Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Satélite Sam, de Matt Fraction y Howard Chaykin

Satélite Sam, de Matt Fraction y Howard Chaykin
Guion
Matt Fraction
Dibujo
Howard Chaykin
Formato
Tapa dura. 21×29. Color. 400 páginas.
Precio
35 €
Editorial
Dolmen Editorial. Octubre. 2020
Edición original
Satellite Sam 1-15

Más vale tarde que nunca. Esto es lo que pensé cuando ví que Dolmen anunciaba la publicación de Satélite Sam para este mes de septiembre. Una excelente noticia, porque es uno de los mejores cómics que se han publicado en el mercado independiente americano de la última década. Publicado originalmente entre entre 2013 y 2015, la editorial mallorquina nos traerá la edición deluxe, que vio la luz en agosto del mismo año que terminó de editarse en Image Comics.

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Satélite Sam es una creación de Matt Fraction a los guiones y de Howard Chaykin al dibujo. Dos autores que si bien siempre están coqueteando con el cómic más mainstream, es con las historias “creator owned” cuando más brillan. Aquí nos vamos a encontrar a un Matt Fraction próximo a la irreverencia y el humor que exhibe en Sex Criminals y Casanova, y junto a un Howard Chaykin en estado de gracia, que se muestra transgresor y provocador como siempre pese a que solo se encargue de la parte gráfica. Estamos ante una conjunción autoral tan lograda que escritor y artista parecen uno solo. Vamos, que si una vez leído alguien me dice que el tebeo entero es de Chaykin me lo habría creído de todas todas. Aunque si nos fijamos bien, ese humor socarrón, esa sutileza del lenguaje a la hora de sacar oro de las escenas más escabrosas coincide bastante con lo que Fraction lleva mostrando desde hace años.

Satélite Sam es el nombre que recibe el programa de televisión grabado en directo más famoso de los años cincuenta. Con temática de Ciencia Ficción (en claro homenaje al Pulp de Flash Gordon o Buck Rogers) es visto cada día por millones de espectadores, con la presión añadida que eso supone. Pues bien, un día aparece muerto Carlyle White, la estrella del programa. En ese momento aparecerá su hijo Michael para aclarar un tanto los hechos. La serie comienza como un tiro, como un noir a la vieja usanza donde se debe esclarecer un hecho del que no hay demasiadas pistas pero que sin embargo sirve de catalizador para destapar una situación mucho más compleja de lo que parece.

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Carlyle aparece rodeado de fotografías eróticas con chicas posando. Una especie de precursor de Harvey Weinstein mostrando cómo una figura pública notoria está a su vez podrida hasta la médula. Este crimen es tan solo una excusa para que los autores nos ofrezcan una historia de género negro fascinante que en primer lugar sirve como ejercicio de desmitificazión de la industria televisiva de la edad dorada, ubicada principalmente en Nueva York. Todo ello en contraposición directa a la del cine, que como es sabido siempre ha estado en Hollywood. Un tebeo mordaz y muy crítico que nos agarrara de la mano durante sus más de trescientas páginas para guiarnos por un viaje tenebroso y esclarecedor a través de la codicia humana.

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Fraction y Chaykin ponen en evidencia toda la inmundicia de dicha industria: La lucha de egos, las constantes amenazas, la presión para llegar a tiempo al deadline, el racismo y machismo imperantes, las desigualdades sociales así como el abuso del tabaco, el alcohol o el sexo fetichista. Una ambientación tan lograda que leer Satélite Sam te dejará con la boca seca y la sesera tocada como si tuvieras una buena resaca marcada por el exceso de información. Y es que Satélite Sam es un tebeo disfrutable hasta decir basta, pero denso, muy denso. Estamos ante un cómic de atmósfera muy opresiva debido la perfectamente medida ausencia de color y buen uso del blanco y negro.

Me ha gustado especialmente la forma en que los autores han manejado el amplio plantel de personajes. Un crisol de actores, actrices, técnicos, guionistas, directores, etc… cuyo análisis deja una tremenda sensación de desasosiego. Con una frustración palpable, en todos ellos podemos observar a un puñado de personas que iniciaron su particular paseo por el camino de las baldosas amarillas pero que llegados a cierto punto quedaron atrapados para siempre en un abismo de desilusión y sueños rotos. Es increíble cómo a partir de la muerte de un solo personaje podemos ver un sin fin de consecuencias llegando incluso a las connotaciones políticas.

En serio os digo que debéis darle una oportunidad a Satélite Sam. Es, sin duda, uno de los mejores tebeos que se ha publicado este año en España. Atrapa desde el primer momento y es inmersivo como pocos.

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Dejo para el final el arte de Howard Chaykin porque es sencillamente para quitarse el sombrero. Lejos de ese color lleno de efectos digitales que ha usado en algunos trabajos de este siglo, el blanco y negro le sienta de maravilla a este dibujante, cuyo estilo es cien por cien característico, dominando a la perfección el arte de la narrativa secuencial saturando cada plancha con muchísima información y aún así consiguiendo que todo se entienda de maravilla. Pensándolo fríamente, Chaykin era el autor perfecto para dibujar Satélite Sam pues ya ha demostrado en numerosas ocasiones que domina la ambientación de los cincuenta (The Shadow) o las escenas de sexo de todo tipo y condición (Black Kiss).

Desde hace tiempo Dolmen Editorial está publicando en España todas las obras recientes de Howard Chaykin. Así este Satélite Sam se une a Estados Divididos de Histeria y Hey Kids! Comics! Todas ellas ediciones preciosas en cartoné, buen papel y un número de extras considerable. Sin ir más lejos en la obra que nos ocupa nos encontramos con docenas páginas repletas de textos, ilustraciones, portadas, artículos que hacen todavía más enriquecedora la lectura de Satélite Sam.