Esta historia contada en Marvel Deluxe. Los Defensores de Al Ewing y Javier Rodríguez comienza en aquel número especial que Marvel publicó en 2019, Marvel Comics 1000. Bueno, en realidad comienza mucho antes, porque precisamente en aquel cómic la historia que comienza a escribir Al Ewing ya homenajeaba personajes y conceptos que habían visitado los kioscos en la década de los 40 del siglo XX. Panini publica ahora un tomo dentro de su línea Deluxe donde podemos encontrar la historia principal completa, es decir, las series Defensores y Defensores: Más allá, junto con las páginas escritas por Ewing para aquel especial conmemorativo por los 80 años de la Casa de las Ideas.
Recordemos que dicho tebeo constaba de 80 páginas donde cada una estaba ubicada en un año, con un equipo creativo diferente y dedicada a un personaje que apareció por primera vez en dicha fecha. Para muchos fue un bonito gesto por parte de la editorial, pero un poco decepcionante como obra, por lo difícil de construir un relato en un solo número. Solo las páginas escritas por Ewing (casi un cuarto del total, y todas recogidas en este tomo) parecían apuntar una historia subyacente sobre el origen de la Máscara de la Eternidad y algunos personajes que guardaban relación entre sí. Como digo, pocos le prestamos mucha atención y pensábamos que ahí iba a quedar todo… hasta que dos años después llegara una miniserie de los Defensores escrita por Ewing y dibujada por Javier Rodríguez.
Ya la alineación sorprende porque de los miembros originales solo quedan Doctor Extraño y Estela Plateada, añadiéndose al grupo Arpía Roja, Nube y el Saqueador Enmascarado, que ya había protagonizado una de las páginas del especial de dos años antes. Continúa así la que probablemente sea la historia más ambiciosa que ha realizado el guionista inglés, y que si hubiera estado firmada por su compatriota barbudo, sin duda habría sido catalogada como genialidad desde el primer minuto. En esta historia Ewing demuestra su vasto conocimiento sobre el Universo Marvel desde los inicios e hilvana un relato en el que se mezclan muchos conceptos con un manto de ciencia ficción, misticismo y aventuras que descolocará al lector… tal vez por un tiempo demasiado largo.
Y es que para al lector que llegue prácticamente virgen a este tomo, puede resultar excesivamente confuso, puesto que tenemos que haber leído casi la mitad de las 272 páginas que contiene para vislumbrar la intencionalidad del guionista. Y aún así puede resultar desbordante, porque cuando crees que estás siguiendo una historia más o menos lineal, aparece esta segunda miniserie donde desaparece la alineación previa para dejar paso a personajes tan variopintos como América Chávez, Loki, Maravilla Azul, Tigra y Taaia, personaje de nueva creación, y madre de Galactus. Mis sensaciones han sido muy diferentes a lo largo de la lectura de este tomo: del desconcierto, pasé a algo de desinterés (culpa exclusiva de mi eterno conflicto con lo cósmico), a la sorpresa y finalmente al reconocimiento. Y es que Ewing tira de personajes y conceptos de muchas épocas, colecciones y autores, haciendo un viaje por todo el Multiverso, y valiéndose del excepcional apoyo de Javier Rodríguez para seguir construyendo esa exploración cósmica que ya inició en su etapa en Ultimates.
El dibujo es, probablemente, lo que me ayudó a terminar una lectura con la que inicialmente pensaba que no iba a conseguir conectar. El trabajo del español, excesivamente conectado como él mismo reconoce a proyectos con cierto halo de independientes dentro de la editorial, es absolutamente abrumador. El uso narrativo que hace del color, junto con una planificación de la página como un todo consiguen que la lectura sea magnética y que incluso cuando te está interesando menos lo que te está contando, invita a seguir descubriendo qué nuevos experimentos formales nos esperan más adelante. Ojo que con esto no pretendo dar a entender que el dibujo pueda verse como algo independiente o una mera colección de pin ups por parte de Rodríguez, nada más lejos de la realidad. La exploración formal del dibujante español viene siempre ligada a la historia, y es algo que se comprende mejor cuando explica su proceso de trabajo en la entrevista incluida al final del tomo, realizada por Lidia Castillo. Necesitaba tener un concepto global del guion antes de ponerse a dibujar para poder dar forma a esas ideas y conceptos de «High Sci-Fi» que nos ofrece Ewing.
Marvel Deluxe. Los Defensores de Al Ewing y Javier Rodríguez es una historia compleja, que a priori tienen muy poco que ver con el concepto clásico de Defensores. Sirve para hacer un nuevo viaje por el Multiverso y se puede ver como un mismo concepto si sumamos la lectura de Ultimates. Si conectas con el Ewing cósmico, este puede ser un gran colofón y la lectura te sorprenderá y capturará, sobre todo por ver la interepretación de estas ideas a cargo de Javier Rodríguez. Leer ese listado de referencias en los extras finales da una idea de la cantidad de conceptos que ha barajado para construir esta gran historia, y aún conectando menos con lo que te cuenta, es imposible no reconocer el trabajo de arquitectura que ha tenido que realizar. Si no eres amigo de lo cósmico, y ves que no estás entrando mucho, sí te ha venido bien este tomo para animarte a terminar la lectura, porque estoy seguro que si has leído cada serie cuando se publicaron mes a mes, es muy probable que hayas abandonado. Te habrías perdido la visión global que sí permite tenerlo todo recopilado en un solo libro.
Lo mejor: La escritura de historias con este nivel de complejidad siempre es algo de admirar. El salto que da la historia con un dibujo como el de Javier Rodríguez.
Lo peor: No es una historia sencilla, ni de aventuras como puede sugerir la cabecera elegida. Exige una lectura activa por parte del lector y participar en sus códigos.