Es la hora de las tortas!!!

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Taxista. Edición definitiva, de Martí

Taxista. Edición definitiva, de Martí
Guion
Martí
Dibujo
Martí
Formato
Rústica, en blanco y negro, 196 páginas
Precio
22.50 €
Editorial
Ediciones La Cúpula. Octubre 2023

Estimadas gentes de La Cúpula, solo tengo que deciros una cosa: gracias. En serio, gracias de todo corazón por seguir rescatando obras del underground patrio que vieron la luz originalmente en la revista “El Víbora”. Obras como “Ali Babá y los 40 maricones”, “Los casos de Perro Nick”, “Ángel exterminador” o, la que es motivo de esta reseña, “Taxista”, del gran autor Martí Riera Ferrer o simplemente Martí, que es como firma sus creaciones.

“Taxista” comenzó a publicarse en la revista “El Víbora” en el número 28 de febrero de 1982. La última vez que supimos de él en las páginas de tan mítico magazine fue el número 96 de octubre de 1997. Este personaje vió recopiladas sus aventuras en dos álbumes (publicados también por La Cúpula) en 1984 y 1991. En 2004 se reeditó todo el material en un único tomo con la novedad de que fue Glénat la editorial que lo lanzó a la venta. Ahora, casi veinte años más tarde, vuelve a estar disponible al alcance de todo el mundo y os aconsejo encarecidamente que no dejéis escapar la oportunidad y os hagáis con esta edición definitiva.

Taxista, un héroe diferente

El protagonista de esta reseña se llama Taxista Cuatroplazas. Sí, tal como lo leéis. La acción nos hace viajar a la Barcelona de finales de los setenta. Allí el héroe de la función conduce un taxi que va equipado con todo tipo de gadgets que le permiten atrapar a ladrones y maleantes para entregarlos al sistema judicial. Taxista es un tipo duro (pese a su totalmente intencionado bobalicón aspecto), que cree en la ley, en los valores familiares y en Dios por encima de todas las cosas. Casi podríamos decir que Martí coge lo que más le gusta del Dick Tracy de Chester Gould y del Juez Dredd de John Wagner y Carlos Ezquerra para ofrecer al lector una historia puramente noir salpicada de humor negro.

La personalidad e ideales de Taxista están tan hiperbolizados que dan como resultado una parodia perfectamente medida de la moralidad imperante en muchos extractos de la sociedad española que parecían echar de menos la dictadura franquista. Exacto, igual que ahora mismo. Si es que hay cosas que nunca cambian.

Porque lejos de ser el héroe de moral intachable que aparenta ser, Taxista resultará ser un tipo de lo más rastrero cuando trate de hacerse con la herencia familiar o cuando se enamore perdidamente de Prudensia Kokoloco, otro de los grandes personajes de la obra. Esta hipocresía imperante en una sociedad que no cumple con lo que predica se une a la feroz crítica que realiza Martí de la esfera política y las clases acomodadas que se sirven de los más desfavorecidos para prosperar y, sobre todo, acumular. Esto provoca que aquellos menos afortunados tengan que hacer lo posible por sobrevivir. Estamos pues ante una obra que no deja títere con cabeza apuntando el cañón de guantazos en todas direcciones.

Por poner un equivalente cinematográfico, podríamos decir que Martí se mueve a medio camino de la sátira social de Luis García Berlanga y el humor surrealista de José Luis Cuerda, cogiendo lo mejor de ambos para crear una obra divertida y cafre como violenta y opresiva.

A nivel gráfico, Martí encara el dibujo de “Taxista” como si de una tira de prensa clásica se tratase, con una narrativa casi inalterable de tiras de tres viñetas a cuatro tiras por página. De esta forma el ritmo es frenético, no paran de pasar cosas y se ahonda un poco más en esas influencias clásicas del mencionado Dick Tracy. El autor también otorga una gran expresividad a las figuras con algunos rasgos exagerados, en ocasiones casi caricaturescos que contrastan con el uso de las sombras que hace de “Taxista” una pequeña obra maestra del género negro.

La edición de La Cúpula es excelente. Me alegra mucho que haya optado por la tapa blanda en lugar del cartoné, lo que habría encarecido innecesariamente el pvp final. A modo de extras se ofrecen una serie de ilustraciones, en blanco y negro y a color.

En definitiva, “Taxista” es uno de los mejores tebeos españoles publicado en los años ochenta. Ojalá las ventas acompañen y podamos ver reeditada dentro de poco “Dr. Vértigo”, la otra gran obra de Martí.

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