Cada vez que termina una serie que nos ha acompañado durante una temporada larga nos deja una sensación agridulce. Por un lado, está la satisfacción por haber llegado al final de una historia que ha atrapado nuestro interés durante años. Pero por otro, la certeza de que no va a haber más tomos, de que hasta aquí hemos llegado, deja un poso amargo. Y exactamente esa es la situación en la que nos deja Seis Criminales, el sexto y último volumen de Sex Criminals, la fantástica serie de Matt Fraction y Chip Zdarsky.
Se dice que el hecho de que una historia tenga un final feliz o no depende simplemente del momento en el que pongas la palabra “fin”. Y en cierto modo, esa es la idea detrás de este Seis Criminales. En el volumen anterior ya teníamos bastante encauzado el final, y en esta última entrega, la historia llega -más o menos- a la conclusión esperada. Ninguna gran revelación, ninguna gran sorpresa, aunque sí alguna que otra pequeña, nos espera en este final del camino. Tenemos identificado al gran villano, Badal, y a su malvada corporación, BankCorp, y aquí toca el gran enfrentamiento final, con Suzie como gran protagonista, como no podía ser de otra manera. Pero dejemos que el lector se encuentre con lo que ocurre en estas páginas sin saber más de la cuenta sobre lo que se va a encontrar.
Hace cuatro años empezamos a leer Sex Criminals cuando era una serie totalmente diferente a la que ha terminado siendo. En aquellos principios, era una muy imaginativa historia de ciencia ficción con un humor bastante macarra, incluso adolescente, pero más inteligente de lo que en una primera aproximación podría parecer una serie de chistes de pichas. Poco a poco, la serie ha ido evolucionando, dejando por el camino algo de ese humor -no todo- pero ganando en madurez. Si nos quedamos con lo que hemos visto en las últimas entregas de la serie, Sex Criminals es una serie de relaciones. De personajes. Tremendamente bien escritos, por cierto.
Sex Criminals tardó en llegar a España. En su edición original arrancó en 2013 y terminó en 2020. Cuando empezó, Zdarsky era un autor desconocido. Cuando ha terminado, tiene cuatro Eisners, cuatro Harveys y varios otros premios más. Fraction ya tenía una carrera más o menos reconocible a sus espaldas, pero en este tiempo ha pasado de hacer tebeos de franquicia superheroica a obras más personales, como Solid State o Satélite Sam. El cambio en lo personal en ambos autores, que tenían treinta y siete años cuando empezaron la serie y cuarenta y cuatro años cuando la terminaron, se nota en el tono. Y la evolución en el tiempo pasado en los treinta primeros números de la serie es algo con lo que juegan también en el epílogo. Después del número treinta, la serie da un salto adelante en el tiempo hasta el número 69, funcionando como epílogo y enseñándonos qué ha sido de los personajes tiempo después del final impecable del número anterior. Quién nos iba a contar hace cuatro años que la serie que acuñaba en aquel primer tomo un término como “lefalandia” iba a tener un final tan emotivo como el que ha tenido.
En definitiva, estamos ante una serie totalmente recomendable. Una de las mejores obras que ha dado la Image “nueva Vertigo” de los últimos años. Seis criminales es el broche de oro para una de las lecturas más fascinantes que dio la pasada década. Satisfará a los que llevan leyendo la serie desde el principio y que ya esté disponible completa es una excusa perfecta para que los que aún no se han acercado a ella le den una merecida oportunidad.
