Vimos grandes momentos y cómo, poco a poco, Peter David adaptaba al personaje de Hulk a su modo de escribir en el primer tomo. Vimos cómo le dio un giro de 180 grados para crear a Mr. Fixit y contarnos su saga en Las Vegas, pero cuando hablamos en general del Hulk de Peter David no es a eso a lo que nos referimos, sino a lo que tenemos en Marvel Héroes. El Increíble Hulk de Peter David 3. Dentro del Panteón.
Esta introducción puede parecer un claro ejemplo de «en la tercera temporada mejora», pero hay que entender que cuando Peter David se hace cargo de la serie a finales de 1986 ni siquiera estaba garantizada la supervivencia de la misma y sus primeros pasos son dubitativos. La etapa de Mr. Fixit fue su puñetazo encima de la mesa y aunque ganó la arriesgada apuesta, esa concepción de Hulk distaba demasiado de LA concepción de Hulk. Además el dibujante, Jeff Purves no terminaba de acompañar, pero le sirvió a Peter David para saber que podía atreverse a todo. Ahora, con cuatro años de guiones a del coloso gris a sus espaldas, era el momento de iniciar una nueva etapa y qué mejor momento que la llegada de Dale Keown, un joven dibujante canadiense bastante desconocido, pero con una tremenda personalidad e impacto visual.
Keown apenas había hecho un puñado de tebeos para la editorial canadiense Aircel Comics y algún número de una serie de segunda titulada Nth Man y como sustituto cuando no llegaba su dibujante titular, Ron Wagner — quien, por cierto, también dibuja un capítulo en este tomo. Keown era lo que se viene a llamar un diamante en bruto y esta etapa de Hulk sería su eclosión.
Así por fin coincide que tenemos a un gran dibujante y una propuesta literaria tan sólida como ambiciosa, la combinación perfecta para una etapa que quedará para siempre en la historia Marvel.
Peter David comienza con una declaración de intenciones y arranca con un Hulk errante y perseguido por la ley, un back to the basics sobre el que comenzar a trabajar. Como parte de esa vuelta a las esencias, será durante una aventura de reunión con los Defensores cuando nos presentará ese espacio donde conviven las distintas facetas de Hulk y la gran puerta que, ya a partir de entonces, será casi una parte integral del personaje. A partir de aquí movilizará el resto de piezas que serán fundamentales en toda su etapa: el regreso de Betty, la vuelta de Rick Jones y la introducción definitiva de Marlo en la vida de Hulk, tras la previa en el tomo anterior.
Tanto la comedia como el drama, esta suerte de soap opera y sit-com que articula gracias a este grupo de personajes, serán fundamentales no solo en el tono de la historia, sino en la propia integridad de los personajes y nos dejará recuerdos imborrables para reir y llorar.
Con esta estructura desatará el conflicto de personalidad de Hulk hasta el memorable número de la terapia donde llevará los postulados que habían dejado Bill Mantlo o Barry Windsor Smith con su pasado como niño maltratado y los lleva a su siguiente estadío. Añade capas de profundidad al personaje a la vez que consigue que trabajen a su favor para crear una nueva encarnación definitiva, que será el eje de la historia de Marvel Héroes. El Increíble Hulk de Peter David 3. Dentro del Panteón.
Este nuevo Hulk, más listo, más fuerte y más arrogante de lo habíamos visto, será el que se tope por primera vez con el Panteón, la última gran pieza que nos faltaba en esta historia. El Panteón se nos presenta como una misteriosa sociedad de inmortales que opera a nivel internacional, casi como una división de inteligencia independiente de países e intereses visibles. Sin embargo, en la opacidad y el misterio de esta organización estará parte de la gracia, en una trama llena de secretos, profecías y conspiraciones.
Todo esto tenemos en Marvel Héroes. El Increíble Hulk de Peter David 3. Dentro del Panteón y mucho más porque Peter David brilla tanto en los números de saga como en las historias autocontenidas y nos deja uno de los capitulos de navidad más divertidos de la historia Marvel, una historia sobre la pena de muerte realmente conmovedora y otras historias que nos plantean diversas dudas éticas — una de las marcas de la casa de David —. Además tiene una habilidad portentosa para esquivar los crossovers y aprovecharlos para arrimar el ascua a su sardina y hacerlos trabajar para su historia de fondo, tal como sucede en los dos annuals incluidos en Marvel Héroes. El Increíble Hulk de Peter David 3. Dentro del Panteón o el tie-in con el Guantelete del Infinito
Esta vez tiene además un artista capaz de cubrir sus más locas apuestas. Peter David ha manifestado en alguna ocasión que, junto con George Perez y Leonard Kirk, Dale Keown ha sido el artista con el que ha trabajado, que más se ha ajustado a las imágenes que había en su cabeza a la hora de escribir. Este Keown comienza con tintas de un Bob Mcleod que acentúan su influencia de John Byrne, pero es con la llegada de Mark Farmer cuando el apartado visual de la serie alcanza sus mayores cotas. Keown comparte con los artistas de su generación, la generación Image, ese talento para el impacto visual. Sin embargo, en este momento todavía no participa de sus vicios y apuesta por diseños de página relativamente conservadores, ocupándose que sea la coreografía de los elementos en la viñeta los encargados de epatarnos. Además, Keown también resulta demostrar una gran habilidad para la comedia, que puede recordar en ciertos momentos a un Kevin Maguire, con lo que es como si hubiera nacido para dibujar este Hulk
Marvel Héroes. El Increíble Hulk de Peter David 3. Dentro del Panteón nos introduce en una de las mejores etapas Marvel de todos los tiempos, una etapa que pese a comenzar a finales de 1986, siempre se asociará a los noventa, ya que es justo en el momento y con los comic de este tomo cuando llega a sus mejores momentos.
