Al diablo lo que es del diablo. Mientras Daredevil lucha por encontrar las causas de la oleada de violencia que asuela La Cocina del Infierno, Matt Murdock trata de reconstruir su vida… hasta que una mujer de su pasado llegue para interponerse.
Una vez Matt Murdock / Daredevil regresa de Europa, y ya resueltas las tramas abiertas por Brian Michael Bendis y cerradas en el volumen anterior, el guionista Ed Brubaker se encuentra con una tabula (medianamente) rasa para empezar a contar su historia, que vino de perlas en su momento para los que quisieran engancharse a la serie. Para los despistados, el primer número contenido en este volumen, el #94 USA, consiste en una recapitulación de los últimos meses de Matt Murdock, narrada por su reciente esposa, la también ciega Milla Donovan. En este monólogo, acompañado de imágenes de Milla sola en casa de noche, esperando a que Daredevil regrese de su ronda nocturna, somos testigos de los terribles miedos e inseguridades de esta mujer, y de cómo la incertidumbre de si su esposo estará bien o no la está volviendo loca. Milla no es la típica mujer ciega que evita meterse en líos. Al contrario, en su adolescencia y juventud se lanzaba de cabeza ante cualquier riesgo, dispuesta a vivir la vida al límite. Esto la llevaba a relacionarse con hombres conflictivos, y al final proclives a hacerle daño. Matt, el arquetipo del buen chico católico, resulta ser el que más daño le haga, al menos psicológicamente.
A lo largo de los 5 números siguientes, Brubaker desarrolla tres tramas paralelas. Por un lado, la de una serie de pequeños crímenes que asuelan la Cocina del Infierno y que distraen a Daredevil de otros más importantes, siguiendo un esquema que nuestro héroe reconoce como propio de Kingpin. En segundo lugar, asistimos a la fuga de Melvin Potter (Gladiador) del penal de Ryker, donde estaba a punto de acabar de cumplir su condena, acusado de un asesinato que tal vez cometió, o tal vez no. Por último tenemos la progresiva degeneración de la psique de Milla Donovan, que se debate entre el amor que siente por Matt y los celos y el miedo que le provocan su actuación como Daredevil. Estas tres tramas se van entrecruzando a lo largo de este volumen, hasta desembocar en el número 99 USA, que nos deja con un brusco cliffhanger, preludio de lo que acontecerá en el espectacular número 100, que Panini, lamentablemente, ha dejado para el próximo recopilatorio.
Brubaker, como buen experto en el género negro y policíaco, carga sus tintas en el trabajo de investigación que realiza Matt para descubrir quién está detrás de los asesinatos de los que Potter es acusado. Pero Bru también es consciente de que el protagonista del cómic es Daredevil, así que se encarga de introducir escenas de acción, que utiliza como lienzo para plasmar los pensamientos, reflexiones y deduciones de Matt. Así que tanto los fans de las historias de intriga como los de las mallas quedan contentos. Es de destacar el magnífico trabajo de los guionistas que se han ocupado de las aventuras del cuernecitos en los últimos años: Bendis, Brubaker, Rucka, Waid… Todos magníficos en su estilo, y que han conseguido dotar de nueva vida a una colección que empezaba a sufrir los estertores de la carencia de buenas ideas, víctima de guionistas mediocres que no terminaban de entender al personaje y su entorno.
A Brubaker le acompañan en este tomo dos pesos pesados del dibujo, que son Lee Weeks (Batman / Elmer Fudd) en el primer número y Michael Lark (Gotham Central, Lazarus), asistidos a las tintas por Stefano Gaudiano. Ambos autores hacen gala de un estilo muy similar, oscuro y borroso, pero que al contrario de lo que se podría pensar, no dificulta en absoluto la lectura. Al contrario, se trata de un estilo más que adecuado para narrar tanto las andanzas nocturnas del justiciero enmascarado, como la progresiva degeneración mental de Milla, con un trágico desenlace del que seremos testigos al final del tomo. Mención especial merecen las portadas de Marko Djurdjevic y la del legendario John Romita, invitado especial que realiza una portada que homenajea a las de sus cómics románticos de Marvel de los años 50, y de las que tanto renegó años después.
A la espera del especial y ansiado número 100 de la colección, podemos afilar los dientes con este Marvel Saga de Panini, que además de ser una buena preparación para un número tan especial, puede servir perfectamente como puerta de enganche para nuevos lectores, dado que inicia un arco argumental completamente nuevo, sin los lastres de tener que cerrar cabos sueltos de tomos anteriores. Daredevil, Brubaker y Lark, en estado puro. No se puede pedir nada mejor.
Hazlo desde este link de Amazon y colabora con Es la Hora de las Tortas.
Vv.Aa and Fleurus Panini
