Batsaludos ochenteros, queridos lectores. Hoy nos toca una breve reseña de la adaptación al tebeo de la película que un tal Tim Burton hizo allá por 1989 sobre Batman.
-«No sé, chicos. ¿Creéis que es seguro dejar a Lamastelle reseñar esto?
-Claro, hombre. Ni siquiera él está tan loco como para hablar mal de una obra donde salen juntos Batman, Burton y Nicholson…»
Bueno, a lo nuestro, que se hace tarde y he quedado para limpiar la ciudad de maleantes, estoooo ir al teatro con una amiga.
Los que tenemos una cierta edad recordamos los tiempos anteriores a internet, cuando los fans de verdad luchaban contra tiranosaurios camino de las bibliotecas. No había aún videos ni esos lujos modernos, así que en cuanto una peli dejaba de estar en el cine, desaparecía de nuestras vidas.
Excepto en forma de novelizacions (ya sabéis, libros con letras y sin dibujos), álbumes de cromos a veces y en alguna ocasión la versión en cómic.
La vida del fan era dura en aquellas épocas, cuando le comprábamos el periódico a Jack Kirby e Ibañez era joven.
Ese es el origen de la obra que tenemos hoy. Una forma de mantener la película que creó la batmanía en las manos de los lectores. Y de paso una pieza más del merchandising en forma de murciélago que empezó a llenar las tiendas,claro :-).
Y hablando de origen… Me niego a hablar con vosotros del origen de Batman. No es solamente una cuestión de principios, es que la Asociación en Defensa del Matrimonio Wayne y del Tio Ben me lo tiene prohibido.
ECC nos trae esta edición de aniversario (31 añitos ya) con realmente dos tebeos. Por un lado tendremos la obra en sí, a color y traducida a la lengua de Lope de Vega.
Pero tenemos también la edición original en blanco y negro, en inglés y con las notas técnicas del material enviado a la editorial hace más de 3 décadas.
Permitidme unas pocas palabras sobre la película. Seré breve, no temáis.
Keaton es Batman. Y además es Bruce Wayne. Lo es.
Nicholson es Joker. MI Joker.
Listo. ¿Veis?, os dije que sería breve.
Sigamos. El tebeo se puede leer solo perfectamente. Cuenta la historia de la peli, cambiando y añadiendo algunas cosas; pero no es un complemento sino una historia completa. Mérito del guionista, un tal Dennis O´Neil. Ahí es nada. Permitidme ponerme serio por un momento y rendirle un recuerdo, pues hace pocos meses que ha fallecido.
Los dibujos tampoco se le encargaron a ningún recién llegado. Hasta a este reseñador le suena el nombre de Jerry Ordway (con ese nombre lo veo muy capaz de ayudar a matar al mismísimo Superman).
La parte del dibujo nos recuerda a la película, pero sin ser una mera suceción de fotografías calcadas. Esto es bueno y malo. A veces los personajes no parecen ellos, sus caras son nuevas. Pero casi siempre los reconoceremos. Volveremos a esto más tarde.
La acción transcurre veloz y rápidamente. Día y noche se alternan, como Bruce y Batman lo hacen. La lectura es sencilla y autocontenida, sin referencias a otras obras (algo que odio muy profundamente del género de superhéroes). De todas maneras, en este tipo de obras la estructutra básica viene dada por la obra original. La linea entre adaptación y obra nueva inspirada en… es a veces muy tenue.
Puede que el personaje más castigado por estar a la sombra de Batman y el Joker sea la pobre vicki. Esto ya pasaba en el original y aquí se mantiene, para bien o para mal. Testigo racional y cronista del enfrentamiento entre dos colosos quizás no demasiado cuerdos.
Hay, a mi entender, dos grandes diferencias entre la peli y el tebeo, una buena y una mala.
Por un lado, la historia avanza sin descanso ni pausas. Esto no es malo per se, pero para alguien que como este humilde reseñador se ha visto la película original hasta gastarle los píxeles, se hace lenta. No tendremos más voces melodramáticas que las que se nos escapen.
Recordad: Yo soy la Noche.
Por otro lado, soluciona el mayor problema y defecto que le veo al original fílmico: la excesiva duración de la escena de la catedral. Este final me parece mucho más adecuado y rápido que el original, mucho más fácil de leer.
El color se lo debemos a Steve Oliff. Mantiene el brutal contraste entre las oscuras noches de Gotham y las coloridas apariciones de un muy desquiciado Joker que ha bailado demasiadas veces con el Diablo a la luz de la luna.
Este color ayuda a que, al igual en que la película, el Joker se coma la escena cada vez que aparece. Algo que los autores comprenden y aceptan. Tal y como muestra la portada (de Ordway).
La traducción la ha hecho Bárbara Azagra Rueda. Ignoramos si mientras sacaba fotos esperando ganar un Pullitzer.
Hablemos un poco de la edición aniversario. Ya os comenté que vienen dos versiones del mismo cómic. Casi siempre se alternan una carilla de cara, permitiéndonos la comparación instantanea entre ellas. Hay quien diría que esto rompe el ritmo de la lectura. Para nada me ha parecido así. Además, ya sabemos que si la edición original viniera al final, la mayoría de lectores no haríamos el esfuerzo de ir pasando páginas adelante y atrás. En este aspecto, me parece muy acertada la elección de los editores.
Tenemos también unos preciosos bocetos finales en blanco y negro de los tres personajes principales. Muy detallados, con notas en inglés (la mayoría de las veces opinando sobre si se parecen o no a los actores). Y cuando digo preciosos, quiero decir preciosos. Con los primeros planos dan ganas de hacerse camisetas e irse al Salón de Cómic más cercano.
¿Por qué leer Batman:1989?
Te gustó la pelicula de Burton. Nicholson como Joker. La edición dual que permite comparar los lápices con la edición definitiva.
¿Por qué no leer Batman:1989?
Buscas una versión más oscura y brutal de los personajes. Tu primera lectura de Batman fue el Arkham Asylum.