Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Alien 3: Icarus, de Phillip Kennedy Johnson y Julius Otha

Alien 3: Icarus, de Phillip Kennedy Johnson y Julius Otha
Guion
Phillip Kennedy Johnson
Dibujo
Julius Otha
Color
Yen Nitro
Formato
Cartoné, a color
Editorial
Panini Cómics. Julio 2023
Edición original
Alien (2022) 1-6

Seguir las actuales series de Alien y Depredador es un buen chocho. Sobre todo si, como yo, primero os leéis las grapas originales. La aventura que hoy toca, “Icarus”, es el tercer tomo según la numeración de Panini. Pero se trata de la segunda serie americana, que fue lanzada con el nombre de “Alien”, a secas. Después de esta ya han publicado otro par con la misma técnica, es decir, dejar el nombre de nuestros xenomorfos preferidos en la portada y renumerar. Lo dicho, un buen chocho, que al menos en España no sufrimos debido a la acertada decisión de Panini de publicar todas las historias como si de una misma serie regular se tratase.

Alien: Icarus, poniendo el foco en otros protagonistas

Este volumen recoge los últimos seis números de Philip Kennedy Johnson en la franquicia. Ya no tenemos a Salvador Larroca, ni a su avatar sobre el papel (el ex marine Gabriel Cruz). Si los anteriores volúmenes de Alien bebían del tono de la primera entrega cinematográfica dirigida por Ridley Scott, el tomo del que hablamos en esta reseña va en la línea de la acción salvaje desplegada por el maestro James Cameron en la secuela de apropiado título “Aliens”.

La trama de “Icarus” es sencilla y efectiva. Wayland-Yutani necesita algo que ha dejado atrás en la colonia planetaria de Tobler-9. ¿El problema? Que mandar una expedición humana es imposible, debido a la radioactividad y al pequeño detalle de que dicho lugar está hasta las trancas de monstruos. Para ello deberá solicitar ayuda a un pequeño comando formado por humanos sintéticos.

Los androides son un clásico en esta saga: Winona Ryder (Alien Resurreción), Lance Henriksen (Aliens), Michael Fassbender (Prometheus) o Ian Holm (Alien). Su uso, nunca abuso, en las distintas películas nos dejó algunas escenas para el recuerdo. Ahora, por primera vez, tenemos un grupo entero de ellos petándolo muy fuerte en “Icarus”.

Ahora bien, el guionista opta por la vía rápida y efectiva para desarrollar “Icarus”. Johnson apuesta por la acción bélica desmadrada. Tenemos a un grupo de personajes que son auténticos “badass”, que forman una unidad militar cojonuda y que están lo suficientemente incentivados para lograr su objetivo por encima de cualquier obstáculo.

A título personal agradezco que el tono de “Icarus” sea este huyendo del existencialismo barato introducido de manera chapucera por Ridley Scott en las dos películas. En su lugar, tenemos lo que queremos: una historia que se lee en un suspiro, que incluye todo lo que funciona de Alien en la trama y que deja con ganas de más.

En “Icarus” la sensación de urgencia, de amenaza constante, de sentirse completamente abrumado por un enemigo superior e infinitamente más numeroso es palpable. Esta circunstancia nos ayuda a meternos de lleno en una historia cuya capacidad para atraparnos es total.

Puede que Alien: Icarus no pase a la historia como la mejor historia de la franquicia, está a años luz de “Polvo al polvo” u “Órbita muerta”, pero como vehículo de distracción y entretenimiento cumple de sobra, que ya es más de lo que consiguieron las mencionadas últimas dos cintas de Ridley Scott.


La parte artística viene firmada por el brasielo Julius Otha. El dibujante, fogueado en diversas miniseries centradas en Vampirella, Betty Page o spin-offs de Sabrina, realiza un trabajo notable, sobre todo a la hora de plasmar sobre el papel las diversas variantes de los aliens. También se muestra especialmente habilidoso para las escenas más dinámicas. Nada que objetar, aunque es cierto que le falta un grado de espectacularidad.

Sea como fuere, a partir del siguiente volumen toca ver cómo se desenvuelve Declan Shalvey con estos bichos tan peculiares.