muestra especialmente habilidoso a la hora de mostrar a Batman en acción, desplegando una narrativa muy acartonada. Para compensar un poco estas carencias podemos disfrutar de unos planos con Dos Caras soberbios. El ser un villano tan llamado a la exageración (aunque ni de lejos llega a los niveles de Tommy Lee Jones en Batman Forever) se aprovecha de la enorme capacidad de Quinones para ofrecer toda una gama de expresiones y muecas propias del lado “malo” de Harvey Dent.

También me han gustado mucho las portadas. En muchas de ellas podemos disfrutar del enorme arte de Adam Hughes. Especialmente llamativa es la cubierta del último número que recuerda a la portada de Jerry Ordway para la adaptación del primer especial que adaptó la cinta original.

En resumidas cuentas, Batman ‘89 es un tebeo entretenido que gustará sobre todo a aquellos que disfrutasen de las cintas de Tim Burton y a los que llegaron al cruzado de la noche gracias a estas películas.