Aunque Ennis nos está presentando arcos argumentales muy diferentes y sin conexión aparente entre ellos, con este arco argumental, Hombre de Piedra, recupera a varios de los personajes que se habían asomado por la cabecera en el cuarto tomo de esta edición: Madre Rusia. El General Zakharov hará todo lo posible por vengarse del tipo que le ridiculizó en Rusia y para ello no dudará en usar toda su artillería pesada. La diferencia más evidente es el marco de esta aventura, que nos mueve desde la Rusia glaciar al Afganistán más caluroso y hostil.

Rawlins, el enemigo al que El Castigador sacó un ojo en Arriba es abajo y negro es blanco, se encuentra con el General Zakharov y le ofrece un plan para entregarle en bandeja a su enemigo. En ese plan tiene un papel fundamental O’Brien, la exagente de la CIA que salvara el cuello a Frank en historias anteriores. Los rusos, Rawlins, O’Brien, un grupo de SAS en Afganistán… todos acabarán cruzando sus caminos para zanjar de una vez las cuentas entre Castle y Zakharov.

En este tomo Ennis recupera el espíritu puramente militar. Y no solo vamos a tenerlo en las tramas, sino que vamos a llegar a perdernos con alguna jerga que tan bien conoce el guionista (y que tanto le gusta). Vamos a conocer más del pasado del temible Zhakarov y este arco se plantea como un duelo táctico entre dos brillantes estrategas militares. No faltan las dosis de violencia marca de la casa a la que ya nos tienen acostumbrados.

El dibujo corre a cargo del argentino Leandro Fernández. No llega a ser un mal dibujo, pero la verdad es que la calidad baja bastante con respecto a los artistas de los arcos anteriores. Deja en algunas páginas con la sensación de estar inacabado o de haberse realizado con prisas. Lo que sí me gusta es cómo caracteriza a Castle, con un rostro muy diferente al que estamos acostumbrados y una expresión corporal que son muy coherentes con el personaje y permiten reconocerlo incluso cuando está en sombras. Esa postura siempre como encorvado le da al bueno de Frank un aspecto más intimidante de lo habitual y eso me ha gustado mucho.

Pero a pesar de ser un arco muy bien escrito, siendo fiel al entorno militar, con mucha inteligencia a la hora de plantear esos duelos tácticos continuos, Ennis siempre se asegura de tenernos un espacio reservado para esa violencia gratuita y exagerada que resulta divertida, aunque dicho así suene un poco inquietante… Nada divertida resulta la escena en la que vamos a saber algo más del pasado de Zhakarov y averiguaremos por qué le llaman Hombre de Piedra.

En definitiva, MS El Castigador 9: Hombre de Piedra.

Con esta serie Ennis nos trae arcos argumentales en los que nos va cambiando continuamente de ambientación y de enemigos, lo cual hace difícil aburrirte con ella. Pero además, si algo consigue es estar creando una serie de personajes secundarios y una galería de villanos con peso de verdad, que dan la sensación de poder suponer un verdadero obstáculo para el Castigador. La única pena es que por la misma premisa de la violencia y la intención de no generar tramas ni personajes abiertos, la mayoría de estos personajes acaban muertos, y son grandes personajes que podrían haber tenido un recorrido muy interesante y sin embargo sus aventuras se limitan a esta serie. Hombre de Piedra es uno de los arcos más completos, por complejidad de guiones hasta el momento, en el sentido de cruce de personajes y desafíos tácticos.

Lo mejor: La complejidad del guión. El personaje de Zhakarov. El diseño de Castle que nos muestra Fernández.

Lo peor: El dibujo de Fernández supone un pequeño paso atrás.

Para fans de cómics bélicos. Para los seguidores del Ennis más militar. Para los que gustan de tramas con muchos personajes interconectados.