Antes de metales varios, antes de la Liga de la Justicia e incluso antes de Batman, cuando Scott Snyder estaba aterrizando en la industria de los cómics, antes de convertirse en el demiurgo caprichoso con el destino del universo DC en sus manos, este guionista daba sus primeros pasos con obras de terror como Severed o American Vampire, donde fue apadrinado por el mismísimo Stephen King. El Scott Snyder de 2014 ya llevaba 3 años con Batman y estaba en la cresta de la ola, pero su debut quedaba aún muy cerca a tan solo 4 años, con lo que tal vez podía ser buen momento para volver a sus inicios y además con uno de los primeros dibujantes con los que colaboró. De aquí saldría Wytches.

La verdad es que desde que Scott Snyder y Jock comenzaran Wytches en Image Comics hasta hoy han pasado seis años y muchos habíamos abandonado la esperanza de verla publicada en castellano, pero finalmente ECC nos ha traído esta serie con un optimista número 1 en el lomo, pese a que desde hace 5 años no se ha publicado nada en su país de origen. Afortunadamente este tomo es una historia con un inicio y un final sólido y autónomo, con lo que aunque Snyder decida seguir divagando entre metales, no se nos quedará huérfana.

Wytches nos habla de Sailor Rooks y sus padres, una familia resquebrajada por una serie de hechos traumáticos que lucha por mantener los pedazos unidos. Con la intención de empezar de cero, se mudarán a Litchfield, un pequeño pueblo de New Hampshire donde pretenden dejar todo atrás, pero ignoran lo que sus bosques esconden. Los fantasmas del pasado y no sólo ellos volverán para atormentar a Sailor y descubriremos una concepción de bruja muy distinta de la que imaginamos.

Y es que “Olvida todo lo que creías saber de las brujas” es el eslogan del que parte Wytches, una historia que tiene todos los ingredientes de las grandes historias de terror. Tenemos pues un enfoque novedoso sobre las brujas más primario, desconocido y aterrador, pero también tenemos eso que hemos visto en la mayoría de los pilares del género, donde el elemento fantástico es una metáfora de asuntos más mundanos aunque no menos temibles. Como el mismo Snyder dice en uno de los textos que acompañan la obra, Wytches habla de esos “monstruos que actúan cuando se les da permiso”, habla de superar miedos y otros hechos traumáticos.

Tenemos en Wytches una de las mejores versiones de Scott Snyder que podremos leer y, sin embargo, tal vez es una historia mejor pensada para el cine o la TV. Pese a la potencia visual de los dibujos de Jock, hay montones de escenas que no podemos menos que pensar que habrían sido unos sustos perturbadores, pero es inútil contar con el factor sorpresa en un cómic donde el lector decide cuándo y cómo pasa la página. La verdad es que incluso tiene esa curva de ritmo que nos viene a la cabeza al pensar en una peli de terror donde al final todo se precipita y hasta esa pequeña dosis de sobreexplicación que es casi una convención del género.

Y es que siendo Jock el dibujante absolutamente espectacular que es, el punto débil de Wytches está en su tejado. Sin duda la labor de diseño de ambientes y personajes (en especial el diseño de las brujas) es sencillamente extraordinaria, pero su tendencia a la ausencia de calles entre viñetas y superposiciones desordenadas es tan exagerada que llega a perder su efecto. Tanto esto como la superposición de salpicaduras en el 95% del cómic deberían trabajar para hacer subir la tensión, agobiar multiplicando el ruido y ocultando parcialmente aquello que nos atemoriza, de modo que que nunca deje de ser desconocido. Sin embargo, abusando de estos recursos, al final la prolongación sostenida de tensión deriva en una pérdida de intensidad y un obstáculo para el equilibrio del ritmo.

Aun así Jock sigue siendo Jock y eso sigue garantizando una fuerza visual como pocos dibujantes del mercado son capaces de dar, pero ni en el más loco de mis pronósticos antes de leer Wytches podría haber adivinado que sería Snyder es el que hace el mejor trabajo de los dos, así que tal vez podría concluir con un “Olvida todo lo que creías saber de Scott Snyder”.